ZARAMA:Reciclados

8 junio, 2009 3:31 pm Publicado por  – 1 Comentario

ZARAMA
Kafe Antzoki, Bilbao

Cuando en un pequeño pueblo costero como Bermeo un grupo logra juntar a 700 personas y luego en Bilbao cuelga el cartel de entradas agotadas con varios días de antelación está claro que algo hay. Sobre todo, ganas de verles. Y no es para menos, después de los 15 años de silencio de Zarama, pioneros del rock cantado en euskera a los que algunos combos actuales de la zona deben casi hasta la vida.

A pesar de la separación, canciones como “Iñaki, ze urrun dago Kamerun” o “Txatxo” permanecieron en la memoria colectiva de muchos. Por ello, al anunciarse su vuelta a los escenarios en esta gira llamada “Reciclada”, los antiguos seguidores, hoy ya avanzados treintañeros y padres de familia, no quisieron perderse esta oportunidad y petaron la sala.

Encuadrados desde el principio de su carrera en el escaparate ideológico del  rock radical vasco, Zarama poco a poco fueron distanciándose de su contundencia lírica para abrazar un pop-rock sin demasiadas estridencias que caló en las emisoras de la época sin que ello supusiera la renuncia de los que abrazaron sus inicios punk. Y también sufrieron la incomprensión: la de algunos rockeros por recurrir a tan poco moderno idioma como el euskera y que no suena tan guay como el inglés.

Con el recinto a rebosar, aparecieron estos santurtziarras liderados por Roberto Moso que un día tonto de verano decidieron montar un grupo en una cervecera. “Kostako Bidea” y “Gaueko Buruko Mina” permitieron comprobar que, pese a los años de parón, siguen en un excelente estado de forma y que no se han juntado para hacer el paripé. De justicia es mencionar que no se encuentran sobre las tablas todos los miembros de la formación original porque algunos viven muy lejos, pero ahí queda la invitación de la banda para que en el futuro les acompañen sobre las tablas.

La cosa se relajó con el medio reggae “Gasteizko Gaua” y luego con el popular “Iñaki ze urrun dago Kamerun”. Está claro que lo suyo no es el desmelene, pero se hace agradable su rock de fácil escucha pincelado con los arranques punkarras de la primera época. Siguieron tirando de viejos éxitos del estilo de “Txatxo”, con estrofas en castellano incluidas, o “Zoaz Euskal Herrira”, a medida que configuraban un repertorio bastante equilibrado a base de temas sosegados y otros más rockeros.

Los minutos se sucedían casi sin darse cuenta e incluso los propios músicos lo notaban hasta el punto de que el vocalista Roberto Moso exclamó: "¡No ha pasado el tiempo! “Nahiko” y su aire al “Elevation” de U2 nos llevó de nuevo a los orígenes. De hecho, este tema tiene su importancia en el rock vasco al tratarse del primer sencillo que editó el sello independiente Discos Suicidas y quizás también uno de los intentos más tempraneros de introducir el punk en Euskadi.

Otro de los momentos emotivos de la velada estuvo protagonizado por el fallecido Josu de Eskorbuto, al que quisieron recordar tras su breve estancia en la banda allá por el 77, así que no se les ocurrió otra forma que acabar cantando el “Ya no quedan más cojones, Eskorbuto a las elecciones”. Y es que existía una más que cordial relación entre los dos combos de Santurtzi. Aparte de los libros y las diferentes entrevistas de Roberto Moso, en su faceta de periodista, para los medios de comunicación, él fue quien sugirió el nombre para el mítico trío punki debido al aspecto raquítico de Jualma y Josu.

Y antes de despedirse, encendieron al personal con “Bihotzak Sutan”, cuya letra habla de las manifestaciones y de las desmedidas cargas policiales durante la transición y mediados los ochenta. A la vuelta se tornaron más bailables con “Dominus Bobiskum” y su funk a lo Talking Heads, antes de acometer un segundo bis que volcaría todavía más los ánimos de la concurrencia. “Bildur Naiz” de su debut ‘Indarrez’ marcaría el inicio de la trilogía previa a la despedida definitiva. Lo siguiente tampoco tenía desperdicio: “Ezkerralde”, cara B del single de “Nahiko” ya antes mentado. Y por último, “Beti Penetan”, otra del primer álbum, no sin antes rendir homenaje al desaparecido cantautor Mikel Laboa con unas estrofas de uno de sus temas más conocidos.

Un recital cien por cien vasco, por tanto, que haría las delicias de los más puristas. Los Zarama demostraron que no han perdido ni un ápice de la energía con la que en el 77 pusieron prácticamente la primera piedra en la hoy fecunda escena euskalduna. El término reciclaje en el ámbito laboral suele hacer referencia a los profesionales que amplían sus conocimientos para no quedarse atrás respecto a los nuevos tiempos. Pues bien, podemos dar fe que estos músicos han superado con creces su reválida, lo cual les capacita para seguir ofreciendo pedazo conciertos como el de esa noche.

TEXTO Y FOTOS: ALFREDO VILLAESCUSA

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