Enrique Bunbury (Héroes del Silencio) revela que fue un producto químico el que le obligó a retirarse de los escenarios

7 marzo, 2023 11:46 am Publicado por  1 Comentario

Foto: Jose Girl

El lanzamiento de 'Greta Garbo', el esperado nuevo disco de Bunbury tras el anuncio del artista de abandonar los escenarios, nos ha devuelto al aragonés mostrando con un adelanto como "Invulnerables" que se encuentra lejos de despedirse de la creación musical, aunque ahora hemos sabido que fue un producto químico el que le obligó a terminar retirándose de las giras, concretamente el Propilene Glycol.

El propio Bunbury ha sido el encargado de revelarlo en la primera de las comunicaciones semanales que ha abierto con sus fans, que pueden enviarle preguntas al que fuera vocalista de Héroes del Silencio que este responde en lo que, recordando a su mítica banda, ha llamado "La carta".

En esta primera comunicación, Bunbury agradece los "más de 2.500 mails" recibidos y responde a la primera preocupación que han mostrado sus seguidores: su estado de salud.

El artista comenta cómo la decisión de abandonar las giras "obviamente, no fue tomada a la ligera, sino muy meditada, y venía rondándome la cabeza desde varios años atrás", recordando que "en las últimas giras, había empezado a tener problemas en algunos tramos, teniendo que cancelar algunos conciertos, cosa que no hace ninguna gracia a ningún artista y que, siempre, es en situaciones extremas".

Bunbury describe la sensación que tuvo que soportar durante la última gira: "Una tos nocturna y compulsiva que me impedía dormir y descansar: Me costaba respirar y sentía una sensación como de arena en los pulmones", y destaca que "estaba harto de sufrir".

Las pruebas realizadas dieron con el enemigo a combatir: "Durante todos estos años de escenarios, he desarrollado una fuerte alergia, sensibilidad o rechazo, a un producto químico -tóxico- que contienen la mayoría de humos para los espectáculos. Se llama Propilene Glycol"

En sus palabras, vemos cómo el inconcluso Tour del 35 aniversario contaba con un Bunbury con "mucha ilusión por volver, después de dos años parados forzosamente por las restricciones de la pandemia", que asegura que se encontraba "en forma y en ningún momento durante estos dos años sentí ninguna molestia".

Pero las molestias llegaron con los primeros conciertos en México: "Quizás al segundo o tercer concierto, ya empecé a tener síntomas importantes". Bunbury recuerda cómo "me arrastré durante el tramo de la gira mexicana, que duró unas cinco semanas, cancelando, (no recuerdo bien si dos o tres shows), pero terminándola. Al final de este tramo, me reuní con mi manager y le transmití la decisión de que esta iba a ser mi última gira, aceptando terminar los tramos ya anunciados de Estados Unidos y España. En Querétaro, último show del tramo mexicano, se lo trasmití también a la banda, para que todos pudieran hacer sus planes con tiempo y supiéramos aprovechar los últimos shows, sabiendo que eran de despedida".

El regreso de Bunbury también tiene un apartado literario en 'MicroDosis'

Bunbury destaca cómo se cansó de la situación, sabiendo que los males solo le afectaban en la carretera: "Estaba harto de sufrir, de que cada día que me despertaba en un hotel, una duda constante y creciente me atormentara: Saber si iba a poder completar el show, con un equipo de veintialgo personas, preocupados, preguntándome: "¿Hoy cómo te encuentras?" Sabía que nada de eso me ocurría en el estudio, ni en los ensayos. Intentaba buscar una respuesta: quizás, la altura, el smog, el ómicron o el delta, o el virus que fuera... Quizás era un tema psicológico -también pensé-, que mi mente ya se había cerrado a la posibilidad de la vida errante de las giras y no quería continuar y no disfrutaba".

Finalmente, el músico se puso en manos de profesionales en Los Ángeles: "Cuando llegué de vuelta a Los Ángeles, en el período entre los tramos mexicano y de Estados Unidos, fui a visitar a un especialista que ha trabajado con Beyoncé, Chris Martin, Jay Z y no sé cuántos más. Con él, realizamos una serie de pruebas exhaustivas, de sangre, metales pesados y de todo tipo, para intentar dar con la causa de mis problemas".

El problema fue localizado: "Continué con las pruebas, esperando resultados de los primeros tests. Pasados algunos meses desde la parada, me confirmaron una sospecha que ya habíamos contemplado en alguna ocasión y nos rondaba la cabeza. Durante todos estos años de escenarios, he desarrollado una fuerte alergia, sensibilidad o rechazo, a un producto químico -tóxico- que contienen la mayoría de humos para los espectáculos. Se llama Propilene Glycol y me produce los efectos antes descritos".

Esta primera comunicación termina con el mensaje de esperanza que deja sobre su trabajo, tanto en la música como en otras expresiones artísticas, aunque parece imposible un regreso a las tablas: "Después de todo este tiempo, saber que el problema no está en mí, sino en un producto tóxico y que mi salud está en perfectas condiciones, me tranquiliza y es una liberación. La experiencia traumática por la que he pasado recientemente, sin embargo, ha eliminado la palabra gira de mi vocabulario. Afortunadamente, la creación artística es algo que me sigue emocionando y poder escribir, pintar y componer, es lo que ocupa en estos momentos mis días".

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