Crónicas
El Drogas: Pasión por el ruido
«Gracias a una banda en un estado de forma increíble, con un Drogas vocalmente espectacular, dinámico, enérgico e incluso por momentos pletórico, irradiando actitud de rock and roll por todos sus poros. Confiamos que este flamante combo siga en los escenarios de este país por mucho tiempo, regalando noches tan memorables»
9 agosto 2022
Plaza de Los Fueros, Lizarra-Estella
Texto y fotos: Iker Vicente
Del mismo modo que el sábado pasado teníamos ocasión de disfrutar del show de Rulo y la Contrabanda en el contexto de fiestas de Vitoria, en está ocasión hacíamos lo propio con el Drogas en las de Lizarra-Estella en Navarra. Y tal como sucedió con Rulo, también en una plaza con la misma denominación y nuevamente con una puntualidad pulcramente atípica en un contexto de fiestas, se daba paso a la mejor actuación que ha presenciado un servidor en mucho tiempo, con un Enrique Villareal en plena forma, sobre todo vocal, arropado por una banda de auténtico 10.
Uno de los grandes alicientes del evento, anunciado de forma anticipada en algunos medios locales que se hacían eco del concierto, es que tras la gira que la banda traía a sus espaldas durante los últimos meses con un setlist íntegramente conformado por temas de Barricada con motivo de su 40 aniversario, para esta ocasión el Drogas volvía con repertorio renovado y nuevamente a medio camino entre la banda que le dio el hito de leyenda del rock estatal y temas más contemporáneos de su carrera en solitario tras la disolución de Barricada.
Así pues, “En la silla eléctrica” ponía la plaza del pueblo botando desde el minuto uno, y sin dejarnos tomar oxígeno acometían con otro clásico donde los haya como lo es “Esperando en un billar”, ambos del disco de debut de Barricada. “Así” era el primer corte en solitario con el que rompía la baraja de la cartas que venía jugando, como decíamos, durante los últimos meses, para proseguir con el melódico “Frío”, dejando ya al público sin voz nada más empezar el concierto.
Desde luego, frío no era precisamente lo que estaba percibiendo la audiencia, que continuó dándolo todo con temas más recientes en el repertorio del de la Txantrea como “En punto muerto” o “Come elefantes”, o el clásico "Barrio conflictivo", todos en clave totalmente reivindicativa, a las que añadió alguna proclama antimonárquica extra por si el mensaje no se había entendido lo suficientemente claro.
Con un público dando el mejor feedback posible desde el comienzo, todos los temas estaban teniendo un inmejorable recibimiento, y en ese contexto llegaba “Víctima”, y “Tentando a la suerte”, que desde luego no daban tregua, nunca mejor dicho, para seguir con todo un repertorio altamente reconocible y que fue recibido con los brazos abiertos por todos los asistentes con cortes como “Cordones de mimbre”, “Bahía de Pasaia”, “A toda velocidad”, la reivindicativa “Campo amargo” y “Cuidado con el perro”.
Se presuponía que los temas de Barricada serían los más aclamados por el público, pero insistimos en el hecho de que todas las canciones, sin discriminación, estaban teniendo una acogida máxima. Con la introducción “esta canción se entiende bien en los lugares donde un río pasa cerca” bajaban el pistón para interpretar de manera magistral “Debajo de aquel árbol”, “Ya no anochece igual” y la emocionante “Matilde Landa”, con esa letra preciosa pero a su vez desgarradora del mejor tema del último disco que nos dejaron los Barri en 'La tierra está sorda', abordando el sin sentido de la guerra civil Española. Este trío de medios tiempos nos permitió, ahora sí, darnos un poco de tregua antes de volver a acción directa con la artillería pesada.
Justo en el ecuador del concierto llegaban “Empujo pa'kí” enlazada con “Animal caliente”, donde un público entregadísimo se dejó literalmente la garganta en la plaza de los Fueros aportando al evento unos coros como pocas veces se pueden disfrutar. “Problemas” precedió a “Peineta y mantilla”, tema que ponía la máxima en la crítica enérgica al mamoneo y corrupción política vivida en los últimos años, para después regalarnos otro gran himno de Barricada como lo es “La hora del Carnaval”.
El momento álgido de la velada posiblemente se produjo con la pura y visceral química conseguida con “Todos mirando”, con una banda que, llegados a este punto, incluso se desenchufó casi por completo para dejar que el público siguiese llevando no solo la letra, sino también y sobre todo la propia melodía y compás del tema, todo ello envuelto en un auténtico frenesí de palmas.
Si a alguien le quedaba alguna duda del grado de conexión que El Drogas y su ya casi legendaria banda estaban consiguiendo irradiar en el ambiente de auténtica fiesta en la localidad de cabecera de la merindad de esta zona alta de Navarra, “Todos mirando” y “Balas blancas”, pero sobre todo la primera, consiguieron una simbiosis plena y absoluta con la gente, aun quedando noche por delante, por cuanto, tras El Drogas, Mala Pécora serían los encargados de continuar amenizando el ambiente (no sin un listón excesivamente elevado). Todos los asistentes devolvieron al Drogas una grandísima parte de la energía que estaba recibiendo desde abajo.
Tal y como hizo Rulo en su pasada visita a Vitoria, no podía faltar el homenaje al fallecido Boni (Barricada), y por ello Enrique, con las emocionantes palabras “pal que siempre la ha cantado”, daba paso a “Aprieta el gatillo”, consiguiendo tocar el cielo navarro a través de una emoción extendida entre el respetable como pocas veces se tiene la suerte se presenciar.
Habiendo rebasado la hora y cincuenta minutos de concierto costaba pensar que aún quedaran bises pendientes, pero atendiendo a la habitual estructura de concierto de rock que se precie, no dudaron en volver a las tablas para echar la espuela con “Azulejo frío”, presentar a la banda con Flako Txarrena al bajo, Txus a la guitarra, y el gran Brigi, con una pegada de brutal y que dio mil y una muestras de ser uno de los mejores de este país a la percusión, y echar el candado con “En blanco y negro”.
En definitiva, la noche se nutrió de todos los ingredientes claves para conseguir un éxito pleno: ambiente de fiestas salpicado por un setlist inmejorable, acompañado de un público entregadísimo y todo ello gracias a una banda en un estado de forma increíble, con un Drogas vocalmente espectacular, dinámico, enérgico e incluso por momentos pletórico, irradiando actitud de rock and roll por todos sus poros.
Confiamos que este flamante combo siga en los escenarios de este país por mucho tiempo, regalando noches tan memorables como la vivida en Estella.
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2 comentarios
Cojonudo resumen hacia el gran concierto que se marcó uno de nuestros músicos más ilustres como es EL DROGAS y sus pedazos de músicos tanto con temas propios como de mis adorados e históricos BARRICADA. A medias de Septiembre van a la preciosa ciudad de Úbeda.
He visto muchas veces al Drogas muchísimas veces pero el concierto de Lizarra Estella fue brutal apoteósico joder no se qué más decir agusto muy agusto