The Way of Purity
The Order of the Deep Roots
Wormholedeath Records (2023)
Por: Alfredo Villaescusa
9
Lo cierto es que no abundan las bandas con unas ideas tan fijas que te hagan leer una y otra vez para asegurarte de que aquello es real. Menos común todavía es renunciar a toda lógica de mercado y cualquier atisbo capitalista para abrazar un veganismo radical que abomina de la humanidad en general y sueña con un nuevo ser humano que viva en total armonía con la naturaleza y las diferentes criaturas que pueblan el planeta. Una utopía, sí, pero como tantas otras que nos presentan en programas electorales.
Este peculiar colectivo llamado The Way of Purity en el que no hay nombres ni nacionalidades nos ofrece una curiosa propuesta a caballo entre el gothic metal, el post punk y algún que otro retazo industrial o metalcoreta. Nueve canciones que parecen poseer la espiritualidad de Fields of the Nephilim, pero llevada a su enfoque animalista, aunque seguramente te recuerden a cosas como Corpus Delicti o los primeros Lacuna Coil, entre otras bandas.
La instrumental “This Is Not The World You Want” vale para entrar en materia y hacernos a la idea de que se trata de un álbum oscuro, quizás no apto para esos felicianos de la vida que no admiten la menor sombra en lo que respecta a gustos musicales. “The Red Herring” brilla notablemente con cierto halo The Cure o All About Eve, en especial los segundos por el empleo de una voz femenina de esas que te eleva. Maravilla.
“Sidetrack” ya se estrenó como single a comienzos de abril. En esta pieza amplían la paleta estilística con una base potente, elementos electrónicos y una combinación de voces guturales y angelicales que te meterá en la cabeza de nuevo a la banda de Cristina Scabbia, pese a que en la actualidad los italianos se encuentren en coordenadas que nada tienen que ver con este estilo.
“Hearthsattering” reproduce esa combinación de tonos masculinos y femeninos que tan buenos resultados les dio en el corte anterior y además añaden cierto rollo al de los Paradise Lost de la época del ‘Icon’. “The Great Leveller” posee mayor ambición, pues se inicia en plan onírica tipo Kate Bush, sube la intensidad en un evocador estribillo y la colaboración al saxofón del músico de ambient jazz Shadowdream pone la guinda a una composición realmente conseguida. De lo mejor del redondo.
“Thy Will Be Done” no se aleja del gothic metal, se mueven muy cómodos en dicho terreno combinando armonías vocales que a veces incluso parecen recitadas como si fuera un manifiesto. No hay que pasar por alto tampoco los acelerones que meten a lo largo de la canción, pues añaden dinamismo al conjunto y obligan a prestar atención en una escucha que nunca se torna aburrida.
Todo un giro de timón realizan en “Usque Ad Mortem”, pues podrían decirte que se trata de la última sensación del metalcore contemporáneo y quedarte tan ancho. Por este matiz agresivo no sería descabellado pensar en los Moonspell de “Opium” o “Alma Mater”, aunque el enfoque de este colectivo sea en realidad bastante diferente al de los portugueses, a pesar del toque ocultista.
“Ego-Monster” sigue desprendiendo energía, pero en esta ocasión aproximándose al metal industrial de Ministry o Rob Zombie. No sé si esta peña hará conciertos, celebraciones o ritos purificadores, en cualquier caso, deberían incluir este temazo seguro. Finiquitan el redondo con otro ejercicio industrialoide muy logrado como “This Is The World You Deserve”, que le encantaría hasta a Trent Reznor. Muy buen colofón, sí señor.
A un servidor se la suda toda la parafernalia animalista, no por insensible, sino por estar más preocupado por otras luchas importantes, como la de la libertad de expresión, por ejemplo. Eso no quita para reconocer el indudable talento de esta misteriosa gente capaz de alcanzar cotas reseñables en varios géneros sin apenas despeinarse, una auténtica cualidad de genios. Motivo suficiente para ingresar en su culto de la misma.
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1 comentario
Realmente cañeros ambos temas para el nuevo álbum de THE WAY OF PURITY. Me encanta la portada de su nuevo álbum.