Bunbury: Más alto, solo el cielo

Simultáneamente, anunciaba una serie de "diez shows únicos" divididos entre 2023 y 2024, cinco cada año, por América y España, al que posteriormente se añadiría un último concierto final en su casa, Zaragoza. Para estos conciertos, el que fuera vocalista de Héroes del Silencio ha vuelto a contar con su banda de apoyo desde 2008 hasta 2022, Los Santos Inocentes. Una de estas fechas la teníamos marcada en rojo en el calendario, el 29 de junio en el WiZink Center de Madrid.

"Sólo espero que el público venga preparado para entregarse a tope y disfrutar, como nosotros lo haremos. El espectáculo está muy bien diseñado. Con luces, audio y visuales a la altura internacional que los fans merecen. Y creo que el repertorio está muy bien medido. Con paradas en todas las épocas, canciones indispensables, sorpresas y repaso a 'Greta Garbo', el nuevo álbum", declaró el aragonés desde méxico, tal como recogió El Heraldo.

Aprovechando una ocasión tan especial, pudimos ver a distintas generaciones juntas esperando disfrutar del legado de Enrique Bunbury en todas sus vertientes. Un viaje que comenzaba con el escenario en penumbra mientras sonaba instrumentalmente “Los términos de mi rendición” para luego arrancar con su último álbum y el tema “Nuestros mundos no obedecen a tus mapas”, donde la voz de Bunbury resonó con la misma intensidad de siempre.

Tiempo de “Cuna de Caín”, con ese toque de folk oscuro antes de la llamada a la acción de “Despierta”, un fabuloso corte que abría otro fabuloso disco como es ‘Palosanto’, arropado por unas proyecciones donde se veían varios televisores emitiendo imágenes de los noticieros que tornaban a personajes de lucha libre mexicana para golpear “Hombre de acción”.

Al finalizar, Bunbury se dirigía por primera vez al público madrileño: “Muchas gracias, de verdad. Es un verdadero placer estar en el WiZink con todos ustedes después de seis años, demasiado tiempo… Les traemos canciones nuevas, del nuevo álbum y también un repertorio mirando a todas las épocas. La primera época de Héroes del Silencio, la época de El Huracán Ambulante y Los Santos Inocentes. Esperemos que el repertorio que hemos elegido para esta noche sea de su agrado”.

Inmediatamente sonaba “El rescate”, una balada casi perfecta, que añadió un nuevo color al caleidoscopio sonoro que iría mostrándonos esa noche. Mantenemos un poco de esa cadencia melancólica con “Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti)” antes de que todos nosotros nos volviéramos “Invulnerables”, como si por un momento pudiera protegernos bajo el hechizo de la música con otra de las cartas astrales de su último trabajo, ‘Greta Garbo’.

Es innegable la presencia magnética de Bunbury, llevándonos por un laberinto de melodías donde cada esquina revelaba un nuevo pasaje, como “Más alto que nosotros sólo el cielo”, con un gran solo de Alvaro Suite, o el folk bien modulado de “Que tengas suertecita”. Durante varias ocasiones nos hizo saber lo importante que era para él volver a subirse a un escenario: “Hace dos años pensaba que esto no iba a pasar nunca más, que no iba a poder cantar. No doy por sentado volver a los escenarios, cada día es como si fuera el último. Es un honor cantar para todos ustedes”, comentó el ex líder de Héroes del Silencio antes de interpretar “Alaska”.

Si por definición la música es un universo en constante expansión, entre los exploradores más intrépidos siempre ha estado el músico zaragozano. A lo largo de su etapa en solitario no ha tenido reparo en sumergirse en géneros como el cabaret, el bolero, lo electrónico… obviamente, sin olvidarnos del rock. El viaje a este cosmos sonoro, en ocasiones, seguramente le ha costado algún que otro detractor que añoraba el sonido más añejo de su etapa en Héroes del Silencio. Con esta afirmación llegamos a un tema como “El extranjero”, de su fantástico y a veces olvidado ‘Pequeño’, de 1999.

Mientras deambulamos entre “Desaparecer” o tomar “La actitud correcta”, con el público siendo la voz principal en los estribillos, vuelve a dirigirse a nosotros: “Muchas gracias. ¿No están cansados? Me gustaría oírlos cantar especialmente en esta canción. Esta canción es una recomendación para los tiempos que nos está tocando vivir, ahí fuera es la puta jungla. Una recomendación para todos ustedes… apuesten por el rock and roll”. Y sin dilación, guitarra electroacústica en mano, nos ofrecieron la interpretación de la ya clásica versión del grupo Más Birras, que fue coreado hasta la saciedad.

“Porque las cosas cambian” y “De todo el mundo”, bajándose a las primeras filas a darse un baño de masas, bajaron un poco las revoluciones antes de la erupción. Es evidente que el legado de Héroes del Silencio sigue vivo en los corazones de muchos, y por todas partes se podían ver camisetas de la legendaria banda esperando una oportunidad única de escuchar de la voz original un tema como “Entre dos tierras”, esa piedra angular del rock en español, que ha dejado una marca indeleble en la música iberoamericana, nos dejó afónicos de cantarla. Seguro que más de uno habría pagado una entrada solo para escucharla.

Antes de llegar a los bises, nos regaló un par de temas de su tercer trabajo en solitario, ‘Flamingos’. La primera en sonar fue “Sí”, la cual es realmente una versión de la banda catalana Umpah-Pah, liderada por el carismático Adrià Puntí, a la que Bunbury añadió su propio estilo; y “Lady Blue”, una de sus canciones más icónicas, que nos llevó a su particular viaje sideral "sin control, sin dirección".

“No se vayan todavía, que aún hay más”, reclamaban tras unos minutos de silencio en el escenario. Una parte final que arrancaba con la atmosfera retro de “Parecemos tontos” y la amalgama de estilos que definen “Infinito”. Llegaba el turno de una de las canciones más queridas y emblemáticas de Héroes del Silencio, “Maldito duende”. Han pasado más de tres décadas desde que viera la luz y cada vez que suena "te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocar".

Después de alcanzar la cumbre del concierto con este tema inmortal que ha marcado generaciones, cerraba este (esperemos que no sea último) baile en Madrid con dos canciones que encapsulan la esencia de Bunbury, profundo, reflexivo e introspectivo: “La constante”, una oda al amor que subraya la importancia de escoger a una persona como compañera de vida para destilar la melancolía de que, “...Y al final”, gente como Enrique Ortiz de Landázuri son muy necesarios en los tiempos que vivimos. Bunbury, cual alquimista, convirtió cada canción en oro puro.

Setlist de Bunbury en Madrid:
Nuestros mundos no obedecen a tus mapas
Cuna de Caín
Despierta
Hombre de acción
El rescate
Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti)
Invulnerables
Más alto que nosotros sólo el cielo
Que tengas suertecita
Alaska
El extranjero
Desaparecer
La actitud correcta
Apuesta por el rock 'n' roll
Porque las cosas cambian
De todo el mundo
Entre dos tierras
Si
Lady Blue
Parecemos tontos
Infinito
Maldito duende
La constante
...Y al final

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