Crónicas
Judas Priest + Saxon + Uriah Heep: Un legado vivo que envolvió la ciudad de metal
«Las tres bandas dieron su mejor versión, la tres se esforzaron por hacer disfrutar a un público que a su vez también lo dio todo para que la energía no dejase de fluir, y la sensación general era de gran satisfacción por haber disfrutado una vez más de tres grupos que tienen mucho que ver en el hecho de que el heavy metal fuera una música que cambió el rock»
17 junio 2024
Palacio Vistalegre, Madrid
Texto: Mariano Muniesa. Fotos: Darío Bravo
Era una sensación que hacía ya algún tiempo que no se vivía en Madrid y que estoy seguro de que a muchos de los que la vivieron conmigo les traerá recuerdos de otra época, de otro Madrid… El heavy metal, su actitud, su espíritu, su filosofía, todo lo que rodea ese mundo tan fascinante, volvía a tomar las calles de un barrio que en su día tuvo una tradición tan rockera como Carabanchel. Ya al hacer el transbordo de la línea de metro 10 a la 5 en la estación de Alonso Martínez hacia Vistalegre, en cada parada el vagón se llenaba de más y más camisetas de Saxon, Iron Maiden, Black Sabbath o Judas Priest. Como en aquellos años en los que de camino a la estación de Begoña, donde se ubicaba el pabellón, la gente del heavy llenaba los vagones para ir a ver a Scorpions, Obús, Rainbow o Queen. Solo faltaban los litros de cerveza y un cierto aroma a cannabis.
Ahora, seguramente con una media mucho mayor de edad, muchos y muchas de ellas con sus hijos e hijas, más tranquilos en general -la bronca que montábamos en aquellos años en el metro era legendaria, aunque es ya solamente historia- pero con el brillo en la mirada por la excitación de vivir un concierto de puro heavy metal con tres nombres que son santo y seña absolutos del género.
Ante un Palacio de Vistalegre que aún no estaba lleno – a las siete de la tarde, con toda seguridad, mucha gente aún estaría saliendo de sus trabajos, no olvidemos que este concierto se celebraba un lunes- empezó esta formidable velada en la que abrieron fuego Uriah Heep. Además de haber sido desde siempre todo un gran seguidor de este histórico grupo y haberlo podido ver en numerosas ocasiones siempre haciendo conciertos magníficos, tenía ganas de ver al grupo tras la cancelación de su gira de 2022. Una vez más, no defraudaron.
Como siempre, y merced a la profesionalidad que llevan décadas mostrando, los británicos ofrecieron un gran concierto, demasiado corto para mi gusto – apenas 45 minutos- en el que combinaron temas de su álbum de 2023, ‘Chaos & Colour’, con los clásicos inevitables de sus años de mayor popularidad en la primera mitad de la década de los 70. Entre los primeros, y provocando una respuesta por parte del público sumamente entusiasta, brilló con luz propia en el arranque del show “Save Me Tonight”, así como “Hurricane”, que ya desde que lo escuché por primera vez en disco me dije que estaba llamado a ser de los imprescindibles en el set de los Heep.
Una potentísima y endurecida versión de “Free and Easy”, de su álbum ‘Innocent Victim’, de 1977, por momentos me llevó a pensar que estaban tocando “Easy Livin’” más acelerada, pero ese temazo llegaría obviamente al final. Antes, reivindicando Bernie Shaw a Mick Box como una leyenda viviente de la historia de la buena música, sin etiquetas, nos regalaron dos formidables versiones de “Gypsy” y “July Morning” antes de llegar al final, esta vez sí, con “Easy Livin’”.
Toda la banda está en un estado de forma excelente, Bernie Shaw tiene la voz impecable y, pese a sus 76 años, Mick Box sigue desprendiendo energía, ilusión, fuerza y vitalidad. Lo único que eché de menos, que no tocaran “Stealin’”, mi favorita de siempre de Uriah Heep, que seguramente habría caído si hubieran dispuesto de más tiempo.
Todo lo dicho sobre Uriah Heep cabe repetirlo acerca de lo que fue la sensacional actuación de Saxon. Es, con toda seguridad, de las bandas a la que más veces he visto en directo dentro del ámbito del heavy metal, tanto a nivel estado español como en infinidad de festivales europeos, de Wacken a Sweden Rock pasando por Bang Your Head, Grasspop o Gods Of Metal, y nunca, nunca absolutamente han hecho una mala actuación.
Formación emblemática donde las haya en el heavy metal, han acumulado una serie de canciones a lo largo de su trayectoria que son himnos para sus fans y que combinaron en este concierto también con el disco que salió a la venta el pasado mes de febrero, ‘Hell, Fire & Damnation’, siendo precisamente el tema que da título a este nuevo álbum el que abrió su descarga.
Ya con el recinto próximo al lleno, auténticos cañonazos como “Motorcycle Man” - ¡brutal!- “Power & The Glory” o “Crusader” arrancaron ovaciones tremendas, sin irle a la zaga “Madame Guillotine”, que se acaba de extraer como nuevo single de ‘Hell, Fire & Damnation’.
A destacar el magnífico papel que juega en esta formación de Saxon el guitarrista de Diamond Head Brian Tatler, quien sustituye a Paul Quinn, pero que pese a mantenerse en escena en un discreto segundo plano, musicalmente aporta muchísimo al grupo y refuerza considerablemente su solidez.
“Crusader” sonó sensacional, “Denim & Leather” y “Wheels Of Steel” sencillamente demoledoras, y para acabar de poner la guinda al pastel, “And The Bands Played On” y “Princess Of The Night”. Como en el caso de Uriah Heep, solo me faltó un tema: “Strong Arm Of The Law”. A la próxima que no falte. ¿OK, Biff?
A las 21:30 exactamente y tras la intro habitual de “War Pigs” de Black Sabbath, un ya totalmente abarrotado Vistalegre estalló en una ensordecedora ovación cuando se apagaron las luces y Judas Priest salieron a escena atacando para abrir con un “Panic Attack” demoledor.
Debo decir en cualquier caso que en este primer tema noté problemas de sonido, más específicamente de microfonización de la batería. Siendo Scott Travis, al menos en mi opinión, el mejor batería del mundo del heavy metal desde que Cozy Powell y John Bonham nos dejaron para siempre, que su instrumento no suene con la calidad y la nitidez exigible es algo que hay que cargar en el debe, pero también hay que decir que esas deficiencias muy pronto quedaron solucionadas. En “You've Got Another Thing Comin’”, el segundo tema de la noche, ya todo sí que sonaba como debía de sonar.
El ritmo del concierto fue trepidante desde el primer momento. La banda quería dejar bien a las claras que los graves problemas de salud que sufrieron recientemente Rob Halford y Richie Faulkner no han mermado en absoluto su capacidad, y más concretamente en el caso del guitarrista, me ha llamado poderosamente la atención cómo ha ganado protagonismo e incluso un importante nivel de liderazgo dentro de Judas Priest. En escena, es con mucha diferencia el más dinámico del grupo, los focos le siguen en todo momento, y en lo musical, gran parte del peso del concierto cae sobre sus hombros.
Todo el grupo se muestra fuerte, compacto, sólido, con la voz de Rob Halford en muy buen nivel, aunque obviamente le cueste llegar a algunas notas, y para que no quedase lugar a ninguna duda, prácticamente enlazadas una con otra, sonaron "Rapid Fire", "Breaking The Law" y "Riding On The Wind".
Hay que hacer constar que Judas Priest fue la única banda del cartel que tuvo detrás del escenario una gran pantalla led sobre la cual se proyectaron imágenes muy significativas, como por ejemplo la de los disturbios y los enfrentamientos con la policía de muchos jóvenes en la Inglaterra de los peores años del "Thatcherismo", además de otros montajes que dieron un gran colorido a un show con un magnífico diseño de iluminación, con el inmenso tridente símbolo de la banda situado como cañón de luces en la parte superior del escenario.
“Love Bites” baja un poco el pie del acelerador antes de volver a añadir más intensidad al concierto con otra de las nuevas, “Gates Of Hell”, y “Devil's Child”, una de las canciones de este concierto en el que vamos a escuchar al Rob Halford más entregado y tirando más hacia arriba de sus cuerdas vocales.
La segunda mitad del show tendrá una parte algo más equilibrada, con temas no tan directos, pero en los que el grupo se muestra más en su faceta de alguna manera digamos progresiva, como ”Sinner” antes de volver a poner en pie y a hacer headbanging a todo Vistalegre con “Turbo Lover”.
Momento ahora para la introspección. Rob Halford se sienta sobre uno de los amplificadores y de manera casi confidencial, como si estuviera hablando con un grupo de amigos frente a la chimenea de su casa un día de invierno, y comienza a hablar al público sobre lo que fueron los inicios del heavy metal, Black Sabbath, sus primeros años en Birmingham, va recordando diversos álbumes de la banda y finalmente se levanta para anunciar “Invincible Shield”, que la banda ataca a toda potencia.
Entramos en el tramo final y tras una vuelta a su cara más prog con “Victim Of Changes” – de las mejores de la noche para mi gusto- y “The Green Manalishi”, entramos en la catarata final, volviendo a echar toda la carne en el asador y elevando la temperatura emocional del concierto al rojo vivo con “Painkiller”, ya en los bises “The Hellion / Electric Eye”, la triunfal entrada de la motocicleta en “Hell Bent For Leather” y, en una apoteosis absoluta, un “Living After Midnight” alargada algunos minutos y con todo el Vistalegre coreándola a todo pulmón.
Bajo la leyenda que se muestra en los led, “The Priest will be back!”, la banda regala púas y baquetas a las primeras filas y se despiden. Luces encendidas, el sueño ha terminado. La gran marea heavymetalera, satisfecha por el magnífico espectáculo que ha presenciado y ha vivido, se dirige hacia los vomitorios de salida del local y, de allí, hacia el metro.
Las tres bandas dieron su mejor versión, la tres se esforzaron por hacer disfrutar a un público que a su vez también lo dio todo para que la energía no dejase de fluir, y la sensación general era de gran satisfacción por haber disfrutado una vez más de tres grupos que tienen mucho que ver en el hecho de que el heavy metal, pese a sus críticos y detractores, fuera una música que cambió el rock y que ha dejado un legado que sigue vivo en el corazón de quienes siguen vibrando al escuchar “Easy Livin'”, “Heavy Metal Thunder” o “You've Got Another Thing Coming”. Una noche para recordar para siempre.
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1 comentario
Gran resumen hacia las potentes descargas de estas tres históricas bandas como son URIAH HEEP, JUDAS PRIEST y SAXON en esta gira conjunta que pasó por nuestro pais y presentando dos de ellas sus nuevos álbumes de estudio.