4 de Copas

A fuego

Rock Estatal (2020)

Por: Alfredo Villaescusa

9

La vida es muy injusta, sobre todo cuando auténticos grupazos que llevan en el negocio casi un cuarto de siglo son completamente ninguneados y no reciben la atención que merecerían. A veces puede deberse a un cúmulo de circunstancias y otras el motivo obedece más bien a que no se ha tenido la oportunidad de escuchar el material con atención. En una sociedad dominada por las redes sociales y mil y un maneras de distraerse, lo de focalizar en un punto concreto se torna una rareza cada vez más difícil de encontrar.

Estos oriundos de Torrelavega (Cantabria) tuvieron la mala suerte de que la pandemia les pillara grabando material en el estudio de Kolibrí Díaz (Marea), productor de este álbum que nos ocupa, pero no se arrugaron ante las dificultades y optaron por amoldarse a la situación, según nos contaron en la última entrevista que les hicimos.

Dadas las circunstancias, no es de extrañar que este notable trabajo reúna las características que uno esperaría hallar en una banda tan veterana y al mismo tiempo no se antoje muy complicado imaginar muchos de sus temas en directo. Así nos sucede con la inicial “Acompáñame”, que llamará de inmediato a los aficionados al rock urbano de grupos tipo La Fuga, Barricada o Platero y Tú. Vale que eso no implique la invención de la rueda ni nada similar, ¿a quién le interesa explorar nuevos terrenos cuando lo que se nos ofrece es ya lo suficientemente tentador?

“Al mejor postor” sube la apuesta con un sensacional estribillo que acabarás repitiendo, y encima para condimentar nada como la guitarra de Jorge Salán, un pimentón de lujo que desde luego otorga un sabor inefable al conjunto. “Prefiero cantar” sigue la senda ascendente con la ayuda de Kutxi y Kolibrí de Marea y nos lega otra de esas piezas increíbles que en las distancias cortas tiene que atronar.

“Tan sutil como un misil” baja algo el pistón, pero no por ello pierde interés, pues seguro que funciona a ras de suelo en garitos, el entorno natural para muchos de estos cortes. “Entre mi espada y tu pared” mantiene el tipo con efluvios a la banda de Kutxi y Kolibrí, mientras que “Al son de la luna” también podría convertirse en una buena alternativa para dejarse la garganta.

“Complejo de tipejo” no se aleja de los parámetros del rock urbano, aunque destaca esa soberbia letra digna de poetas de “resaca y revolcón”, como dicen ellos. “Juez y parte” posee el toque nostálgico que no puede faltar en un redondo equilibrado y “Bukkake” pone de nuevo el listón en un punto álgido, tiene que ser una de las fundamentales en sus conciertos sí o sí. Atentos al espectacular solo.

Y para finalizar, Fito Garmendia de Rulo y la Contrabanda aporta su buen hacer en “Con ganas de morder”, de los mejores cortes del disco y con una aproximación clara al hard rock. Tanta apelación a la tierra que les vio nacer solo podría terminar con ese himno a Torrelavega que llevan por completo a su terreno y con una letra que subraya la nobleza y carácter recio de los lugareños. Como debe ser.

Si buscas un lanzamiento que te cambie la vida por sus innovaciones y vueltas de tuerca, casi sería aconsejable que miraras en otro sitio y no perdieras más el tiempo. En cambio, si eres una persona de gustos sencillos, que valora la música a pie de calle sin más pretensiones que el pasar un rato agradable, entonces debes descubrir pero ya a estos cántabros. La contundencia del cocido montañés frente a las pijoterías gastronómicas de modernos.

Etiquetas: , , , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *