Crítica de Sôber: La Sinfonía del Paradÿsso

4 mayo, 2018 9:57 am Publicado por  Deja tus comentarios

Dieciséis años han pasado desde el lanzamiento de ‘Paradÿsso’, álbum con el que Sôber obtuvo mayor éxito (llegando a ser disco de platino), posicionando a la formación como una de las mejores bandas de metal a nivel nacional. Tras aventurarse a ofrecer un concierto sinfónico previamente en Oviedo, nos presentan ahora esta regrabación con una orquesta sinfónica formada por cincuenta músicos y dirigida por Manuel Paz. Todos los arreglos orquestales han sido realizados por Javier Blanco, que ha sabido trasladar a estos temas el enfoque que la banda quería transmitir, respetando siempre su esencia.

“Arrepentido” fue el tema elegido como adelanto. Muestra la gran compenetración existente entre el grupo y la orquesta: cada una de las partes tiene su espacio en la grabación. En “Lejos” las partes de viento ganan protagonismo y en “Diez años” encontramos ese estribillo tan coreable en el que las partes orquestales aportan un toque más melódico. Se nota la madurez musical que Sôber ha adquirido con el paso del los años. Así queda patente en cortes como “Cápsula”, “No perdones” o  “Eternidad” (otra de las imprescindibles para sus seguidores), triplete en el que la agrupación se nota más compacta. Por otro lado, como el buen vino, la voz de Carlos Escobedo ha mejorado muchísimo en todos estos años.

En “Hemoglobina” y “Paradÿsso”, aunque ya eran canciones que tenían instrumentos de cuerdas en su composición original, la incursión de una orquesta sinfónica ha aportado nuevos matices que para nada hacen repetitiva la escucha. Las guitarras de Jorge y Antonio en “Animal” son mucho más potentes. Destaca ese nuevo solo añadido y que suena bastante más heavy que la original. “Mis cenizas” y “Reencuentro” poseen ahora aires a esos Sôber más melódicos de sus últimos trabajos, adaptándose bien a los arreglos orquestales.

Como bonus nos regalan los temas “Náufrago”, “El hombre de hielo” y “Superbia” (esta última ha quedado francamente bien), temas míticos de su carrera interpretados de forma magistral también en versión orquestal.

Sôber vuelve a demostrar (como ya hicieran otros grupos) que la unión de la música rock y clásica es posible con éxito. No se han limitado a añadir arreglos orquestales, sino que han sabido integrar perfectamente ambos elementos, respetando las melodías y la esencia de las canciones. Sin duda, un regalo para la legión de fans de la banda y un homenaje más que merecido a este icónico ‘Paradÿsso’ que supuso un antes y un después en su carrera.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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