Crónicas

Boikot + Gritando en Silencio: Aluche, ¡qué bien resistes!

«han sabido remozarse, adaptarse y salir triunfantes. Hoy, también»

2 junio 2018

Auditorio Parque Aluche, Madrid

Texto: Javier Pérez. Fotos: Sandro Santos

El madrileño barrio de Aluche tiene la sana y buena costumbre de, año tras año, llenar gran parte de la oferta musical de sus fiestas con bandas de rocanrol. Y para uno de los momentos clave, en este caso la noche del segundo y último sábado de celebración, se guardaron un cartel que invitaba a no perdérselo.

Gritando en Silencio

Desgraciadamente, las adversas condiciones climatológicas no acompañaron, llegando al punto de peligrar el evento. De hecho, durante las pruebas de sonido se vinieron abajo unas torretas causando un herido leve que fue dado de alta de inmediato y otro que tuvo que ser trasladado al hospital, al que desde aquí deseamos una pronta recuperación.

Todo esto acabó con Gritando en Silencio sobre las tablas sin probar sonido, aunque lo cierto es que la mezcla resultó bastante nítida. A estas alturas de la noche la lluvia estaba de retirada, permitiendo que la explanada se llenara de un gentío que evidenció ganas de fiesta.

Los sevillanos aprovecharon su viaje a Euskadi, donde van a entrar a grabar su cuarto álbum de forma inminente (“Un discazo” en palabras de Carlos, manager de la banda y al que desde estas líneas queremos agradecer todas las facilidades), para descerrajar sobre la capital un concierto que no llegó a la hora de duración pero que, como casi siempre y a pesar de que la cosa pintaba fatal, supo a gloria. Un setlist variado en situaciones pero no demasiado en composiciones (influye en exceso el hecho de haberlos visto en directo cerca de 10 veces en los últimos tres años) que se configuró en el arranque con dos balas que no fallan como “Mírame desnudo” y “¿Dónde te has quedado?”.

Acompañaron en el asunto la cálida “Entre tus piernas”, mi preferida y solemne “Vértigo”, la combativa y punzante “A las armas”, y una de las nuevas, “Rumbo de colisión”, y que suena como debe hacerlo esta bendita música. “Rock’N’Roll de Barrabás”, con la ayuda de gente de Carroña, echa el cierre a un bolo que se quedó corto y que acentuó las ganas de escuchar las canciones que están por venir. Perpetuamente sublimes.

Me temía yo que la lluvia y sobre todo el viento fueran a impedir el montaje escénico de Boikot, pero que va, allí que se presentaron con todo el tinglado que les acompaña de un tiempo a esta parte: las pantallas apuntalan los temas, el confeti puntualiza la festividad, el fuego evoca y remata, y las batucadas ponen la contundencia y la solemnidad. Y sirven para arrancar el invento con “De espaldas al mundo”, claro.

Boikot

Se tiraron su horita y media en el entarimado, y llenaron la explanada del auditorio de forma exagerada, hasta el punto de no poder moverte ni siquiera cercando el gentío y pegándote a las barras. En serio: increíble.

Tardamos un buen rato en encontrar un sitio desde el cual poder ver el concierto y tomar notas de forma adecuada. Y en estas vicisitudes nos encontramos el gran problema de la batalla, y es que el sonido en el foso era bueno, en el frontal cercano aceptable, pero en cuanto te alejabas (y te tenías que alejar porque no cabía ni Dios), se escuchaba, por ser condescendientes, algo justo… La razón ya la sabéis: el incidente con la caída de la torre provocó que la organización se viera obligada a colocar los altavoces sobre el escenario, limitando el alcance del sonido.

Contra todo pelearon los vallecanos que se hallan en un momento brillante que debieran rematar con un nuevo LP que revitalice un repertorio feroz pero con síntomas de desgaste. Me siguen flipando la unión de “Pueblos”, la pelea de “Gasolina, vidrio y mecha” (que intuí que se la dedicaron a las víctimas del accidente), la épica de “Bella Ciao”, la revolución de “Hasta siempre” o la festividad de “Grito en alto”. Pero, hoy, me quedo con “Jarama” porque es sangre fresca, con “Bajo el suelo” con la ayuda de Raquel de Yo no las conozco, coro femenino y banderas en alto creando un momento intenso de veras; con “Korsakov” y la colaboración de Judith Mateo; y con la versión del “No hay tregua” de los Barri dedicada a Boni.

Sigo pensando que si de vez en cuando echaran un vistazo a su historia primeriza sacarían alguna que otra joyita, pero supongo que eso ya son cosas mías. En cualquier caso han sabido remozarse, adaptarse y salir triunfantes. Hoy, también.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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