50 años de la publicación de “Vol. 4” de Black Sabbath: Una obra maestra cargada de nieve

25 septiembre, 2022 1:29 pm Publicado por  5 Comentarios

Foto: Duffy Archive.

El 25 de septiembre de 1972 los chicos de Black Sabbath publicaban su cuarto álbum de estudio, que en un alarde de imaginación la compañía discográfica decidió llamar ‘Vol. 4’. Desde entonces, ha pasado la friolera de medio siglo, por lo que sin duda alguna merece que lo recordemos. En ‘Vol.4’ la banda dispuso de más tiempo en el estudio de grabación, lo que se tradujo en que el grupo pudo experimentar con nuevas texturas, como cuerdas, piano, orquestación y canciones de varias partes. Sin embargo, no fue un camino de rosas. Inmersos en un abuso descontrolado de drogas, la grabación estuvo plagada de problemas.

Y es que el mismo Ozzy en su biografía nos cuenta que “a pesar de todas las bromas, musicalmente esas pocas semanas en Bel Air fueron las más fuertes que hemos tenido”, pero también reconoce que “empezamos a preguntarnos de dónde diablos venía toda la coca... Esa coca era la sustancia más blanca, pura y fuerte que puedas imaginar. Una inhalación y eras el rey del universo”.

Y claro, semejante situación de descontrol acabó convirtiéndose en pura ansiedad ante la posibilidad de acabar detenidos, hasta el punto de que Ozzy reconoce que fueron al cine a ver ‘French Connection’ y aquello disparó su paranoia a un nivel tal que “cuando salían los créditos del final yo estaba hiperventilando”.

La grabación se llevó a cabo en los estudios Record Plant de Los Ángeles, aunque en esta ocasión prescindieron de Rodger Bain, quien había producido los tres primeros discos del grupo. Pese a que el trabajo de producción corrió casi enteramente a cargo de Tony Iommi, en los créditos figura como productor el mánager de la banda, Patrick Meehan, aunque en su biografía ‘Iron Man: My Journey Through Heaven and Hell with Black Sabbath’ Iommi reconoce que “Meehan tuvo poca participación real en la producción del álbum, pero no obstante insistió en ser incluido como productor”.

El título original del álbum iba a ser ‘Snowblind’ en honor a la canción del mismo nombre, que trata sobre el abuso de cocaína. Sin embargo, la compañía discográfica cambió el título en el último minuto a ‘Black Sabbath Vol. 4’. Según cuenta Steve Rosen en su libro ‘The Story of Black Sabbath: Wheels of Confusion’, a Bill Ward no le gustó un pelo: “No hubo Volumen 1, 2 o 3, por lo que es un título bastante estúpido”. La formación de la banda todavía no había sufrido ninguna variación respecto a los tres primeros álbumes, de modo que Ozzy Osbourne era el cantante, Tony Iommi el guitarrista, Geezer Butler el bajista, y Bill Ward el batería.

La portada fue, una vez más, obra del artista y fotógrafo inglés Keith MacMillan. Al respecto, en Rolling Stone podemos leer lo siguiente: “Unos meses antes de que comenzaran a grabar, Black Sabbath dieron un concierto en el ayuntamiento de Birmingham. MacMillan estaba allí para filmarlo para una posible carátula para el siguiente álbum, y capturó la inolvidable toma de Ozzy Osbourne con los brazos extendidos haciendo signos de paz (Nota del autor: o de la victoria, que sobre este asunto ha habido no poca controversia, y Ozzy, que yo sepa, nunca se ha pronunciado al respecto), que acabó siendo la portada del ‘Vol. 4’.

“A veces simplemente captas una de esas imágenes icónicas”, decía MacMillan. Y continuaba: “Ha sido parodiado hasta la muerte, ¿no?”. Como curiosidad, hay que decir que los lanzamientos en cinta y casete de 8 pistas del álbum en EE. UU. presentaban ilustraciones con el fondo amarillo y la silueta de Ozzy en negro. Algo así como lo que pasó con ‘For Those About to Rock’ de AC/DC, aunque con el ‘Vol. 4’ no fue ningún error de traducción.

La cara A de esta joyita empezaba con “Wheels of Confusion”, el tema más largo del disco. Una breve introducción instrumental da pie a un potente riff de guitarra, lento y pesado, que gobierna una buena parte del tema, y sobre el que Ozzy canta en su línea, hasta que los redobles de Bill Ward dan paso a un tramo instrumental con Geezer, Tony y Bill en plan disfrutones. Vuelve Ozzy y la cosa se acelera, pero dura poco porque enseguida volvemos al riff y a las Tony Iommirules”. Un sorpresivo segundo tramo instrumental sucede al riff, y se convierte en el marco perfecto para el solo de guitarra, buenísimo, y de los que mejoran según avanza, con Tony gustándose. Con él termina el tema.

A continuación venía “Tomorrow’s Dream”, algo más rápida. Ozzy sube el volumen y le da un punto extra al riff. Después de la única pasada por lo que podría considerarse el estribillo, tenemos el solo, bastante modesto para lo que “el máquina” acostumbra, y que enlaza con una nueva pasada por el riff con la que acaba la canción.

Después tocaba ponerse tiernos con “Changes”, una balada preciosa, sí señor, aunque cueste creerlo. Compuesta por Tony en un piano que encontró en la casa que tenían alquilada en Bel Air, y que primero tuvo que aprender a tocar. El tema también presenta otros tipos de sonidos orquestales, que en realidad están realizados con un melotrón, cuya interpretación se acredita tanto a Iommi como a Butler. Por si fuera poco, la letra de Geezer narra la traumática separación de Bill Ward. Ozzy lo recordaba así en sus memorias: “Yo tarareé una melodía por encima, y ​​Geezer escribió esta letra desgarradora sobre la ruptura que Bill estaba pasando con su esposa. Pensé que era brillante desde el momento en que la grabamos”.

“FX” es una fumada monumental. No, en serio, no lo digo yo, lo dice el propio Iommi que se refiere a ella como “una broma total” en sus memorias. En ellas podemos leer que después de una fumarola de hachís, el crucifijo que colgaba del cuello de Iommi chocó con las cuerdas de su guitarra, produciendo un extraño sonido por el que la banda se interesó. Seguidamente, agregaron un efecto de eco y empezaron a golpear la guitarra con diferentes objetos para generar efectos de sonido raros. Lo que os he dicho, una fumada.

“Supernaut” cerraba la cara A. Los platillos de Bill dan pie a un guitarreo guapo que introduce el riff. Después entra Ozzy y le da un poco más de alegría al tema, que otra vez sustituye los estribillos por guitarreos, o por el espectacular y extenso solo, según toque, con el añadido de que una de las veces Bill se marca un pequeño solo. No en vano, cuando lo tocaban en directo, el tema solía albergar el solo de batería.

“Snowblind” abría la cara B. A nadie se le escapa que el tema alude abiertamente a la farlopa, su droga favorita de aquellos días. La gobierna un tempo medio lento sobre el que Ozzy se siente como un pez en el agua. Mediado el tema tenemos el solo, tejiendo sobre el muro de sonido que levantan Geezer y Bill, y de la calidad que acostumbra Tony. Obviamente, seguimos pasando de estribillos, que siguen sustituyéndose por guitarreos sostenidos en la sección rítmica, que vuelve a estar de diez. Un segundo solo de guitarra, algo más breve que el anterior, pero siempre de agradecer tratándose de Iommi, sirve para cerrar el tema.

“Cornucopia” es un tema heavy donde los haya. Empieza lento y pesado hasta que los platillos de Bill marcan el momento y la cosa se acelera. Ozzy va cantando estrofas y en una de estas nos encontramos con… ¡Un estribillo! Breve, pero estribillo, lo que hay que ver. Mediado el tema se empiezan a suceder los cambios de ritmo, primero sin Ozzy y luego con Ozzy, con idas y venidas continuas al riff. Está tan currado el tema que uno tarda en darse cuenta de que no hay solo.

Por el contrario, “Laguna Sunrise” es una instrumental que, para mí al menos, tiene un cierto regusto a Led Zeppelin. Según la versión oficial, Iommi compuso el tema después de estar despierto toda la noche y ver el amanecer en Laguna Beach. La realidad ya os la imagináis todos.

Seguimos con “St. Vitus Dance”, el tema más corto del disco si obviamos “FX”. Es un tema de tempo medio rápido, construido sobre un gran riff de guitarra que Ozzy canta de maravilla. Bill está que se sale con los platillos y Geezer hace un trabajo excepcional en la sombra. La pena que sea tan corto.

“Under the Sun” cerraba el disco. La primera parte del tema está construida sobre un riff de guitarra un tanto machacón. Sin embargo, la parte central se acelera bastante, incluida la parte cantada. Después volvemos al riff de la primera parte hasta que un cambio de ritmo nos mete en una parte completamente instrumental, en la que tenemos otro buen solo a cargo de la guitarra de Iommi, y con la que concluye el disco.

‘Vol. 4’ no fue un disco que fuera especialmente bien recibido por la prensa especializada de la época, aunque eso no fue obstáculo para lograr convertirse en disco de oro en EE. UU en menos de un mes. De esta manera, la banda conseguía su cuarto lanzamiento consecutivo vendiendo más de un millón de discos en el mercado yanki, toda una hazaña. Además, alcanzó el puesto número 13 en el Billboard 200 y el octavo en las listas británicas. Por el contrario, el único sencillo extraído del disco, “Tomorrow’s Dream”, no consiguió entrar ni en el Billboard 100 ni en las listas británicas.

Foto: Avalon Red.

Aunque posteriormente ‘Vol. 4’ ha sido reconocido por innumerables medios especializados y no pocas plumas de renombre como uno de los mejores y más importantes discos de la historia del heavy metal, no todo el monte es orégano, baste señalar la valoración que le da al disco Sputnikmusic: 1,5 sobre 5, con comentarios de la talla de este: “Black Sabbath se zambulló en picado con ‘Vol. 4.’. Después de un disco como ‘Master of Reality’, no estoy muy seguro de cómo es posible que una banda suene tan poco inspirada. Sin embargo, Sabbath lo hizo y, gracias a varias deficiencias, logró lanzar uno de sus peores álbumes, con o sin Ozzy”. Ahí es nada. Y es por esta misma razón que os recomiendo que lo escuchéis y os forméis vuestra propia opinión sobre este pedacito de historia.

F. J. Villasante

Redacción
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5 comentarios

  • Juandie dice:

    Extenso resumen hacia el 50 aniversario hacia uno de los álbumes más criticados de los históricos BLACK SABBATH pero que a mí me encanta y con sus respectivos temas en cada video. Feliz 50 aniversario!!!

  • Luciano dice:

    Una obra maestra, muy detallada y a mi gusto la descripción de cada tema, sin embargo Supernaut requiere algo más de detalle, en mi opinión
    Todos los temas son de gran nivel, por eso cuando hacen encuestas de cuál es el mejor tema, los fanáticos de Sabbath no nos ponemos de acuerdo, gustan todos

  • Marcelo dice:

    Excelente artículo.
    Un discazo de los papás del heavy metal. Realmente se escuchan inspirados los chicos.

  • Carlos Rodríguez dice:

    Si te gusta Black Sabbath y el heavy de esa época, es un disco indispensable. Siempre me ha gustado el toque extra sensitivo y psicodélico que tiene este disco dentro de su discografía. La canción/video de Snowblind en el concierto Never say die del 78 en Londres, es donde mejor se puede apreciar el amor de esta banda por canciones donde sentir ese nivel psicotropico que les pone hasta a ellos a piel de gallina en directo. Es el mejor directo en video para mí que tienen de toda su carrera.

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