En Nirvana había una desmedida afición destructiva hacia las guitarras y todo el equipo que llevaban en los directos, algo que sin duda en los años venideros supondría todo un filón para las casas de subastas. Con esa pasión por reventar instrumentos está relacionada una impagable anécdota en la que
Descubrir cómo unos jóvenes Metallica decidieron que era buena idea robarle el champagne de su boda al mánager que más había apostado por ellos fue uno de los grandes momentos vividos durante el homenaje que los de San Francisco brindaron el pasado 6 de noviembre en memoria de Jon Zazula