Crítica de Ambröxx: Retro - MariskalRock.com : MariskalRock.com

Ambröxx

Retro

Autoeditado (2024)

Por: Alfredo Villaescusa

La frase “soy como un grupo, pero yo grabo todo” con la que el madrileño Antonio Fonseca nos presenta tanto su obra como sus redes nos da entender de un plumazo que estamos ante un verdadero genio en potencia, uno de esos seres increíbles que surge cada cierto tiempo y deja una importante estela de talento que se recordará sin duda años después. Y si encima su último disco está dedicado a una década tan rica y versátil como los ochenta parece imposible no alabar cada nota de este estupendo segundo álbum llamado ‘Retro’.

Quizás alguien pensará que lo de rendir homenaje a los años de los cardados y las hombreras está ya un poco trillado, pero seguro que no existen demasiadas almas por ahí con la peculiar perspectiva guitarrera que aporta este talentoso tipo que bebe de los Queen más rockeros y rimbombantes, el descaro hard rock de Guns N’ Roses o el virtuosismo de Eddie Van Halen, entre otras influencias. Con semejantes mimbres, la expectación se palpa en cada esquina de una reválida que sorprende canción a canción. Prepárense para un viaje alucinante.

El inicio ampuloso con “Lágrimas de la ciudad” engancha por una contundencia próxima al metal progresivo en la que caben desde Dream Theater a Muse por sus intervalos sinfónicos, pero también el heavy metal de Judas Priest o Iron Maiden, por mencionar dos distinguibles referentes. Cambio de tercio radical con “¿Y quién es ella?”, que posee un agradable aire de fondo setentero en plan “With A Little Help From My Friends” versión Joe Cocker y unos desarrollos instrumentales muy conseguidos. De los mejores cortes del redondo.

“LoverMan” destila, sin embargo, el poso festivo de The Sweet, Mott The Hoople y otras figuras del glam rock británico, mientras que “Spoöky” adopta un enfoque más dramático, casi circense, un poco como Avenged Sevenfold en “A Little Piece of Heaven”, o si esta referencia te parece demasiado moderna, quedémonos en el glorioso “Bohemian Rhapsody” de Queen. Atentos al intervalo operístico de mitad de la canción.

Que me aspen si el comienzo de “Cerca de ti” no es clavado al de “Now I’m Here” de Queen, pese a que los derroteros del tema transcurran posteriormente en un territorio más AOR. Y a muchos impactará la espectacular vuelta de tuerca que le han dado al “Adiós papá” de Los Ronaldos, un grupo que nunca nos llamó la atención, pero hay que admitir que el rollo Van Halen y guitarrero de su versión está muy logrado.

“Volar” relaja los ánimos a la vez que amplía el abanico con coros góspel y el tono épico del “Heroes” de David Bowie, ahí es nada. Otro corte para maravillarse, especialmente en su parte final muy tipo “Hey Jude” de The Beatles. “Capricho escénico” es una introducción de casi dos minutos antes de “T.V.C.”, que explota, sobre todo, unos cuidados coros, aspecto en el que parece un virtuoso este versátil madrileño.

“¿Y quién es ella?” en acelerada versión góspel junto con un breve retazo guitarrístico ponen punto final a este variado álbum que podría apelar tanto a amantes del hard rock como del heavy o el rock más tradicional. Frente a lanzamientos gratuitos que no importan a nadie, he aquí una obra maestra que merece los mayores elogios. Para quitarse el sombrero.