Crónicas
Commando 9mm + Kinki Boys + Las Furias en Bilbao: Una amenaza muy real
«Me faltaron algunos de mis temas preferidos como “Chica Medicinal” o “Esta noche”, pero fue un bolo incontestable, a velocidad trepidante y con una banda que aún en 2024 puede dar bastante guerra. Para meapilas y defensores de lo políticamente correcto son todavía una amenaza muy real.»
17 agosto 2024
Nave 9, Bilbao
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa
Hay conciertos que se huele a la legua que van a ser memorables, esos bolos en los que acuden todos los clásicos del rollo y uno se siente completamente en familia. Los fenómenos meteorológicos pasan a un segundo plano, así como el hecho de que el recinto esté completamente a reventar, incluso con un nutrido grupo de gente observando el espectáculo desde fuera. Cuestión de prioridades, algunos nunca valimos para quedarnos cómodamente en la trinchera.
Tal ambiente se generó sin duda en el primer recital de fiestas de Bilbao que habían organizado desde el garito Nave 9, con una espectacular programación que por supuesto daba mil vueltas a la que proponían los dinosaurios consistoriales. Por motivos laborales, nos perderemos el resto de citas, pero anda que no salimos con un inmemorable sabor de boca con el inapelable trío conformado por los míticos Commando 9mm, Kinki Boys y Las Furias.
Por desgracia, la lluvia nos aguó un poco la fiesta al obligar a cambiar el escenario preparado en la terraza por el del interior, donde hacía más calor y parecía un tanto limitado para acoger a la considerable muchedumbre que se había arremolinado en la explanada del Museo Marítimo. Pero gracias a la profesionalidad de unos y otros se consiguió sacar adelante un concierto que desde luego fue para recordar, como hemos dicho anteriormente.
Abrieron por tanto desde el exterior el trío de garaje punk Las Furias, chicas con agallas y actitud a regalar, como demostraban temazos del calibre de “Señorita Rock n’ Roll” o el homónimo “Las Furias”. Por si fuera poco, también acertaron con las versiones, con una apabullante “Too Drunk To Fuck” de Dead Kennedys o una sorprendente “Teenage Kicks” de The Undertones, que la tocaron como si fueran The Ramones.
Y encima estaban acompañadas por el versátil y polifacético batería Riki, que no sé cómo puede estar en tantos grupos a la vez, pero aporta la contrastada solvencia del veterano en todos los proyectos en los que se involucra. Hay que seguirles la pista. Por obligación.
Contar en un cartel con Kinki Boys es del mismo modo otra garantía inapelable en directo. Aparte de que se desenvuelven con soltura en ese territorio indefinido entre el punk y el siniestrismo, cada vez amplían más su campo de acción con piezas como la homónima “El país de las maravillas”, que da nombre a su último trabajo y se acerca sin complejos al swing.
Pero también cayeron lo que podríamos considerar sus clásicos, como la macarra “Vete”, “Dímelo tú” o ese “Si algún día”, con referencias incluidas a Iggy Pop y otros grandes del rock. Su versión de “Redada en Ciudad Sumisión” de Obligaciones encendió los ánimos como debía hacerlo un himno de esas características. ¡Larga vida!
Si no fuera porque hablamos de punk, diría que al mencionar a Manolo Uvi y a Commando 9mm casi habría que santiguarse, lavarse la boca o cualquier otro acto que se estime oportuno al referirse a deidades. No en vano es considerado el primer punk patrio por montar La Uvi a principios de los ochenta, algo que no resultaba baladí en un país que siempre llegaba tarde en lo que respecta a movimientos culturales, y luego configurar todo un supergrupo del género cuyo predicamento sigue plenamente vigente aunque pasen años o décadas.
Como ya hemos dicho, por motivos meteorológicos hubo que trasladar el concierto al interior, por lo que una parte del personal contempló el espectáculo desde fuera. Eso sí, nadie se largó, o por lo menos un servidor no lo vio, como prueba evidente de la energía que trasmitió el legendario grupo madrileño en su descarga.
Los pogos casi fueron constantes, pero sin duda un buen pico pudo alcanzarse con el tramo encabezado por la nihilista “No hay futuro”, “Suena Bang” o “Jenny”. Y lo mejor de todo es que fue un bolo a la vieja usanza, sin palmas ni mierdas verbeneras y tampoco sin excesivas brasas que no interesan a nadie. Allí lo importante era la música, enlazando unas piezas con otras, según el evangelio ramoniano.
El himno antimilitarista “Johnny coge el subfusil” sonó apoteósico, con peña en volandas y alguno hasta atreviéndose a lanzarse a la muchedumbre. Mantuvieron muy dignamente el tipo con “Desconectado” o “Canción de odio” en un recital de esos en los que si parpadeabas o te ibas al baño, pues ya te perdías bastante.
Que todavía en 2024 se recuperen en directo canciones de La Uvi solo podría merecer el mayor de los elogios, por ahí se colaron joyas del punk patrio como “Velocidad” o “La policía”, con letras que todavía supuran bilis como cuando vieron la luz, hace ya varias décadas. De hecho, esta formación se convirtió en el enlace con bandas del País Vasco de tanta solera como Las Vulpess o R.I.P., pues su primera incursión al margen del foro fue en el colegio Montecabras del barrio de San Vicente de Barakaldo.
“Antisocial” era otra de las que tenían que sonar, al igual que “Lady Mambo” o “Únete al comando”, que además contó con la advertencia: “¡Somos la amenaza!”. Y en “Amor frenopático” hubo un pogo tan salvaje que a punto estuvo de caerse uno de los altavoces del garito. Por fortuna, andaba cerca el superhombre Berna, un profesional como la copa de un pino en saraos punk que lo mismo soluciona problemas de sonido que contiene los excesos de entusiasmo para que nadie resulte herido. Que todavía no le hayan hecho una estatua demuestra que vivimos en un mundo muy injusto.
¿Qué más faltaba para echar el resto? Pues una piedra angular del siniestrismo como “Un día en Texas” de Parálisis Permanente, que como era de esperar puso en ebullición al garito de un plumazo. Para que luego digan que si el rock, el punk o Cristo bendito están muertos. Y un huevo. Los cadáveres no provocan explosiones de júbilo a ese nivel.
Me faltaron algunos de mis temas preferidos como “Chica Medicinal” o “Esta noche”, pero fue un bolo incontestable, a velocidad trepidante y con una banda que aún en 2024 puede dar bastante guerra. Para meapilas y defensores de lo políticamente correcto son todavía una amenaza muy real. Y que así sea por muchos años.
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1 comentario
Pedazo de resumen hacia el gran concierto que se curraron unos históricos de nuestro Punk Rock como son los madrileños COMANDO 9MM a través de estos clásicos en tan conocida sala bilbaina junto a KINKI BOYS y LAS FURIAS los cuales dieron ambas bandas unas cañeras descargas a base del mejor Punk Rock.