Crónicas

Black Label Society + Monolord: Metal sin tonterías

«Un concierto directo al grano y muy satisfactorio »

13 marzo 2018

La Riviera, Madrid

Texto: Yorgos Goumas. Fotos: Alfonso Dávila

La velada de anoche me trajo a la memoria el DVD de los AC/DC de 1996 filmado en la Plaza de Toros de Las Ventas, pero no por su música, sino por su título: ‘No Bull’: un juego de palabras entre bull (toro) y bullshit (tonterías). Pues eso, NADA de tonterías; sólo heavy metal cual lluvia de hachas y sin dar la lata con discursos, actitud, entrega y golpes en el pecho como haría cualquier macho alfa-lomo plateado-barba de leñero-tatuajes de motero-músculos de espartano que se precie.

Monolord

Los que habéis escuchado el último disco de BLS, ‘Grimmest Hits’, o los que habréis leído mi reseña en esta web sabréis que su tónica general es más cercana a los medios tempos dándole un aura más doom. Así que los teloneros, Monolord, eran un fichaje muy adecuado para acompañarles en la gira de presentación del disco. Se trata de un trío oriundo de Gotemburgo, aunque su bajista es finés, que se fundó en 2013 y tal como ellos admiten, su propósito es “construir un muro sonoro masivo y retumbante”. Pues eso, guitarra y bajo afinados muy bajo y una reverencia hacia bandas como Candlemass, Cathedral o Pentagram os dan una idea hacia dónde van los tiros. Sólo creo que tocaron cuatro temas con el corte “Rust”, de su homónimo último disco, como estrella principal, y que dura un cuarto de hora. Aunque “Empress Rising”, de su homónimo debut, tampoco se queda a la zaga (más de 12 minutos). Si os gustan bandas como Reverend Bizarre, Lord Vicar, Electric Wizard o Windhand deberíais darles una escucha. Anoche desde luego creo que hicieron fans nuevos, juzgando por la reacción del respetable; a mi desde luego me ganaron, aunque creo que con un poco más de variedad en los arreglos como el órgano (pregrabado) Hammond en su tema “Rust” ganarían aun más.

Atrás quedan los tiempos cuando el encendido de la señal “bar abierto” en la base de la batería y con los minis de cerveza alineados, indicaba que un concierto de BLS estaba a punto de comenzar. Hoy en día, los minis han sido reemplazados por botellas de agua y vasos de plástico con… té (¿?). Es lo que tiene cuando los excesos etílicos del bueno de Zakk casi le llevaron al otro barrio hace unos años. Ahora los shows van directos al grano y además  no queda nada de aquellos escupitajos asquerosos al aire que solía hacer, así que poco queda de aquel… troglodita. El escenario estuvo tapado por un enorme telón negro con el logo y el nombre de la banda mientras de intro sonaba un mash up, (mezcla de dos temas a menudo sin nada que ver entre ellos pero que encajan bastante bien; YouTube tiene muchísimos de estos, algunos tan insólitos como el de “Thunderstruck” de AC/DC con el tema de los Cazafantasmas, o el de “Whole Lotta Love” de Led Zeppelin con “War Pigs” de Black Sabbath.

Zakk Wylde y Black Label Society 

Al final del mash up, cae el telón y a la vez explotan los tubos de CO2 lanzando chorros de humo a presión mientras la banda arranca con “Genocide Junkies” y haciendo que el respetable estalle; esto es un arranque como Dios manda. El riff galopante de “Funeral Bell” fue seguido por “Suffering Overdue” y “Bleed for Me”, coreado por el respetable que, dicho sea de paso, ya por entonces había llenado tres cuartas partes de la sala. Otra cosa de la que uno se da cuenta es que la voz de Zakk ha perdido algo de su aspereza; supongo que es otro efecto de dejar atrás los excesos… Aparte del hecho que los años no pasan en vano, ¿no? “Heart of Darkness”  fue seguido por otro himno, “Suicide Messiah”, debidamente coreado por la gente, y en este tema salió también un pipa (que a mí me pareció ser el bajista de los Monolord) con un megáfono para acompañarle en el estribillo. Para el tema “Troubled Down Below”, el que abre su último disco, el guitarrista Dario Lorina tuvo su momento Jimmy Page en “Dazed and Confused” cuando sacó un arco para hacer la parte más psicodélica a mitad del tema la cual alargan en directo.

En el tema “All That Once Shined”, que marcaba la mitad del concierto, Zakk hizo el primer amago de dirigirse al público haciendo que una mitad de la sala u otra gritara “hey”, según señalaba con la mano. También fue en ese momento cuando presentó al resto de la banda como si estuviéramos viendo un partido de boxeo: “a mi derecha, 90 kilos de pura testosterona destilada de etiqueta negra, el fornido John DeServio en el bajo”… Después del acelerado “Room of Nightmares” llegaba la parte tranquila del concierto con “Bridge to Cross”, con Lorina en los teclados. Posteriormente, me di cuenta que Zakk se había molestado en llevar en la gira un piano de cola (o por lo menos es lo que vi desde el otro lado del escenario) donde se sentó para primero regalarnos un pequeño interludio muy a lo Elton John (siempre ha dicho que es uno de sus artistas favoritos de toda la vida), y la verdad es que toca el piano muy bien. Al final del interludio, se desplegaron dos fotos de Dimebag Darrel encima de los amplificadores, así que ya sabíamos que iba a sonar “In This River”, el homenaje de Zakk a su “hermano de otra sangre”.

Era la hora de aumentar las revoluciones otra vez, pero de manera progresiva, así que sonó “The Blessed Hellride” con Lorina en la guitarra acústica, y después “A Love Unreal”. La intensidad subía poco a poco para explotar con “Fire It Up”, para el cual Zakk se paseó entre el público además de subir encima de la barra alargando el tema mientras hacía virguerías como tocar por encima de sus hombros o con los dientes. Os podéis imaginar la locura que desató entre el público. Cuando volvió al escenario, terminó el tema con el riff del “Smoke On the Water”, y para el final nos reservó “Concrete Jungle” y “Stillborn”; nada de marcharse y volver a subir al escenario ni tonterías de esas. La banda se despidió sujetando cada uno una camiseta de la banda y Zakk alzando su cazadora con el parche trasero grande de BLS. Un concierto directo al grano y muy satisfactorio aunque personalmente eché de menos temazos como “Stoned and Drunk”… pero quizás a Zakk títulos así le recuerden una etapa que querrá dejar atrás.

 

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Esta entrada fue escrita por Yorgos Goumas

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