THE BLACK KEYS: ROCK MÁS ALLÁ DE UNA MODA

30 noviembre, 2012 12:35 pm Publicado por  2 Comentarios

Palacio de los Deportes, Madrid

Ambiente de gala en los aledaños del Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. A pesar del frío, del calendario —aún faltan un par de días para el fin de semana­— y del precio de las entradas —alrededor de 50 euros—, interminables colas zigzaguean antes de perderse poco a poco en el interior del recinto.  La promotora de conciertos Doctor Music quiso celebrar sus 30 años en el sector con una velada  irresistible en no pocos sentidos. Todo vendido para asistir al único concierto de The Black Keys en España. Por cierto, presentación de “El Camino”, su último trabajo de estudio hasta la fecha—séptimo desde que arrancara su carrera en 2001— y el mismo que definitivamente ha dado a conocer a este dúo de Ohio en medio mundo.

Ni siquiera el hecho de dormir tres horas la noche anterior fue excusa para no ir directamente hacia el metro tras dar por finalizado el maratoniano programa 200 de Radio Rock ‘n’ Roll en la Complutense—dentro de nada lo tendrás en la sección de podcast de la web—. Aun así, y como toda esa gente que dejo atrás zigzagueando en el exterior, no llego a tiempo para ver en acción a The Maccabees, los jóvenes británicos encargados de comenzar a calentar al personal.  Por fortuna sólo me perdí los compases iniciales de “Howlin’ for You”, de aquel “Brothers” de 2010 que comenzó a ponerles en el mapa antes de que llegara este éxito total y absoluto, cuando pasarían algunos minutos de las 21:30 horas. El caso es que allí estaban Dan Auerbach (voz, guitarra y camisa de cowboy) y Patrick Carney (batería y gafas de pasta) dejando bien clarito algo desde el principio: precisamente las gafas y esa camisa serían lo menos rockero que veríamos durante la siguiente hora y media.

A pesar de que hubo un par de canciones  mediado el concierto que tocaron sin ningún otro acompañamiento instrumental, durante la mayor parte del tiempo estuvieron arropados ahí arriba por Gus Seyffert (bajo)  y John Wood (teclados). Cuatro en total, las cuentas no fallan, pero el protagonismo siempre fue para la dupla Dan-Patrick  tanto a nivel sonoro como espacial. Y es que mientras ellos se encontraban situados en la parte delantera del escenario, sus músicos de gira estaban más al fondo. Después de “Next Girl”, segunda canción del listado del concierto y del citado “Brothers”, sonó la primera de “El Camino”, “Run Right Back”. Y qué quieres que te cuente, si no hubo tema recibido entre vítores, los de 2011 se llevaron las mayores ovaciones, esas que otros grupos disfrutan cuando se lanzan a por los clásicos. Las modas son así.

¿”Oh yeah” u “oye”? No sé exactamente qué exclamaba el señor Auerbach entre canción y canción, pero se trataba del único respiro que se/nos concedía aparte de los cambios entre Gibson Firebird y ese modelo blanco de Harmony. Sus instrumentos no pudieron sonar mejor y más alto — hay conciertos incluso con tres guitarras donde estas brillan menos—, por momentos me recordaron a Muse o The White Stripes, más que intensos y rotundos, también con aires del mejor Blues, pero la intro de “Same Old Thing” fue un guitarrazo mayúsculo que hizo despegar otra vez el culo de la silla a más de dos. “¡Sing, Spain!” jaleó el cantante en plena “Dead and Gone” —una más de “El Camino” —, aunque en la pista todo el mundo la estaba cantando, e insistió en “Gol don the Ceiling” —¿adivinas? — y el graderío vibró literalmente.

Superada esta primera media hora de concierto, fue cuando guitarra y batería tocaron a solas “Thickfreakness”, “Girl Is On My Mind” y “Your Touch”, tres canciones de sus primeros discos.  Y justo después, antes de que volvieran a ser cuatro sobre el escenario e hicieran sonar “Little Black Submarines” , calma y frenesí a partes iguales, se marcaron la primera pausa en condiciones. Repito, pese a ser una de sus últimas composiciones, ni los clásicos de otros grupos… cantó hasta Paco, que andaría entre el gentío también, y las cámaras de fotos surgieron e iluminaron el recinto como si de mecheros se trataran, todo un momento, quizás el momentazo de la noche. Y si entrecomillo el quizás es porque, antes o después tenía que sonar “Lonely Boy”, su mayor pelotazo, y cuando finalmente sonó  —por cierto, más guitarrera de lo normal— a eso de las 22:45 horas, si es que había alguien resistiéndose todavía a dejarse llevar por el ritmo endiablado de The Black Keys, se unió a la fiesta.

Inmejorable sabor de boca. Fin de fiesta en toda regla con permiso de “Everlasting Light” y “Got Mine”, los dos bises que tocaron tras retirarse durante un par de minutos.  No es el primer grupo que se pone de moda más allá de nuestro rollo. Tampoco será el último, pero siempre y cuando continúen demostrando como en el Palacio de Deportes que lo suyo es el Rock puro y duro, aquí lo festejaremos igualmente. Por 30 años más de Doctor Music y por un regreso a España de este dúo de Ohio lo antes posible.

Texto: Alberto C. Molina (@albertocmolina)

Foto: Fabián Oviedo

SETLIST
Howlin' for You
Next Girl
Run Right Back
Same Old Thing
Dead and Gone
Gold on the Ceiling
Thickfreakness
Girl Is on My Mind
Your Touch
Little Black Submarines
Money Maker
Strange Times
Sinister Kid
Nova Baby
Ten Cent Pistol
She's Long Gone
Tighten Up
Lonely Boy

Bises:

Everlasting Light
I Got Mine

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • anrocknio dice:

    Se te olvida comentar el exceso de celo en la seguridad tras el caso Madrid Arena. Llevo muuuuuchos conciertos a mis espaldas, jamás he visto a tantos nacionales dentro del recinto, jamás me han pedido siete veces la entrada para salir a mear, y tampoco me habían pedido en DNI para pedir minis de whisky con 34 años y canas en la barba.... El sonido de la guitarra fue lo mejor de la noche, me disgustó ver la escasa duración del concierto, 1h28 minutos, un grupo con 7 discos, cabeza de cartel, y cobrando mínimo 46 lauros por barba, debe dar más a su audiencia. Desde que los conocí con Attack and Release allá por el 2008, siempre se caracterizaron por sus jams improvisadas en el escenario, cosa que escaseó en el capital. Si algo me quedó claro, es que es una banda de garito, del Moby Dick, del Barracudas, del Honky, pero no de un recinto donde había 15.000 capullos que solo conocían Lonely Boy. Les doy un 5 raspado, me fui de muy mala leche a casa.

  • Felipe dice:

    Yo disfruté, gocé y flipé como si tuviera 15 años. Estoy de acuerdo en que muchos de los que acudieron sono conocían "Lonely Boy", pero yo, que llevo siguiéndoles casi desde sus inicios allá por 2001, quedé encantado. Me esperaba menos guitarra y, suertudo de mí, metieron muchísima, algo que me levantó el ánimo. Quizá la puesta en escena no estuvo a la altura pero, que cojones!! estos lo que hacen es tocar!! y muy bien, por cierto. Les pongo un 9 🙂

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