Crónicas

Graspop Metal Meeting 2025 en Bélgica (viernes), con Slipknot, Behemoth o Falling In Reverse: Un huracán de metal

«Un verdadero huracán de metal arrasó Dessel en la segunda jornada de Graspop Metal Meeting, con Slipknot y Behemoth asegurándose de que no quedara títere con cabeza»

20 junio 2025

Graspop Metal Meeting, Dessel, Bélgica

Texto: Merry Jane. Fotos: Hughe Vanhoucke y Rudy DeDoncker (Slipknot)

Todavía con el recuerdo muy presente de una impresionante primera jornada, afrontábamos el segundo día de Graspop Metal Meeting en esta edición de 2025 para seguir disfrutando de la hermandad metalera que se crea en este evento belga y las descargas de bandas tan esperadas como Slipknot, Behemoth o Falling In Reverse en tre otros o unos iniciales British Lion con Steve Harris y Simon Dawson completando su doblete tras liderar la jornada inicial con Iron Maiden. Puedes leer aquí la crónica de la primera jornada.

Slipknot. Foto: Rudy DeDoncker

British Lion

Horas después de que el bajista Steve Harris y el batería Simon Dawson lo dieran todo en el escenario con Iron Maiden, regresaron en una versión más modesta con British Lion, actuando al mediodía. A pesar del cambio de contexto, la pasión de ambos por el heavy metal seguía intacta.

British Lion

Sin embargo, hay que reconocer que gran parte del interés del público probablemente se debió a que se trataba de la banda paralela de Harris.

El vocalista Richard Taylor se mostró como un frontman simpático y se ganó los puños y cuernos rápidamente en alto, quedando claro que saben cómo conectar con el público festivalero.

House of Protection

Seguidamente, en el escenario Jupiler, House of Protection abrió la tanda de bandas de metalcore que tomarían por asalto la tarde. El proyecto del batería de Night Verses y el exguitarrista de Fever 333 encendió el ambiente con su explosiva mezcla de hardcore y metal, rebosante de actitud. El punto álgido llegó cuando el guitarrista, Stephen Harrison, se metió al moshpit con guitarra y micro, desatando la euforia del público.

Bloodhunter

Bloodhunter

Saciar la sed de death metal a plena luz del día fue tarea de Bloodhunter, orgullo de origen gallego del metal extremo, que desplegó toda su potencia ante un público internacional. Bajo el liderazgo de Diva Satánica, la banda desató una avalancha de death melódico cargado de técnica y agresividad, con una vocalista que volvió a brillar por su versatilidad y presencia arrolladora. Dani Arcos, al frente de las guitarras, reafirmó por qué es el motor creativo del grupo, demostrando que Bloodhunter está más que listo para conquistar escenarios aún más grandes.

Myles Kennedy

Myles Kennedy

Fue después el tiempo para empaparnos del porte y la clase de Myles Kennedy. El vocalista de Alter Bridge y la banda paralela de Slash demostró que no solo sigue conservando su garganta a tono, sino que también es un guitarrista de primer nivel en cortes como “The Art of Letting Go”, “Mr. Downside” o la fantástica “Get Along”.

Comedido y sin fuegos de artificio, como casi siempre, puso en el centro de todo ese rock de corte americano y poso bluesero con el que se desmarca en solitario de su banda principal sin eludir la esencia única que porta su voz.

Knocked Loose

El escenario sur principal ardió más que nunca cuando Knocked Loose tomó el control con su brutal hardcore sin adornos. No es habitual ver a una banda de este género pisar el main stage de Graspop, pero los de Kentucky demostraron por qué están en boca de todos. Abrieron con “Blinding Faith”, dejando claro que lo suyo es la agresión pura: breakdowns violentos, voz rasgada y una intensidad que desafió el calor abrasador. El público respondió con pogos salvajes y un wall of death final en “Everything Is Quiet Now” que no solo fue el más grande del día, sino quizás uno de los más brutales en la historia reciente del festival.

Gloryhammer

Gloryhammer

Sonaba a todo trapo “Delilah” de Tom Jones en los escenarios principales, para regocijo de miles de los presentes, al tiempo que los escoceses Gloryhammer, ataviados de sus particulares disfraces, nos introdujesen en ese power metal épico, glorioso y muy alegre en el que no falta parafernalia, pero tampoco calidad.

“The Land of Unicorns”, “Fly Away”, en la que su carismático vocalista Angus McFife II (Sozos Michael, de origen chipriota) expresó bromeando su deseo de volar del lugar por el intenso calor que había; o “Wasteland Warrior Hoots Patrol” nos hicieron vibrar de lo lindo. En esta última, por cierto, una especie de duende verde se marcó un estupendo pasaje de saxo.

Northlane

De vuelta al escenario Jupiler para dar inicio a la invasión australiana en el festival, estuvo Northlane, que ofreció la otra cara de la moneda: metalcore atmosférico, futurista y cargado de capas digitales, liderada por la visión creativa del guitarrista Jon Deiley.

El primer gran momento del show llegó con los acordes de “4D”, encendiendo al público de inmediato. Marcus Bridge dominó el escenario con total soltura, alternando sin esfuerzo entre partes melódicas y guturales demoledoras. Cerraron su potente actuación con “Clockwork” de su álbum ‘Obsidian’, un final tan envolvente como contundente.

Kim Dracula y Orange Globlin

Orange Globlin

Una de las cosas más gratificantes de un festival tan monumental como Graspop es que se pueden descubrir bandas o artistas de los que uno nunca había oído hablar. Con ese propósito anduvimos hasta la Metal Dome para comprobar que, bajo el nombre de Kim Dracula, se esconde un proyecto tan cambiante musicalmente, incluso en cuestión de segundos en la misma canción, que resultaba quimérico de seguir. En las antípodas de eso está el heavy metal regado de stoner de los británicos Orange Goblin, que con canciones como “Saruman’s Wish”, “Quincy Pigboy” o “Red Tide Risen” inundaron el Marquee de garra orgánica, correosa y fiera, sin trampa ni cartón, ensalzando, además, la figura de Lemmy Kilmister.

Jerry Cantrell

En cuanto a Jerry Cantrell, el guitarrista y cantante de Alice in Chains ofreció un concierto algo plano, en el que temas de su propia factura en solitario se intercalaron con piezas de su emblemática banda madre como “Them Bones”, “It Ain’t Like That”, “Would?” o “Rooster”, las más aplaudidas. Nos hicimos una escapadita al escenario Jupiler para pasárnoslo bomba con las descaradas versiones Me First & The Gimme Gimmes y vimos un rato de una magnífica actuación en formato de trío de Smash Into Pieces, cuyo guitarrista se cayó del escenario por un lateral durante la intro rompiéndose tres costillas y sin que se dieran cuenta sus compañeros hasta medio show, momento en que cancelaron.

Polaris

El Jupiler volvió a teñirse de metalcore australiano contundente con Polaris, quienes ofrecieron un show intenso y emotivo, marcado por el recuerdo de su guitarrista Ryan Siew, fallecido un día como ese hace dos años. Abrieron con “Nightmare”, tema de ‘Fatalism’, disco lanzado poco después de su pérdida, y navegaron entre agresividad y catarsis. La voz áspera de Jamie Hails contrastó con los momentos melódicos a cargo del bajista Jake Steinhauser, especialmente en “Overflow” y “Dissipate”, uno de los pasajes más íntimos del show.

Falling in Reverse

Falling in Reverse

Falling In Reverse tomó por asalto el South Stage con una actuación cargada de sorpresas y espectáculo. Para empezar, vimos al guitarrista Marc Okubo (ex-Veil of Maya) de vuelta en los escenarios y un inesperado rap duo entre bastidores con el bajista DL Laskiewicz (Bad Wolves), aportando aún más variedad a su ya ecléctico sonido.

Su set fue un torbellino visual y sonoro, fusionando metalcore, hip hop, teatralidad y provocación. “Bad Guy” encendió la pista, mientras que “God Is a Weapon” trajo la inquietante presencia digital de Marilyn Manson en las pantallas. El cierre “falso”, muy a la americana, desembocó en un final demoledor con “No Fear”, donde Radke dominó el escenario con carisma y precisión.

Fue una actuación que no dejó indiferente a nadie: excesiva, provocadora, pero impecablemente ejecutada. La única crítica posible fue el exceso de pausas entre canciones, que cortaron algo del ritmo.

Smash Into Pieces

Mientras tanto, en el Metal Dome, Smash Into Pieces vivió un arranque tan accidentado como literal. Durante la introducción del show, Benjamin Jennebo, guitarrista de la banda, cayó del escenario (haciendo un crudo homenaje al nombre del grupo) sin que el resto de la banda notara el percance, ya que no tenían comunicación entre ellos. La banda continuó tocando mientras Benjamin, con tres costillas rotas, era atendido fuera de escena. Un arranque inesperado que mezcló dramatismo con profesionalismo, en un show que fue cancelado a la mitad y quedará en la memoria del festival.

Blood Incantation

Blood Incantation

Originalmente programados para las 21:25, Blood Incantation se retrasó más de 15 minutos debido a problemas técnicos. ¿El resultado? Un arranque tardío… pero una descarga que valió cada segundo de incertidumbre. Lo que presenciamos fue mucho más que un concierto: fue un viaje sónico al borde del universo.

Desde el primer acorde, los de Denver ofrecieron una tormenta de death metal técnico que chocaba de frente con pasajes psicodélicos dignos de Pink Floyd en clave extrema. Todo sonó crudo, real y orgánico. Nada de pistas ni artificios: hasta los sintetizadores fueron tocados en vivo. Y como si no fuera suficiente, el batería se despachó con un gong que le dio un aire ceremonial y casi esotérico al ritual sonoro. El set entero estuvo dedicado a ‘Absolute Elsewhere’ (2024), su última obra, que cobraba vida con ayuda de un juego de luces y láseres que sumergió a la carpa del Marquee en una odisea visual.

Slipknot

Por novena vez, Slipknot se apoderaron de los campos de Dessel y ofrecieron un concierto sin concesiones, sin nuevo disco que promocionar, pero con una producción brutal (incluida una carrocería de Rolls Royce en el escenario) y un setlist que fue a la yugular desde el arranque.

Slipknot. Foto: Rudy DeDoncker

Con Clown ausente por motivos personales, el resto de la banda sostuvo el peso del espectáculo sin flaquear. Abrir con “(sic)” bastó para convertir el campo en un caos: crowd surfers, mosh pits y una energía desatada que no bajó en toda la hora y media de show. “People = Shit”, “Wait and Bleed”, “Nero Forte” y la inesperada “Gematria (The Killing Name)” fueron parte de una descarga furiosa que no dio respiro.

Corey Taylor, más directo que de costumbre, combinó guturales salvajes con momentos melódicos que, por momentos, quedaron algo deslucidos en comparación. Aun así, “Unsainted” y “The Devil in I” fueron coreadas a pleno pulmón, y el debut del batería Eloy Casagrande demostró que Slipknot sigue más que afilado.

El cierre fue una trilogía demoledora: “Spit It Out” (esta vez sin el tradicional “jump the fuck up”), “Surfacing” como himno eterno, y una catártica “Scissors” que destruyó lo poco que quedaba en pie. Noche redonda, que ya deja a Graspop soñando con una décima masacre en el futuro.

Behemoth

Behemoth

Apenas cinco minutos después de que Slipknot dejara el escenario reducido a escombros emocionales, Behemoth tomó el relevo para sellar la noche con una auténtica liturgia infernal.

Si algo han dejado claro a lo largo de los años, es que su furia no disminuye con el tiempo: cada álbum, cada gira, cada directo, parece venir cargado de un odio renovado hacia el sistema. En una época tan convulsa como la actual, su mensaje retumba más fuerte que nunca.

Behemoth

“Blow Your Trumpets Gabriel” fue el inicio del asedio, un riff monumental que desgarró el aire como una profecía cumplida. Las llamas, las sombras y esos imponentes pies de micro en forma de cobra dibujaron una escenografía casi sobrenatural. Aunque la producción fue parecida a su anterior paso por Graspop, esta vez la noche jugó a su favor.

El clímax visual llegó cuando los miembros, antorchas en mano, cruzaron el campo para luego subir al skydeck como si lideraran una procesión apocalíptica. Hubo espacio incluso para momentos de belleza gélida como “Wolves of Siberia”, que trajo un respiro melódico en medio del caos abrasador.

El cierre con “O Father O Satan O Sun!” fue menos un adiós y más una declaración: Behemoth no está aquí para adaptarse al mundo moderno, sino para arrastrarlo consigo al abismo.

Etiquetas: , , , , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *