Crónicas
Burning en Bilbao: Pestazo a rock n’ roll
«Un espíritu no puede aniquilarse. Y mucho menos jubilarse.»
10 septiembre 2022
Kafe Antzokia, Bilbao
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa
Hay bandas que no se deberían retirar nunca. Frente a esa muchedumbre que intenta pasar siempre por los más modernos del lugar, a otros eso nos la trae al pairo y ni siquiera nos amilanan las acusaciones de “pollavieja”, algo que parece lo peor que te pueden llamar hoy en día. Incluso aunque venga de niñatos pijos que no han doblado el lomo en su vida. Lo importante es aparentar y dar a entender que sin ellos nunca llegará la renovación. El viejo lema maniqueo de “o yo o el caos” adaptado a los nuevos tiempos. La Santa Inquisición reverdeciendo laureles una vez más.
Por todo lo expuesto anteriormente un servidor acogió con ilusión la noticia de que Burning no se retiraban, como anunciaron antes de la pandemia, sino que seguirían con algunos cambios en la formación. Lo cierto es que prescindir de un maestro de las seis cuerdas como Edu Pinilla nos parece un error descomunal, pero la banda que ha conseguido reunir el veterano Johnny Cifuentes está más que capacitada para defender un legado histórico que abarca varias décadas.
Este tipo de cosas nos venían a la cabeza mientras nos acercábamos al bilbaíno Kafe Antzokia para vivir otra noche épica de rock n’ roll en la que sabíamos de antemano que no saldríamos decepcionados. Lo que nos sorprendió de veras es que el recinto no estuviera tan abarrotado como otras ocasiones, aunque eso tampoco quiere decir que hubiera cuatro gatos, los justos para montar buena jarana en un concierto. Déjate de agobios.
Para calentar el ambiente resultaron una opción muy recomendable los madrileños Atraco, combo con pintas molonas y actitud de comerse el mundo como la de Los Zigarros o Tequila en sus inicios, no en vano ya pueden presumir en su corta trayectoria de haber colaborado con los mismísimos Alejo Stivel o Ariel Rot. Se quedaron de veras con el personal con su soberbia versión del “Sábado noche” de Moris, un temazo que levantaría hasta al público más esquivo. Prometedores.
Después de haber perdido la cuenta de la tira de veces que hemos visto a Burning, uno afronta sus conciertos con la ilusión de escuchar cuantos más clásicos mejor, pese a que éramos conscientes de que también caería algo de ‘Hagámoslo’, el disco en solitario de Johnny. En este sentido, fue un arranque más que adecuado “Sé cómo vivir (No como morir)”, que abre precisamente el último álbum mencionado.
“Bestia azul” procede de aquel laureado ‘Pura sangre’ de 2013, probablemente el mejor trabajo de los de La Elipa en varias décadas por lo menos, se nota que ya ha logrado en el repertorio su lugar de igual a igual con otros clásicos, como merecen de sobra muchos temas del citado redondo. Y en esta tesitura decantarse por “No pares de gritar” era el golpe deseado por la mayoría de los fieles. Touché.
Quizás la sala no anduviera hasta los topes, pero los ánimos sí que se movieron en un punto álgido desde el comienzo. La afirmación de Johnny de que “¡Estamos vivos!” encontró su eco en varios aficionados que respondían con gritos como “¡Larga vida al rock n’ roll!”. No era complicado ganarse al respetable con himnos como “Jack Gasolina” o “Es decisión”, inevitable no acordarse en esta última del gran Pepe Risi.
“¡Somos más longevos que la reina!”, dijo Johnny en alusión al reciente fallecimiento de la monarca inglesa Isabel II. Y poco después evocó uno de esos duros momentos del confinamiento cuando miró por la ventana y pensó en aquellos que acudíamos a los conciertos. Creó la atmósfera adecuada para arrancarse con “Un duro invierno”, de su disco en solitario, aunque contiene todos los ingredientes de los clásicos de Burning. Y también se ha abierto paso en el repertorio de los últimos tiempos “Todo a cien”, con el saxofón destacando y una parte funky final en la que se sacó mucho partido a la percusión.
Sobraban las presentaciones cuando Johnny anunció “una canción que se la sabe hasta mi madre”, solo podríamos estar hablando de “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?”. Todo un acto de fraternidad en el que el vocalista se aproximó a dar la mano a la gente de las primeras filas. Recordó la película de Fernando Colomo del mismo título y aseguró que lo mejor de ella era “la canción”. Sin rollos.
No podrían faltar personajes de sobra conocidos como “Jim Dinamita”, aunque sea con letra adaptada a los nuevos tiempos para no herir susceptibilidades. Y en “Como un huracán” se desataron las gargantas de lo lindo, como era de esperar. “Para todos los que tenemos ahí arriba”, dijo Johnny antes de terminar con esa inmortal frase de “Y tú no estás…”. Maravilloso.
“Muévete en la oscuridad” mantuvo el subidón, del mismo modo que la macarra “Ginebra seca”, en la que enlazaron el “(I Can’t Get No) Satisfaction” de los Stones, Sus Satánicas Majestades siempre en el firmamento. Y el vocalista Diego de los teloneros salió en “Esto es un atraco” para dejar su impronta en una noche tan especial. Es de agradecer este capote que echa Johnny a las nuevas generaciones, al igual que hizo en el pasado con otros como Desvariados.
“Es especial” fue un momento álgido más para atesorar en la memoria, con los coros repetidos hasta la extenuación, antes de poner la guinda con “Mueve tus caderas”, ideal para que el jolgorio no pare siquiera en los últimos minutos. No tardaría en regresar Johnny para darse un baño de masas y con los ánimos desbordados decantarse por un inmenso “No es extraño que tú estés loca por mí”. Poco más se podría pedir.
Era imposible que se marcharan sin acordarse de “Una noche sin ti”, donde Johnny aseguró que la concurrencia apestaba a “rock n’ roll”, un elogio hacia un lugar donde su propuesta siempre se acogió con los brazos abiertos. Hay temas que seguirán atronando por los años y los años.
Dan igual las personas que integren la banda, el sentimiento Burning es algo muy grande que está por encima de modas y egos. Y lo mismo sucede si se trata de un álbum del grupo o de Johnny en solitario, el pestazo a rock n’ roll ahí seguirá presente y no se irá ni frotándose cien mil veces contra el material que sea. Un espíritu no puede aniquilarse. Y mucho menos jubilarse.
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1 comentario
Extenso resumen hacia la cañera y rockera actuación que se marcaron una de nuestras bandas más históricas como son los madrileños BURNING a través de esos temazos inmortales en el mitico Antzokia Bilbaino. Muy digna actuación la de la banda ATRACO como dignos teloneros.