Crónicas

Dry River: Traspasando almas

«No te los pierdas en sus próximos conciertos en Madrid, Castellón y Fuengirola, porque la música de Dry River no sólo traspasó una vez más nuestra piel, sino también nuestras almas. Únicos»

18 enero 2025

Garaje Beat Club, Murcia

Texto: Andrés Brotons. Fotos: Andrés Brotons y Gerardo Poveda

Dos años después del inicio del último tour hasta la fecha de Dry River, que además dio comienzo en esta misma sala murciana, la banda castellonense de rock progresivo cerraba el círculo regresando al mismo punto, quizás con un poco menos de público (el día anterior había descargado también Tierra Santa), pero aun así con una entrada más que respetable. Y es que Murcia se ha convertido en un valor seguro para estos musicazos, contando con una audiencia fiel que les sigue allá donde van.

Así, con un gran ambiente en la Garaje Beat y muchas ganas de verlos de nuevo, el actor que se encarga de escenificar varios de los momentos del show, Fanfi García, hacía acto de presencia en el escenario con su habitual discurso de presentación, que concluía con el típico: “Vamos a disfrutar del mejor concierto del universo: ¡con todos ustedes, Dry River!”. La satírica “Culpable” era de nuevo la encargada de abrir el concierto, en una perfecta comunión entre público y grupo desde el primer momento, con un Ángel Belinchón dominando el escenario y cantando cada nota con una gran maestría y potencia, casi sin esfuerzo.

La primera sorpresa de la noche vendría de la mano del segundo tema, con la rescatada “Pequeño animal”, de su debut de 2012, ‘El circo de la Tierra’, también fielmente ejecutada a la perfección respecto a la versión de estudio. Lo dije en su día en la crítica que del último álbum hice, “Segundo intento”, que fue el tercer corte en caer, sigue siendo mi favorita del mismo, y es increíble cómo en menos de dos años se ha convertido en un clásico más de la banda.

Los cambios de batería del gran Pedro Corral, así como su perfecta ejecución, con esa melodía tan especial y su estribillo perfecto, hicieron del corte uno de los más coreados de la noche, como también fue muy aceptada la gran “Camino”, de su celebrado penúltimo disco, ‘2038’, un premio musical donde todos ganamos coreándola de principio a fin.

Se presenta Ángel con un “estáis pensando, esta gente antes hablaba mucho y ¿ahora no habla? Muchísimas gracias por venir, ¿habéis venido todos los guapos de Murcia o qué? Y alguno también se ha colado”, vacilaba ante las risas del respetable.

Continuaron contándonos que estaban muy contentos de volver a estar aquí, que habían hecho durante todo este tiempo una gira estupenda con su último disco, 'Cuarto Creciente', y que la mayoría lo debíamos tener ya porque conocíamos "todas las canciones muchísimo y maravillosamente bien”.

No dudaron en recalcar que para esta ocasión habían variado un poco el repertorio respecto a su anterior vez hace dos años para no repetirse, como la mencionada canción tocada del primer disco, pese a que hubiera "algún despistado que dijera, yo ese disco no lo tengo; no te preocupes, hay un puesto de merchandising donde podéis comprar el primer disco y así, asegurarnos la gasolina de vuelta a Castellón”, nos cuenta ante más risas del público.

A continuación, el frontman es interrumpido por un niño que le dice: “Hola, te hiciste una foto conmigo”, manteniendo una divertida y tierna charla con él que Belinchón concluyó gritándonos: “¡El futuro!”, ante un gran aplauso del personal.

La banda nos adelantó que ya están componiendo nuevo material, mientras fueron sonando otros himnos como la impactante “Fundido en negro”, que fue también coreadísima y estuvo acompañada de humo, un impactante juego de luces y la presencia de Fanfi ataviado de manera futurista con una máscara de gas.

Igual de exitosa fue su interpretación de “Perder el norte”, que se ha convertido en otro clásico incontestable, y es que es increíble comprobar cómo la banda ejecuta cada nota a la perfección, con un sonido además redondo y perfecto. ¡Qué bien siguen sonando y qué nivelazo tienen!

“La libertad”, también de su último álbum, es uno de los temas que más conexión guardan con Queen, y una vez más, fue interpretada entre público y banda como si fuera una única entidad, con esa melodía tan especial; mientras que la oscura y siniestra “La serpiente” demostró el lado más progresivo del grupo, con una tremenda ejecución de virtuosismo y destreza instrumental. En esta también hubo una impactante puesta en escena con su actor interpretando a un monje que acababa quemando un libro.

Era el turno de otro de los cortes que tampoco pueden faltar ya en sus conciertos, y que fue en su día el primero en ver la luz de ‘Cuarto Creciente’, “Capitán veneno”, que además es un emotivo tributo al compositor gaditano de chirigotas Juan Carlos Aragón, ejecutado a la perfección nota por nota.

A Ángel le dieron una pegatina de la asociación “Leyenderos murcianos”, y no dudó en pedir que la pegaran en su guitarra acústica, bromeando con que eso sólo lo hacen en Murcia y que "con Leyenderos navarros" no lo hacían, ante las risas nuevamente de todos.

Llegaba “Funeral”, con su letra repleta de humor negro en contraste con el buen rollo de la canción, donde además el actor sale interpretando a un enterrador que se encarga de tomar nota de las medidas para las tumbas a cada uno de los componentes de la banda y, a la par, una lápida que ilustra el escenario reza de manera ingeniosa “DRY R.I.P.VER”.

Belinchón presenta ahora a toda la banda, que incluye al batería Pedro Corral, a los guitarras Matías Orero (al que presentó como el Dios de la guitarra) y Guillermo Guerrero (más que asentado ya en la formación y compaginando esta con su trabajo con la exitosa Aitana), así como David Mascaró al bajo y Miguel Centelles al teclado.

Al propio Ángel le cantamos a capela cuando se presenta eso de “eres el mejor, no eres el peor” (con la melodía de “Funeral”, aunque esta vez no se hizo propiamente en la canción en sí). Finalmente, el cantante también tiene palabras para su técnico de sonido, Juan Carlos Morcillo: “Hace que sonemos de puta madre”, y así mismo, también le cantamos el cumpleaños feliz a su chófer, David. No se olvidó de la chica del merchandising, Begoña: “La única que nos va a hacer ganar dinero hoy”, apostilla con más humor Ángel.

Tras este discurso necesario, llega la joya de la corona, su baladón redondo y perfecto, “Me va a faltar el aire”, con un par de acoples indeseados al principio que, sin embargo, no deslucieron una canción donde nos dejamos los pulmones con su precioso y majestuoso estribillo.

“No es la vez que más nos gritan otra, otra, otra”, bromea Ángel en los bises, diciéndonos que son unos facilones, y que eso sólo se lo decimos a los músicos, que ni al dentista ni al inspector de Hacienda. “Vamos a tocar algo más”, nos avisa mientras suena la extensa y fantástica “Peán”, otra de sus reliquias progresivas infaltables y el tema más largo de su repertorio.

El penúltimo bis de la noche es para el pegajoso y bailable “Irresistible”, con Ángel teclado portátil en mano, mientras sigue a la par la divertidísima coreografía aeróbica que Fanfi nos brinda una vez más. Y es que esta canción siempre nos saca una sonrisa y nos recarga de buena energía, por lo que no nos podemos resistir a bailarla nuevamente, intentando seguir al actor.

El cierre definitivo sería para la magnífica “Traspasa mi piel”, de su segundo disco, ‘Quien tenga algo que decir… que calle para siempre’, celebradísima y cantada por todos los “dryriveros”.

El grupo al completo termina triunfal saludando en el escenario, con el habitual "selfi" final y las posteriores cervezas, fotos y firmas de discos a los fans una vez que bajan del escenario, mientras suena de fondo enlatado el enérgico “Daddy, Brother, Lover, Little Boy” de Mr. Big.

No te los pierdas en sus próximos conciertos en Madrid, Castellón y Fuengirola, porque la música de Dry River no sólo traspasó una vez más nuestra piel, sino también nuestras almas. Únicos.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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