Jack White
Boarding House Reach
Third Man Records / XL Recordings (2018)
Por: Pau Peñalver
4
Llega ‘Boarding House Reach’, el tercer largo del multifacético Jack White. El conocido músico y productor residente en Nashville vuelve con su disco más ambicioso. El ganador de una docena de Grammys ha querido plasmar en trece canciones todo lo que puede ofrecer a nivel sónico y los instrumentos con los que lleva tiempo jugando desde que partió de su natal Detroit y dejó aparcado su proyecto más conocido The White Stripes.
Este ácrata de lo establecido ha conseguido descolocar a toda la prensa internacional, que empieza a hablar pestes y maravillarse a partes iguales, al mismo tiempo que los festivales de medio mundo le colocan a la cabeza de todos sus festivales.
Este genio de la guitarra y Gollum de los vinilos ha utilizado todos los ingredientes en su haber y los ha mezclado en una receta que supone un empacho descomunal. Quizás facturar el disco sin contacto con el exterior y en un apartamento espartano con el mismo equipo que tenía cuando era un adolescente ha sido detonante para el producto final. En muchos momentos, White parece perder la perspectiva. Más que canciones al uso (cortes con intro, puente, estribillo son difíciles de encontrar) se intuye mucha amalgama y pomposidad barroca. ¿Es posible meter rock 'n' roll, electro, funk, proto punk, hip hop, gospel blues e incluso country en el mismo redondo? Eso parece pero el resultado es, cuanto menos, desconcertante. Para intentar explicar lo inexplicable y pensando mucho en el maestro Frank Zappa, os desgrano tema por tema el experimento.
- Connected By Love
Los sintentizadores son los protagonistas del primer adelanto y la voz de Jack White es inconfundible. En el estribillo, las hermanas McCrary son las voces gospel que inundan la mayor parte del primer single del álbum. Tras escuchar el disco más de diez veces puedo decir que es la pieza que merece más atención y la más cercana a hit que ofrece.
- Why Walk A Dog?
La electrónica no nos abandona y la sinuosa musicalidad es acompañada con la crudeza vocal de un White que afina y que exhibe músculo y tenacidad en este medio tiempo que combina riffs de guitarra con toda la fuerza de DJ Harrison.
- Corporation
Empezamos con un tributo al ‘Inmigrant Song’ de Led Zeppelin y, acto seguido, aparece percusión estilo Tito Puente gracias a Bobby Allende y una guitarra que podría ser incluida como parte de los discos más comerciales de Santana. Vamos oyendo ‘Who’s with me?’ en el estribillo y nos acercamos a un solo vocal de Jack White que se saca de la manga una oda a los conciertos más efervescentes de James Brown. Alucinante.
- Abulia and Akrasia
¿Era necesaria? El australiano cantautor de folk C.W. Stoneking hace un spoken word acompañado de tuba, violines, piano y trompeta. Un sin sentido que hubiera sido mejor incluir en la caja de hace dos años “Jack White Acoustic Recordings 1998 – 2016”. Hubiera sido perfecta como pista secreta.
- Hypermisophoniac
¿Cómo definir la quinta “Hypermisophoniac”? Música de videojuego con una base sólida y recuerdos de una época pasada de LSD donde todo era permitido y cualquier intento entraba en los cortes definitivos. Veo complicado que Jack White interprete esta canción en sus sets en vivo. Una orquesta ensayando a altas horas de la noche. Valdría como pieza calentamiento antes de pisar el escenario.
- Ice Station Zebra
El inicio podría ser hip hop o incluso free jazz. He aquí el Frank Zappa del siglo 21 tocando con Rage Against The Machine. Jack White rapeando. Lo nunca oído. Sinceramente, hay incluso algunos extractos de esta compilación que se me escapan. Se oye un udu africano. Indefinible sería un buen adjetivo.
- Over and Over and Over
El antídoto necesario cuando llevas tres cortes aturdido o viajando al espacio exterior de un ácido de doble gota. Jack White se crece, cree que es el amo del mundo y de repente lanza una ópera sin apenas fisuras. Las voces grandilocuentes no las abandona y la locura sónica de los mejores The White Stripes. Todo lo que quería conseguir nuestro genio con ‘Boarding House Reach’. ¿La mejor canción del disco?
- Everything You've Ever Learned
Un mal viaje lo tiene cualquiera. Otra pieza ideal para el videojuego más real y frenético de tu vida. Cuando parece una pieza menor que rellena una locura más entonces DJ Harrison abandona y entran las guitarras, el bajo y los chillidos de White. Los bongos marcan el ritmo. Si antes tuvimos el ‘Supernatural’ de Santana ahora nos quedamos con el ‘Abraxas’. Acaba diciendo ‘Shut Up’. Un descanso.
- Respect Commander
El inicio nos da esperanza que estamos ante una pieza cumbre. Jack White elevado al cuadrado. Percusión, guitarra y sintetizador. Todo bien engranado. La posible intro grandilocuente se convierte en un camino de dos largos minutos que siguen la estela de aquellas bandas de los 70 que entraban en bucle con largos solos de guitarra y toda la banda actuando como un tren a alta velocidad. Música de otra época. ¿Mente maravilloso o loco desatado?
- Ezmerelda Steals The Show
Otro spoken word musicado de Jack White salido de su poemario personal. Nuestro protagonista lo toca todo de forma melosa y canta doblando las piestas de su voz. Solo él ante el peligro. Quizás la primera pieza que compuso. Una idea perfecta, corta de menos de dos minutos. Algo transitorio ciertamente bello y delicado. Nada de estridencias o electricidad. Todo sutil.
- Get In The Mind Shaft
Podría ser una composición de Sly and The Family Stone mezclado con aquel evocador ‘An American Prayer’, disco en solitario de Jim Morrison. Lo que empieza como otro parlamento musical se convierte en sintetizadores, las voces de las hermanas McCrary distorsionadas, casi la banda sonora de ‘Hair’. La locura alcanza niveles incomprensibles en este momento. Voces robóticas cierran el corte.
- What's Done Is Done
Es una canción que podría haber sido un descarte de ‘Van Lear Rose’, aquel disco que construyó junto a Loretta Lynn. Ahora la voz femenina es la de Esther Rose. Una de las mejores canciones, por sencilla y efectiva, del tercer largo de White. Folk americano, country de Nashville, nada estridente. Todo cuadra, medio tiempo para pasear en caballo por el campo. Radio friendly y una de las “canciones” de ‘Boarding House Reach’. El White más calmado.
- Humoresque
La calma del anterior corte sigue en este cierre. Casi una nana de savoir faire, de medio tiempo. La delicadeza de un Jack White agotado del viaje de montaña rusa que nos ha ofrecido. Se hace acompañar de tan solo Louis Cato (batería acústica, guitarra y bajo desenchufados) y el piano de Neal Evans. El tramo final vuelve a llevarnos por los caminos del free jazz de esos locales pequeños de Nueva Orleans. La calma después de la tormenta. Un cierre de altura.
Ya solo queda una pregunta que contestar tras la escucha necesaria y antes de encarar sus próximas actuaciones en el Cruïlla de Barcelona (12 de julio) y en el Mad Cool Festival de Madrid (13 de julio). ¿Cuántas canciones de verdad encontramos en 'Boarding House Reach'? Yo me aventuro a decir que podría haber sido un EP de categoría. ¿Cuántas interpretará en directo? Veo difícil más de cuatro.
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1 comentario
me impresionó este disco, me pareció muuuuy largo y los viajes sus no me gustaron mucho, no se si es bueno o malo ya que igual la experimentación es parte del proceso creativo, pero este fue muy denso, veníamos del disco \"bien formado\" con buenos tiempos, sonidos \"amigables\" y de repente puum! saca este disco lleno de mezclas raras por decir algo, muy estridente al principio y las tres ultimas canciones sirviendo como clonazepam, en realidad fueron un alivio y aun así no me gustaron, bueno es cosa de gusto, rescato 3 canciones y le doy 2 estrellas a ese viaje xD