Crónicas
Desakato + Smoking Souls + Bellvitge: Las despedidas me aterran
«Las mejillas recogiendo el descenso de la pena, el ver que se te escapa de las manos algo que era tuyo. Hasta por momentos sentías que se ralentizaba la música, queriendo alargar el momento, aferrándose a la vida»
7 noviembre 2023
WiZink Center, Madrid
Texto: Javier Pérez. Fotos: Sandro Santos
La capital se vistió de gala para recibir el último aliento de Desakato. Los asturianos se bajan del circo de la música con un legado impecable e implacable. Relatamos los hechos sin caer en la tristeza rancia. Porque siempre nos quedará su música.
Bellvitge y Smoking Souls fueron los encargados de desperezar la noche. De los primeros apenas pudimos ver sus últimos compases debido a algún pequeño problema en el acceso, solventado con eficacia por una organización que nos trató absolutamente de lujo en todos los aspectos. En alrededor de media hora y con un público escaso que apenas ocupaba media pista, le echaron alma y seguro que rascaron más de un nuevo seguidor para la causa. Aprovecharon su ratito en escena para gustarse y divertir. Su rock alternativo, dinámico y compacto se paseó con soltura por el WiZink.
Smoking Souls ya contaron con más tiempo, luces, su propio telón a juego, y con una propuesta bastante interesante, cantando en valenciano, me gustaron mucho. Además, se veía que entre la concurrencia había muchos conocedores de su música. Le metieron ganas al bolo, se plantaron en las tablas con una presencia escénica bien traída y se llevaron la ovación ganada. El contraste de todo el conjunto brilló con luz propia y, aunque la noche era de otros, agarraron su trozo del pastel.
A las 21:40h, momento señalado exacto, y con un WiZink lleno, a excepción del último anillo de gradas, que no se puso a la venta, se van las luces y empieza el principio del fin. Hasta aquí, y desde que anunciaron que se largaban, siempre nos quedaba la gira de despedida o, en última instancia, el postrero día en Madrid. Ya sólo quedan las cerca de dos horas que se van a llevar por delante la carrera de Desakato.
“Cuando salga el sol”, “Nueva religión” y “Tiempo de cobardes” corren como la pólvora en la noche madrileña. Se abren paso entre el gentío, miran hacia otro lado, y detonan con la voracidad de un día cualquiera. Levísimos saludos y alusiones a la consumación, como si el mal trago pasase mejor haciendo lo de siempre.
“Contra la pared” mira atrás, hasta sus primeros compases, “Octubres rotos” desboca aún más lo ya desbocado, “A la soledad” empieza a cerrar los nudos sobre las gargantas, oxigena “Sombras” y, mediando el evento, la presencia de Falu para reivindicar el asturiano y hacerse con ellos “Fríu de xinero” aprieta tanto, que se empiezan a derramar las primeras lágrimas contenidas.
Cuando hacen acto de presencia “Salvajes” y, sobre todo, la atronadora “Columnas de humo”, parece que el aliento se recupera; de perdidos al río, supongo, y el hardcore brutote de “Heridas abiertas” y la unificación con “Trompetes de Xericó” alzan el vuelo de los de arriba. Los de abajo se entregan a la causa final, de nuevo, en “Animales hambrientos”.
Afrontando el último tercio de la noche, aún no se habían venido abajo los espíritus; sin embargo, y de ahora en adelante, entre pogos locos, recuerdos inéditos, despedidas livianas y miradas al reloj, recorreríamos todos los reunidos una montaña rusa emocional lógica. Y evidente. Y normal. Porque allí estábamos para hacer historia, mas tristemente para cerrar la suya. “Humo negro”, “La cura”… ‘Antártida’ como epicentro del torbellino que recaló sobre ‘Las miel de las flores muertas’.
“La ira de los hambrientos” trajo a mi mente un “y si…”. ¿O acaso no habrían encajado bien por estos mismos lares dentro de unos meses con S.A., Hamlet, Crisix y Angelus? Pues esto es lo que pasa cuando quedan pocos clavos ardiendo.
Imaginad “Cada vez”: las mejillas recogiendo el descenso de la pena, el ver que se te escapa de las manos algo que era tuyo. Hasta por momentos sentías que se ralentizaba la música, queriendo alargar el momento, aferrándose a la vida. “La tormenta” y “Fueu y solombres” tuvieron el honor de ser dos de las tres últimas interpretaciones. El colofón lo puso “Pánico en Frankfurt”.
Hemos tenido el placer, tanto quien firma como quien pone las fotos a esta crónica, de vivir, en los últimos ocho o diez años, el despegue de un grupo con el que Sandro Santos debutó plasmando instantáneas para este medio en un lejano Rivas Rock, allá por el ¿2015? Los vimos crecer en el Viña hasta ocupar puestos de honor, levantar un Shikillo complejo en el que el sonido aplastó todas las previsiones de la organización, incluso nos juntamos con cerca de mil personas en los tiempos pandémicos para verlos en streaming.
Son una de las agrupaciones sobre las que más he escrito para MariskalRock o La Heavy; y hoy escribimos nuestras últimas letras sobre ellos.
Gracias y hasta siempre.
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1 comentario
Pedazo de resumen hacia la gira de despedida de los asturianos DESAKATO en el histórico Palacio De Los Deportes de Madrid que junto al resto de las otras dos bandas teloneras lo bordaron. Ojala más pronto que tarde le tengamos una vez más a los DESAKATO de vuelta como la gran banda que son.