Crónicas

Cobardes: Energía, pasión y momentos únicos

«Fue una noche que encapsuló la esencia del rock urbano, una mezcla de energía, pasión y momentos únicos como los que vivimos en el concierto»

19 abril 2024

Sala Camelot, Salamanca

Texto: María Miguel Gomes Leitao. Fotos: Miguel Guerra Leitao

Las filas de personas esperando a las puertas, ansiosas por que el reloj marcara las ocho y media para entrar, eran una señal clara de que algo extraordinario estaba por suceder. El sobrio exterior de piedra y heráldicas medievales de la sala Camelot ocultaba en su interior el estruendo de las pruebas de sonido de Cobardes, la banda de rock urbano pamplonesa. Era su segunda visita a Salamanca, esta vez con la gira "Maleta, carretera y rock & roll".

En cuanto las puertas se abrieron, una ola de fans llenó la sala, todos con el objetivo de llegar lo más cerca posible del escenario, ya iluminado con un tenue azul y envuelto en una creciente bruma, presagio del inminente comienzo del espectáculo. El bullicio cesó y la tensión llenó el aire cuando los acordes de violín de “Por una cabeza” de Carlos Gardel comenzaron a resonar en la sala.

Las luces tiñeron el ambiente de un intenso rojo. Acto seguido, empezaron a bajar por las escaleras los miembros de la banda para tomar sus respectivos lugares. La canción que abría el concierto y que sería predecesora de otras dieciséis canciones sería “Un beso y hasta siempre”, del último álbum de la banda, 'Que empiece el baile'.

La segunda canción, “Rodeada de idiotas”, fue entonada por todos a pleno pulmón. A medida que avanzaba la noche, las luces cambiaban de tonalidad entre canción y canción creando un ambiente envolvente mientras Cobardes interpretaba canciones como “Quinientas mil mañanas”, “Un millón”, “La frontera”,” Un verano sin sol”,” En otros labios”, ”Maldito abril”, ”Caminos de algodón” y “Vuela”.

El momento más emotivo de la noche ocurrió cuando el vocalista, solo con una guitarra acústica, interpretó “Solo tú”, una canción dedicada a su hijo. El público, conmovido, cantó el estribillo a capela creando un coro espontáneo que llenó la sala de emoción. El propio cantante, Javier Janices "Cordobés", parecía visiblemente conmovido por el cálido respaldo.

En medio de ese ambiente mágico, las pequeñas luces de los mecheros y las linternas de los móviles iluminaron la sala, añadiendo un brillo que hizo de ese instante algo verdaderamente especial e inolvidable.

El concierto continuó con canciones como “Mis tacones”, ”Otra noche”, ”En llamas”, ”Romeo y Julieta” y “Cielo gris” antes de cerrar con “Princesa en paro”, que fue coreada con entusiasmo por todos, al igual que el resto del repertorio.

Fue una noche que encapsuló la esencia del rock urbano, una mezcla de energía, pasión y momentos únicos como los que vivimos en el concierto.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Muy buena crónica hacia el gran concierto que se marcaron COBARDES presentando su último álbum a base del mejor Rock Urbano en dicha sala salmantina. Las mejores de las suertes para esta buena banda hacia los restantes conciertos ibéricos.

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