Crónicas

Judas Priest + Saxon + Uriah Heep: El legado invencible

«El relevo generacional es necesario, pero la pregunta está en el aire: ¿Los himnos actuales serán tan eficaces e indelebles al tiempo como los que hoy disfrutamos en estos conciertos?»

13 junio 2024

Sant Jordi Club, Barcelona

Texto: Josep Fleitas. Fotos: Pablo Gándara

Eran muchas las ganas de volver a ver a Judas Priest en Barcelona, sobre todo tras la gran exhibición que el quinteto de Birmingham dio en su última visita, siendo uno de los cabezas de cartel del Barcelona Rock Fest de hace un par de años, y por la oportunidad de disfrutar en el mismo concierto de dos grandes y míticos del género como bandas invitadas: Saxon y Uriah Heep, lo que convertía a la ocasión en algo mucho más especial aún. Unas ganas que se mostraron desde hace un par de meses en el sold out que el evento dispuso.

Judas Priest

Las tres bandas presentaban sendos trabajos, en los que ya dieron muestra de que su capacidad compositiva y creativa estaba fuera de toda duda, dejando en los tres casos muy buenas sensaciones y críticas, y lo más importante, la aceptación y aprobaciones de unos fans que íbamos a vivir tres grandes conciertos en los que la representación de sus nuevos temas encajaron a la perfección con unos clásicos que volvieron a mostrar su carácter e inercia, convirtiéndose de nuevo en himnos tan enfáticos como eficaces a la hora de inyectarse en nuestros más metálicos sentidos.

Uriah Heep

Uriah Heep

Recién llegados de una intensa gira por Estados Unidos, en la que Uriah Heep estuvieron acompañados por sus compañeros de cartel Saxon, Uriah Heep celebran ya cincuenta y cinco años de una leyenda que, gracias a Mick Box, miembro fundador de la banda y único enlace de aquel 1969 que les vio nacer, sigue perpetuando la historia y haciéndonos vibrar en cada concierto que tenemos la fortuna de seguir disfrutando, algo que volvió a repetirse en un St. Jordi Club que acabó rendido ante la gran aportación que el ya nombrado Mick Box a las guitarras, Bernie Shaw a las voces, Phil Lanzon a los teclados, Dave Rimmer al bajo y Rusell Gilbrook a las baterías nos dispendiaron.

Con un local aun recibiendo al público y puntuales a la hora, Uriah Heep salieron a darlo todo, y aunque el sonido inicial no les acompañó, la energía que tras la intro se desprendía de la primera descarga de la noche, que se dio con el que el pasado año fuera el primer adelanto de ‘Chaos & Colour’. “Save Me Tonight” no contó con la calidad de sonido como aliado, pero la banda lo convirtió en algo potente e intenso, que sí encajó en un público que disfrutamos de la intensidad que este contiene.

En la misma línea se comportó “Grace by Heaven”, el que también fuera primer adelanto, en este caso de su anterior ‘Livin’ the Dream’, tema con cuerpo de hard rock progresivo y base potente que compuso el entonces recién incorporado bajista Dave Rimmer y cuya letra fue creada por Jeff Scot Soto. Con el ambiente ya caldeado y el sonido en forma, Uriah Heep nos hizo viajar a 1972, año en el que la edición del mítico 'Demons & Wizards' conquistó el mundo, incluyendo hits tan remarcables como el que iba a ser referencia en nuestras gargantas “Rainbow Demon”, que se ejecutó entre unas columnas de humo que dieron mayor efecto a una ejecución sostenida con ritmos intensos y pesados.

Uriah Heep

Tras el clásico, Bernie presentó ‘Chaos & Colour’ cómo el 25º álbum de estudio de la banda, presentación que sirvió de enlace a la rapidez y dinamismo de “Hurricane”, tema que sonó tan potente como lo es su título.

En el concierto teníamos por delante a dos bandas representando al heavy metal, estilo que en 1970 Uriah Heep ya practicaba desde la edición de aquél magnifico ‘Very ‘Eavy… Very ‘Umble’, y estilo que la banda fue entrelazando con el hard rock y el progresivo en sus subsecuentes trabajos, muestra de ello la encontramos en ‘Innocent Victim’ (1977) un álbum que se desenfrenaba con un demoledor “Free ‘n' Easy”. Velocidad y técnica se unieron para un disfrute que no iba a descender en entrega, seguimiento, técnica y dinamismo gracias a esos extraordinarios himnos que siguen teniendo la misma magia que hace poner los pelos de punta. La fusión de “Gypsy” y de “July Morning” nos llevó a elevar el éxtasis al máximo nivel.

Verdaderamente, fue una gozada volver a ver a Derek golpeando la batería con tanta potencia que parecía querer destruirla, a Dave marcando el bajo, quizá de una manera menos espectacular de como lo hacía su tristemente desaparecido antecesor Trevor Bolder, pero aun así con mucha efectividad. Los teclados con ese sonido imitando al Hammond B3 que Ken Hensley desplegaba de una forma tan sublime como embaucadora estuvieron bien representados por el arte de un reincorporado Phil Lanzon tras haber tenido que, por motivos familiares, ser sustituido en la gira por EE.UU. por el hijo de Rick Wakeman, Adam Wakeman.

Uriah Heep

Mientras, Bernie Shaw volvía a demostrar que el paso de los años no se cuela en su capacidad laríngea y Mick Box sigue desprendiendo simpatía, técnica y magia a través de esos dedos que, gesticulando, recreaban figuras imaginarias que como encantamientos lanzaba a un público totalmente entregado a sus artes y rendido ante la magnitud que la banda mostraba.

El final del show llegó con otro gran y espectacular momento, el que Uriah Heep ofreció con otro de sus imperdonables himnos, ese fastuoso “Easy Livin” que nos hizo cantar al máximo nivel, haciendo que los cuarenta minutos de su show fueran demasiado cortos, pero que aprovechamos y disfrutamos al máximo. ¡Que vuelvan pronto!

Uriah Heep Set List
Save Me Tonight
Grazed By Heaven
Rainbow Demon
Hurricane
Free ‘N’ Easy
Gypsy
July Morning
Easy Livin’

Saxon

Saxon

Con su flamante y bien dispuesto nuevo álbum en ristra y la incorporación del sustituto del mítico Paul Quinn, el ex-Diamond Head Brian Tatler, defendiendo junto a Dough Scarrat las partes de guitarra, los veteranos y enfáticos Nigel Glokler y Biff Byfford a los mandos de la batería y el micro, respectivamente, y con un siempre expeditivo Nibbs Carter a las líneas de bajo, Saxon iban a dar otra buena muestra de intensidad y poder defendiendo nuevamente la bandera del a NWOBHM en un concierto que inició explosivo.

Biff, con una voz espectacular, entonó el tema homónimo a su nuevo álbum. “Hell, Fire & Damnation” sonó atronador y nos puso en órbita haciéndonos levantar puños y sacudir las cabezas al ritmo de este nuevo himno. Saxon tenían claro que estaban junto a dos grandes bandas y querían darlo todo, demostrando que su inclusión en el cartel era una fórmula más que efectiva, acertada. Para ello los pupilos de Byfford se emplearon a fondo en temas que se soldaban unos a otros. Así “Motorcycle Man” puso los motores a mil y ese mítico silbido de Biff resonó rompiendo tímpanos. La banda estaba espectacular, la voz de Byfford sigue siendo un portento, una columna vertebral en la que se sostiene el resto.

Saxon

La cosa se ponía cada vez más intensa. “Power & the Glory” siguió elevando el nivel y a nosotros y nuestras gargantas con él. Pero llegó un pequeño receso, en el que Biff agradeció la asistencia, y la pegadiza, aunque poco eficaz en un directo tan explosivo como lo había sido el inicio, “There's Something in Roswell” nos dio un respiro antes de que “Heavy Metal Thunder” volviera a poner nuestras cuerdas vocales al rojo.

Saxon

Seguimos subiendo y “Crusader” sirvió para ello y para que, tras la felicidad de Biff de estar en un cartel como el que estábamos disfrutando, “Denim & Leather” siguiera motivándonos a corear esos himnos que siguen sonando tan poderosos como décadas atrás.

Tras los clásicos "oé, oé, oeeeé…", “Wheels of Steel” demostró que Saxon no se querían relajar ni un momento, mostrando constantemente su capacidad y hegemonía. Un pequeño interludio y “The Band Plays On”, con Tatler desplegando virtuosismo durante toda la canción, se unió al siempre excitante momento que resulta de la exhibición de ese himno que se clava en nuestro interior cada vez que tenemos la oportunidad de entonarlo junto a la banda. “Princess of the Night” fue el final de otro gran concierto en el que el águila no descendió sobre el escenario, pero sus imaginarias alas de acero nos hicieron volar a todos.

Saxon pronto se unirán al club de los cincuenta y seguro que lo harán en una forma tan o más intensa, eficiente y entregada como la que demostraron en este espectacular concierto.

Saxon Set List
Hell, Fire And Danmation
Motorcycle Man
Power & The Glory
There’s Something In Roswell
Heavy Metal Thunder
Crusader
Denim And Leather
Wheels Of Steel
And The Bands Played On
Princess Of The Night

Judas Priest

El ambiente era el ideal para que Judas Priest mostrase nuevamente su cetro en el trono del Heavy Metal. tanto Uriah Heep como Saxon habían cumplido con creces con el cometido de exhibir su capacidad y de hacer brotar ríos de adrenalina, con lo que los minutos de pausa para el cambio de backline, además de para tomar aire, sirvieron para crear mayor excitación y expectativa ante la salida al escenario de Halford, Hill, Travis, Faulkner y Sneap.

Judas Priest

Como viene siendo ya un clásico, Judas Priest usaron como intro el mítico “War Pigs” de Black Sabbath en los que Halford militó en un par de ocasiones sustituyendo a Ozzy y a Dio (nada menos) en directo, que siempre sirve como calentamiento de unas voces que iban a dejarse los restos ante la imponente ristra de clásicos que se nos venía encima, unos clásicos que se unieron a los temas más novedosos de un ‘Invincible Shield’ que ha contado con la mayoritaria aprobación de fans y crítica, proponiendo con ello el cierre de bocas a quienes aseguraban que la banda ya no tenía mucho más que decir en estudio, sirviendo ello para, como dicta la letra que destacaba en el cartel central del escenario, unirnos a todos…

Tras la coreada "War Pigs" y con los nervios a flor de piel, cayó el telón y en tromba y sin previas Judas Priest salieron a por todas iniciando su show con un gran “Panic Attack” en el que las guitarras de Richie y Andy brillaron sin rasgaduras, la batería atronó junto al balanceante bajo de un Ian Hill implacable y una voz con la que Halford, aun con 73 años a sus espaldas, sigue siendo increíble.

Tras ese incendiario inicio, la banda no dio concesiones y “You Got Another Thing Comin” nos cayó a plomo y se celebró como se merece: así como si el mundo fuera a acabarse tras el concierto, dejándonos la voz y haciendo todavía más grande ese himno que apabullaba en el ‘Screaming for Vengeance’.

Una pequeña pausa con Halford recibiendo del público el tributo a su esfuerzo y reinado y “Rapid Fire” soldada a “Breaking the Law” pusieron aún más en ebullición a un palacio que ya rendido totalmente a los pies de una banda sólida como el acero disfrutábamos cantando, saltando, levantando puños y dejándonos la piel sin límites ni contemplaciones.

Tras el éxtasis llegó el momento de modulación y asentamiento, aunque no para Halford, que, aunque sin agudos tan extremos, sí se esmeró en los matices que “Gates of Hell”, “Love Bites”, “Devil's Child”, “Ridin' On the Wind' y “Saints in Hell” propusieron en el concierto, lo que fue un "pequeño" respiro a la banda y nuestras gargantas y cervicales. Para volver a tomar velocidad, Judas apretaron nuevamente el acelerador con una sorpresa, recuperando la esencia básica y más metalizada de los metal gods. Faulkner nos introdujo en un mar de cuernos, lo que se acuñaron en el hímnico y perforador medio tempo incluido en ‘Invincible Shield’ “Crown Of Horns”.

Judas Priest

El ambiente era de lo más especial, la banda sonaba y se sentía como un bloque de granito, incluso Sneap se atrevía a bromear con el público y se saltaba algún que otro esquema acompañando a Falukner en su parte solista, y Halford, aunque con la ayuda de las reverbs, seguía casi como si el concierto hubiera acabado de iniciarse.

En este punto del set, era preciso recuperar aquél pasado aún tan vigente como lo que demostró un espectacular “Sinner” que contó con ese efecto Black Sabbath, con densidad y profundidad, algo pétreo y de efecto cavernoso en el que Rob incidió con sus ecos en los agudos mientras Richie hacía las partes solistas casi con la misma esencia que KK lo hacía en su época en la banda.

Tras el hit incluido en aquél ‘Sin After Sin’ de 1977, “Turbo Lover” siguió subiendo el nivel de decibelios en un Palau que volvió a mostrar emoción, pasión y entrega. Y hablando de emoción, tras “Turbo” Halford se aposentó en uno de los monitores y agradeció el apoyo que los fans han brindado a la banda en sus más de cincuenta años de historia y con ello a la del Heavy Metal, una historia que, según él, inició con aquél ‘Rocka Rolla’ en 1974 y siguió con ‘Sad Wings of Destiny’ (1976), ‘Sin After Sin’, paró para recordar y continuó nombrando ‘Screaming for Vengeance’ (1982), ‘Defenders of the Faith’ (1984), ‘Turbo’ (1986), ‘Painkiller’ (1990) y la historia continúa con ‘Invincible Shield’. De este, como merecido tributo, desplegaron las alas de su tema homónimo con la mítica cruz de doble brazo bajando hasta el pie del escenario, ese mismo símbolo que Judas Priest llevan acuñando desde que en 1976 apareciera colgada del cuello del ángel que despertaba en la portada de ‘Sad Wings of Destiny’.

Siguiendo con el curso del concierto. Hay que destacar el buen e intenso solo de Faulkner en “Victim of Changes” que Halford mantuvo en agudos con sus pulmones de acero y el clásico juego de coreo con el público que dio descanso al resto de la banda en lo que supuso un buen momento para ejecutar la mítica versión de Fleetwood Mac “The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)", versión en la que el bajo de Ian Hill sonó atronador.

Judas Priest

Scott se quedó solo, sentado en su máquina de demoler, y tras agradecer la entrega del público advirtió que quedaban tres temas para finalizar el show. “¿Qué tema queréis ahora?” Evidentemente, ese tren desbocado, esa trituradora, esa máquina que a toda velocidad nos rompe tanto como nos enerva y que nos hace gritar a todo pulmón, volvió a arrasar el ambiente con un himno sin el que el Heavy Metal no brillaría ni tanto ni tan fuerte. “Painkiller” entro en acción para sacar de nuestros cuerpos toda la adrenalina que aún nos quedaba por exprimir.

Tras “Painkiller” el incendio siguió sin extinguirse, ya que ese inseparable tándem formado por la enervante intro que “The Hellion” propone antes de la llegada del tornado de fuerza 4 llamado “Electric Eye”  arrasó con todo. Nuevo parón y el atronador sonido de una Harley daba por entendido que “Hell Bent for Leather” iba a entrar en acción con Halford cabalgando sobre la gran motocicleta y nosotros sobre las notas de un himno que cerró la parte más poderosa del show en un concierto que culminó con un “Living After Midnight” entonado a pleno pulmón.

Un “we are Judas ‘Fucking’ Priest” escupido por Halford, la advertencia “The Priest will be back” plasmada en unas pantallas que durante todo el concierto iban desplegando imágenes que enaltecían el ambiente aún más y la banda saludando agradecida por la entrega y las muestras de pasión recibidas cerraron un nuevo y memorable concierto en el que las tres formaciones demostraron que el Heavy Metal sigue igual de vivo y eficiente como lo estaba hace décadas.

El relevo generacional es necesario, pero la pregunta está en el aire: ¿Los himnos actuales serán tan eficaces e indelebles al tiempo como los que hoy disfrutamos en estos conciertos?

La respuesta parece clara: ¡El Heavy Metal, su espíritu y sus himnos serán tan incombustibles como lo sea su capacidad de hacernos sentir, emocionar y motivar como lo siguen haciendo desde hace más de cincuenta años!

Judas Priest Set List:
Intro – War Pigs
Panic Attack
You’ve Got Another Thing Comin’
Rapid Fire
Breaking The Law
Love Bites
Devil’s Child
Riding On The Wind
Saints In Hell
Crown Of Horns
Sinner
Gates Of Hell
Turbo Lover
Invincible Shield
Victim Of Changes
The Green Manalishi (With The Two Prong Crown)
Painkiller
Bises:
The Hellion - Electric Eye
Hell Bent For Leather
Living After Midnight

La gira de Judas Priest continuará el 15 de junio en Pamplona, el 17 en Madrid y el 19 en Rock Imperium Festival como cabezas de cartel de su primera jornada.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Grandes actuaciones por parte de estas 3 históricas bandas en esa gira conjunta que pasó por nuestro pais presentando los históricos SAXON junto a otros históricos JUDAS PRIEST sus respectivos nuevos álbumes que junto a sus clásicos lo bordaron.

  • David dice:

    Buenas me encanta como narrais los conciertos y seguid asi , pero deberias corregir en el setlits lighting strikes en ningun momento la toco judas ayer y tuve el placer de verlos ayer en barcelona desde quarta quinta fila,por lo demas todo perfecto

  • Diego dice:

    Lightning strike la tocaron? Yo creo que no.
    Lo único malo fue que hubo 0 temas de firepower, 0 de redeemer of souls, 0 de angel of retribution y de Painkiller solo Painkiller. Pero lo demás genial

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