Crónicas

Da Igual: Karaoke power

«Música desenfadada, una actitud totalmente desprejuiciada y desvergonzada y una más que demostrada capacidad para hacer pasar un buen rato a quienes se acerquen a sus actuaciones y solo busquen un rato de desparrame, cachondeo, risa y fiesta, que no es algo tan fácil»

29 marzo 2023

Sala Moby Dick, Madrid

Texto: Mariano Muniesa. Fotos: Fede Demarko

No sería honesto con todas y todos los lectores de MariskalRock.com si no confesara que el show de este grupo me sorprendió enormemente, llegando incluso a dejarme realmente perplejo en algunos momentos. Da Igual casi podría decirse que, más que un concierto al uso, lo que nos ofrecieron fue una fiesta del estilo de las fiestas de verano en muchas localidades costeras, amenizadas por orquestas que recorren los hits del momento. De hecho, su cantante, Wences, tiene maneras, gestos y empaque de cantante de orquesta de toda la vida.

El concierto venía a ser una suerte de presentación de su último disco, ‘Explosión de color’, un trabajo muy heterogéneo y musicalmente muy variado, aunque no fueron los temas de este disco lo más poblado de su setlist. No obstante, sí tocaron alguno de los, al menos a mi juicio, más inspirados, caso de “A brindar”, “Me muero de frío”, “Adicción” o “Prefiero 1k veces un beso que un like de instagram”, junto a “Lo haré por mí” y “Tatuado a fuego” entre otras.

En estas canciones, la banda, que se completa con el guitarrista Alex Pouget, Victor al bajo y Enzo a la batería, se muestra sólida, compacta, aunque no puede decirse que destaquen por endurecer y dar más fuerza a sus canciones, sino que, de hecho, suenan más pop, transmiten y comunican.

Personalmente, me hubiera gustado más verles en esta faceta, pero, y ahí viene la sorpresa que comentaba al inicio de la crónica, más de la mitad de su actuación se basó en medleys de versiones de temas extraordinariamente populares, propios de las orquestas de verano, que en modo alguno imaginaba en un grupo que se define como pop-punk, y menos en esa cantidad.

En una primera tanda, “clásicos” de la pachanga como “No controles” de Olé Olé y varias piezas de Mecano, Miguel Bosé, Chayanne o “Yo quiero bailar” de Sonia y Selena sonaron a tope con la banda dándolo todo, en especial Wences, frente a un público ya de entrada muy heterogéneo, muy poco habitual en los conciertos de rock convencionales, y que hay que decir que se lo estaba pasando en grande.

Momento a señalar especialmente fue cuando Wences invitó a subir al escenario a la expresentadora de televisión Alicia Senovilla, con la que cantó a capela una versión del clásico de la copla “María de la O”, en la que si se hubiera puesto un sombrero cordobés y un pañuelo de lunares al cuello, se hubiera transmutado en la viva encarnación de Juanito Valderrama o El Príncipe Gitano. Todo un carácter.

Por momentos, Wences me pareció el eslabón perdido entre Axl Rose, Jon Bon Jovi y David Bisbal, a quien recuerda mucho en su forma de actuar, incluso con sus saltos y sus patadas al aire.

Pero el desmadre definitivo llegó al final, cuando se marcaron veinte minutos de medley en el que ya lo dieron todo: El canto del loco, Las Grecas, David Civera, Bisbal, Bustamante o Nino Bravo, pasando por Bon Jovi y Maná… y con el público, claro, desmelenado y disfrutando como locos. Un repertorio de karaoke de cena navideña de empresa en el que, ya puestos, solo me faltaron “Aserejé” y “Tractor Amarillo”.

Música desenfadada, una actitud totalmente desprejuiciada y desvergonzada y una más que demostrada capacidad para hacer pasar un buen rato a quienes se acerquen a sus actuaciones y solo busquen un rato de desparrame, cachondeo, risa y fiesta, que no es algo tan fácil, es algo que hay que saber hacer, y Da Igual desde luego saben hacerlo.

Redacción
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