Sweet Hole

Ubik

The Fish Factory (2022)

Por: Alfredo Villaescusa

9

Hacer las cosas con mimo debería alabarse en cualquier caso, con independencia de los gustos personales de cada cual. No abundan los trabajos destinados a convertirse en obras maestras en los que se ha cuidado hasta el mínimo detalle. Y si queremos todavía rizar más el rizo, intentemos adaptar una novela de ciencia ficción que contiene numerosas realidades o universos paralelos que todavía no ha conocido una versión para la gran pantalla.

Esto último precisamente es lo que se han propuesto Sweet Hole, unos sevillanos formados en 2004 por un grupo de amigos con un mismo interés. Su misión en esta ocasión consiste en realizar una especie de traslación musical de ‘Ubik’ del escritor Philip K. Dick, empresa complicada donde las haya, puesto que no ha conocido revisión cinematográfica, al contrario de otros textos de Dick como ‘Blade Runner’, ‘Desafío Total’ o ‘Minority Report’.

Por lo tanto, para pillar el punto a este redondo, es necesario asumir que debemos ponernos en modo disco conceptual, ya que existen referencias a la obra original, pero sin destripar tampoco mucho, no sea que a alguien le apetezca dar el salto de gigante de sumergirse en la novela de Dick. Todas las posibilidades están abiertas.

De esta forma, este ambicioso trabajo se abre con “Moon”, con melodías oníricas de sintetizador que te transportarán de un plumazo a otra dimensión. Ese comienzo de ecos ochenteros es simplemente soberbio, una sensación que se incrementa cuando entra una voz muy similar a la de Peter Gabriel, uno de los grandes referentes del rock progresivo. Si piensas que Genesis se acabó cuando se marcharon el guitarrista Steve Hackett y su carismático frontman, deberías pegar una escucha a esto de inmediato.

“Ubik Beer” trata de reproducir los anuncios que se pueden encontrar en la novela, al igual que “Ubik Breath” o “Ubik Pills”. “Secret Hideout” es otra maravilla con un estribillo épico que acabarás tarareando incluso aunque Marillion o Yes tampoco sean tu rollo. Y “Carbon Copy of the Future” adopta un enfoque más flamenco, pero sin convertirse en una copia de los excelsos Triana. El aire contemporáneo se funde con lo añejo y crea una suerte de limbo en el que se cuelan referentes en uno y otro sentido.

“Uncertainty” termina de confirmar que los inicios de Genesis es una de sus grandes inspiraciones, imposible no pensar en Peter Gabriel y compañía con esa melancólica melodía de flauta. “Am I Alive?” sigue legando impresionantes pasajes sonoros muy conseguidos, mientras que “Inertial” nos muestra su faceta más rockera, a medio camino entre Led Zeppelin y la psicodelia contemporánea de Rufus T. Firefly. Otra maravilla.

“Red Light” pone la guinda con otra pieza de ambiente reposado, con una interpretación vocal fantástica y diversos cambios de ritmo que engrandecen una composición mayúscula de más de siete minutos. El epílogo de “I Am Ubik” dejará a la mayoría con ganas de buscar el libro por la red para hacerse con esa joya de la literatura.

En definitiva, he aquí una obra excelsa de esas que te invita a regodearte en los pequeños detalles, que obviamente no se pillan ni a la primera ni a la segunda vuelta al redondo. Una puerta de entrada a un universo fantástico en el que aún se especula si hay vida después de la muerte, la eterna pregunta que ha dominado a la humanidad desde los albores de la civilización.

Alfredo Villaescusa
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