41 años del lanzamiento de “The Number of the Beast” de Iron Maiden: Cinco cosas que no sabías del disco que cambió la historia

22 marzo, 2023 4:02 pm Publicado por  1 Comentario

El 22 de marzo de 1982 cambió la historia para una banda británica que había apuntado buenas maneras en sus dos primeros discos, pero que para el lanzamiento que iba a cambiar también la historia de un género como el heavy metal se presentaba con una formación renovada, con un cambio tan importante como el del vocalista, quedando la formación que grabó el tercer disco de Iron Maiden con Bruce Dickinson a la voz, Steve Harris al bajo, Adrian Smith y Dave Murray en las guitarras, y el llorado Clive Burr a la batería. 41 años después, repasamos algunos aspectos curiosos que quizás no conocieras del disco que cambió la historia

1. "The Number of the Beast" nació del sueño de Steve Harris provocado por una película de terror, pero también de la poesía escocesa.

La historia y la cultura en todos sus ámbitos han servido de inspiración a Steve Harris para crear míticas canciones como la que dio nombre a este destacado álbum, cuya inspiración en el sueño que el bajista y líder de la banda tuvo después de ver la segunda parte de "La profecía" es sobradamente conocida. Lo que no se conoce tanto es la inspiración que tuvo para este tema de la poesía escocesa, concretamente del poema "Tam O' Shanter", del escritor Robert Burns, como comentó Harris a Rolling Stone en 2019 al asegurar que "simplemente, siempre me ha gustado leer libros y ver películas de terror".

2. Martin Birch recibió una factura "satánica" durante su producción de 'The Number of the Beast'

El productor Martin Birch volvía a ponerse tras los mandos de una grabación de Iron Maiden, y no hay discusión sobre el resultado logrado, pero la satánica temática que tenían entre manos dio lugar a una de esas extrañas coincidencias que hacen pensar. Birch tuvo en esos días un accidente con su coche y la reparación del taller ofreció una factura de exactamente 666 libras.

El propio Steve Harris lo comentaba en estas declaraciones publicadas por Loudersound: "Se asustó tanto que insistió en que el taller le cobrara 667 libras. Debía de ser la primera vez que ese taller se encontraba con alguien que exigía pagar más".

3. El contrato que Bruce Dickinson tenía con Samson impidió que fuera acreditado como compositor

El por entonces flamante vocalista de Iron Maiden, Bruce Dickinson aseguró a mediados de los 90 que "tuvo una contribución moral muy grande en ciertas canciones", dejando a un lado el que el contrato que tenía con su anterior banda, Samson, impidiera que fuera acreditado como compositor en este álbum. "Esas tres canciones ("Children of the Damned", "Run to the Hills" y "The Prisoner") fueron en las que tuve una mayor contribución moral".

Las habilidades vocales y de interpretación de Dickinson transformaron por completo a Iron Maiden, abriendo un nuevo mundo de posibilidades para las composiciones de Harris: "Fue el destino que Bruce entrara", comentó el bajista a Revolver. "Era fantástico, podía cantar notas y hacer cosas que otros cantantes no podían. Pero en aquel momento, ¡daba bastante miedo! Ya éramos cabezas de cartel en la mayoría de los países y nos daba miedo cambiar de cantante, porque no sabíamos si a la gente le iba a gustar o no. 'The Number of the Beast' era mucha presión, pero a veces, la presión saca lo mejor de ti. Y así fue. Dio sus frutos a lo grande".

El productor comentó con el periodista Mick Wall cómo el nuevo disco hubiera sido imposible con Paul Di'Anno como vocalista: "Simplemente no creía que fuera capaz de llevar la voz principal en algunas de las direcciones bastante complicadas que sabía que Steve quería explorar. Cuando Bruce se unió, se abrieron tremendamente las posibilidades para el nuevo álbum".

4. El cine de terror también inspiró "Children of the Damned", junto a Black Sabbath y Dio

No hay que buscar mucho para encontrar que "Children of the Damned" se inspiró en la película del mismo título ("Los hijos de los malditos", 1964), recurriendo Harris una vez más al cine de terror para sus composiciones, como comentó en el documental 'Classic Albums: Iron Maiden - The Number of the Beast': "Como la mayoría de nuestros temas, se basan ligeramente en muchas cosas. Simplemente tomamos la idea básica y luego la desarrollamos a partir de ahí, e intentamos darle nuestros propios giros".

Pero en este caso, como confesó Dickinson posteriormente en la BBC en su programa de radio, también encontramos la "contribución moral" a la que se refería el vocalista en el punto anterior, y la influencia de un clásico de Black Sabbath en la etapa de Ronnie James Dio como "Children of the Sea".

5. Más inspiración: "Run to the Hills" viene de la obra del novelista de western Louis L'Amour, y "The Prisoner" se inspiró en una serie de televisión británica

La violenta colonización del oeste norteamericano dio forma a uno de los himnos que elevaron 'The Number of the Beast' a los altares, "Run to the Hills", una doble perspectiva desde ambos lados de la historia cuyo origen comentó Harris a Rolling Stone en 2019: "Siempre nos han fascinado las películas y los libros del Oeste. Me interesaban muchas cosas, pero en ese momento nunca había estado en Estados Unidos. Simplemente solía leer muchos libros de un autor llamado Louis L'Amour y me inspiré. Las primeras líneas de "Run to the Hills" fueron definitivamente inspiradas por la lectura de ese tipo de libros".

En el caso de "The Prisoner" nos vamos a una serie de televisión británica de 1967, de la que también tomó su nombre. Adrian Smith se unió a esta composición en la que se encuentra incluso parte del tema con el que se abría la serie sirviendo como introducción, entre "We want information…" y "I am not a number! I am a free man". Un uso al que accedió el actor y autor Patrick McGoohan tras comentar al mánager, Rod Smallwood, como contó Mick Wall en su biografía de Maiden: ""¿Cómo has dicho que se llamaba? ¿Un grupo de rock, dices? Hazlo"".

Bonus track: Cerramos estos puntos con otra tradición en Iron Maiden, los desencuentros entre Steve Harris y Bruce Dickinson, que estuvieron a punto de llegar a las manos en la gira de 1982.

En la biografía del vocalista, 'What Does This Button Do?', nos cuenta cómo sobre el escenario también había una batalla: "Cuando estaba cantando, me metía medio bajo por la nariz, porque estaba claro que había una zona que yo había infringido. Contraataqué colocando unas patas ridículamente largas en mi pie de micro. En mi visión periférica, podía ver a Steve acercándose a toda velocidad hacia mí, así que lo coloqué como una especie de trampa antibajistas-tanque".

"Rod tuvo que separarnos en el backstage", asegura Dickinson sobre el concierto que la banda iba a ofrecer en Newcastle: "Subimos al escenario, un escenario bastante pequeño, y Steve y yo pasamos una noche cabreados como dos ciervos en celo chocando las astas. Los dos estábamos ocupados arremangándonos para ir fuera a solucionarlo. Steve le gritaba a Rod mientras nos separaba: "¡Tiene que irse, joder!". Pero la sangre no llegó al río y Dickinson tardaría mucho tiempo en irse.

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