Crónicas

Finntroll + Skálmöld + Brymir: Gloriosas epopeyas del norte sin prejuicios ni topicazos

«Finntroll es un grupo diferente, tal vez la banda que más lejos ha llegado sin patinar al combinar la oscuridad abrumadora del black y el death metal con melodías vivaces, divertidas y contagiosas»

29 noviembre 2022

Sala Mon, Madrid

Texto y fotos: Jason Cenador

Teníamos ganas, muchas ganas, de recibir a los trolls del metal, a una banda única en su especie que es capaz como ninguna de aunar luz y negrura, alegría y ferocidad en sus canciones. Finntroll es un grupo diferente, tal vez la banda que más lejos ha llegado sin patinar al combinar la oscuridad abrumadora del black y el death metal con melodías vivaces, divertidas y contagiosas. Su sonido encarna la dicotomía que precisamente se asocia a esas criaturas de los bosques escandinavos que tan pronto te machacan la cabeza y hacen de todo con tu cuerpo inerte como aparecen simpáticos en una tienda de suvenires de alguna ciudad septentrional.

Era día laborable y la sala se iba llenando de gente conforme avanzaba la actuación de los finlandeses Brymir, que han hecho de un death metal melódico ágil, reluciente y virtuosamente ejecutado con una perspectiva moderna y sin ocultar sus influencias de Children of Bodom, en particular en su época más colindante con el power metal, su razón de ser.

“Landfall”, “Forged in War”, “Fly With Me” y “Wings of Fire” son algunas de las canciones que interpretaron con la solvencia propia de una banda del más alto nivel que probablemente sería más grande y reconocida de haberse forjado diez años antes. No obstante, llevan más de quince en la palestra, once desde su primera zambullida discográfica, y eso se nota. Hay mucho futuro en ellos.

Bárbaro, muy bárbaro, y no solo por el fenotipo predominante entre los presentes sobre las tablas fue el show de los islandeses Skálmöld, un grupo que ha hecho de la genuinidad un manifiesto irrebatible para confrontar con aquellos que tienen la distorsionada concepción de que bajo el amplio y difuso paraguas del viking metal siempre hay bandas que se repiten como el ajo o calcan a los pioneros. Nada más lejos de la realidad.

El show del combo isleño gozó de un sonido espectacular con el que pudimos sacar punta a nuestro entusiasmo al sumergirnos en su sorprendente virtuosismo instrumental y sus formidables juegos de voces. No en vano, además de su frontman, Björgvin Sigurðsson, en la banda canta todo quisqui, exhibiendo un espectro fenomenal de voces guturales y limpias perfectamente acompasadas.

Un show de Skálmöld es una aventura fascinante en la que el incauto y el poco familiarizado con su ecléctica propuesta no pararán de sorprenderse. La banda es una locura que tiene de todo, desde riffs efectivos hasta evocadores momentos fe folk metal, desde melodías pegadizas y accesibles hasta travesías instrumentales imposibles, desde momentos atmosféricos hasta blast-beats asesinos. En un momento se parecen a Ensiferum, en otro a Iron Maiden, en otro a algún grupo de metal progresivo desprejuiciado y en otro a Moonsorrow. Y siguen siendo ellos, y siguen sonando con una solidez de banda capaz de encandilar a cualquier gran festival europeo.

“Nafri”, “Miðgarðsormur”, una “Niflheimur” cuyas guitarras afiladas coexistieron con un aura vikinga electrificada, algo similar a si la tropa de Ragnar hubiera metido los dedos en un enchufe; la apoteósica “Móri”, con un wall of death a instancias de la banda incluido, o la cambiante y coreadísima “Kvaðning” estuvieron entre los temas con los que Skálmöld selló en Madrid su matrícula de honor.

La imponente actuación de los islandeses por poco nos hace olvidar que las estrellas de la noche, de vuelta a Suomilandia, tenían orejas de troll y mucha energía que volcar sobre una audiencia francamente nutrida teniendo en cuenta que era un martes por la tarde cualquiera y hacia final de mes. Finntroll se ha ganado, por derecho propio, un lugar privilegiado en el corazón de los amantes del folk metal y de quienes disfrutamos sin prejuicios de la porosidad estilística que, frente a postulados trasnochados, el metal extremo puede ostentar. Lo cual no quiere decir que no disfrutemos de los clásicos más ortodoxos, todo sea dicho.

Dos cosas llamaron la atención al irrumpir Finntroll en escena. La primera, que el guitarrista de Skalmóld Baldur Ragnarsson (habrá nombre más vikingo) hacía doblete y sustituía a Routa, uno de los guitarristas de Finntroll, que durante varios días causaba baja en el tour. La segunda, la exasperante ausencia de un teclista, que se traducía en que buena parte de las líneas melódicas principales de las canciones, básicamente todos los elementos folkies y orquestales, estuvieran disparados. Entiendo que no todo el mundo es Eluveitie, que no todos pueden reproducir cada instrumento en cada concierto de cada gira, pero qué menos que disponer de un teclista que ejecute esas partes tan trascendentales en vivo. Demasiado disparado, demasiado para un directo.

Dicho lo cual y aplicada la suspensión de incredulidad, disfrutamos a pierna suelta de unos Finntroll que sonaron devastadores en su faceta más extrema, perfectamente acompasados y con un Vreth que siempre es garantía de espectáculo, actitud y voces guturales indestructibles, apabullantes.

“Att Döda Med en Sten”, perfectamente dedicable a algún que otro sujeto, abrió con inusitado brío un concierto que enseguida encontraría uno de sus puntos álgidos en la incompasiva y emocionante “Nedgång”, temazo demoledor en toda regla y único representante de ‘Ur Jordens Djup’, un álbum que, sinceramente, pienso que merece más protagonismo en sus repertorios. Nos recordaron luego que presentaban nuevo disco, ‘Vredesvävd’, y de él cayó “Ylaren” antes de que prosiguieran, impertérritos a la par que divertidos, con “Människopesten”, “Den Frusna Munnen” y “Solsagsan”, poderosa y divertida a rabiar.

Una insinuante intro sobre la que Vreth presentó al hacha de Skálmöld que cuajó otra actuación formidable como sustituto e hizo gala de una magnífica resistencia física, nos transportó a su primigenio álbum ‘Midnattens Widunder’ para que después acribillaran con “Svartberg”, sucedida por la divertidísima “Slaget vid Blodsälv”. Si alguien no ha visto el vídeo de YouTube con imágenes de Tom y Jerry y este temazo de sintonía, ya está tardando.

Sonaban gaviotas como si estuviéramos en los confines de Vigo antes de “Fiskarens Fiende”, clásico de su álbum más aclamado, ‘Nattfödd’, del que también extrajeron, tras hacer merecido hueco a “Ormfolk”, la propia “Nattfödd”, caviar de folk metal extremo introducida con abstracción por Vreth, y, cómo no, la celebradísima “Trollhammaren”. Saltos, algún que otro mosh y mucha felicidad a su son antes de que “Skodsdotter” y la trepidante “Mask” siguieran haciendo de ello un hervidero, especialmente la segunda, en la que la banda incitó al pogo sin que los aludidos defraudasen.

Ya en la recta final del concierto, “Under Bergets Rot” volvió a mostrarnos la cara más desenfadada y vivaracha de la banda, “Jaktens Tid” fue otra exhibición de nostalgia por parte de un grupo que renuncia a focalizarse en lo último aparcando lo pretérito (minipunto para ellos) y “Midvinderdraken” sellaba un concierto poderosísimo con grandes dosis de épica, brutalidad y diversión. La próxima, que sea pronto y que saquen del bosque al teclista como sea.

Jason Cenador
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Esta entrada fue escrita por Jason Cenador

1 comentario

  • Juandie dice:

    Muy buen como extenso resumen hacia las potentes descargas por parte de estas tres buenas bandas con el Folk/Metal de absoluto protagonista en la Mon madrileña.

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