SUPERSUCKERS: EL GENUINO SABOR AMERICANO
24 septiembre, 2014 1:09 pm 2 ComentariosKafe Antzokia, Bilbao
Dentro de poco habrá que abrir un museo de todo aquello que se fue perdiendo en el abismo temporal. Las míticas cassettes con un disco en cada cara, los cines con la fila de los mancos, los garitos con humo y personalidad, aquellos sitios que siempre te encontrabas abiertos, ya sea un lunes o un sábado, y además con personal variopinto adosado. Podrá sonar nostálgico, pero esto de divertirse a la vieja usanza cada vez se torna más complicado y las madrugadas ya no sirven de refugio a noctívagos irredentos y demás gente de malvivir, los que se atreven a cambiar el mundo un día entre semana.
Porque salir un domingo o un martes es en el fondo un golpe sobre la mesa del establishment imperante, que te dice cuando debes recogerte y cuando está permitido tomar el aire. Herederos de esa filosofía vital son los estadounidenses Supersuckers, la autoproclamada “banda de rock n’ roll más grande del mundo” y que nombres tan dispares como el de Lemmy o el del actor Elijah Wood han reconocido su autenticidad.
Y en consonancia con su filosofía itinerante, se marcaban una gira española de hasta once fechas, una de esas de tirar millas como alma que lleva el diablo, suponiendo, claro, que los vaqueros de Arizona gasten de eso. Se había configurado en el último momento, casi por arte de birlibirloque, un interesante cartel con la presencia del ex Kyuss Nick Oliveri, aunque visto lo visto, cualquiera diría que lo habían pillado de paso en sus vacaciones y el hombre no tenía nada mejor que hacer.
Antes, los de Villarcayo Derringers amenizaron con un rock n’ roll polvoriento en la estela de los protagonistas de la velada, aunque sus temas todavía deben mejorar bastante en términos de composición. El sonido embarullado, con la voz sepultada en una maraña de ruido, no contribuyó a que causaran una impresión positiva, por mucho que se trajeran del pueblo una auténtica caravana de mujeres que se contoneaban de idéntica manera y de vez en cuando sacaban cartelitos que ponía ‘temazo’. A pesar del esfuerzo del equipo de animadoras, probablemente en unas semanas ni nos acordaremos de que alguna vez existieron. Su versión en plan rockabilly del celebérrimo “Tainted Love” de Ed Cobb, moló, eso sí.
Después de ver en una ocasión al colgado de Nick Oliveri lanzar botellas al público, sorprendió verle tan pulcro y formal, en formato acústico y con una actitud similar a la de los niños que se reúnen en torno a una hoguera en los campamentos de verano. Como si fuera un osito amoroso, nos deleitó con alguna canción desnuda de Kyuss como “Green Machine” y un poco de su nuevo disco con “Love’s A Fiction”, donde jugaba a ser Bob Dylan, aunque le perdió su excesivo histrionismo vocal. Nos contó que había death metal, death punk, death rock y “death acoustic”, que era lo suyo, si él lo dice…
Una muchedumbre de manos cuernadas recibió a Supersuckers, los tipos más chulos del Oeste, que tras una intro de rock n’ roll añejo, escupieron el trallazo “Get The Hell”, rebosante de agallas a más no poder, pero el personal no se entregó hasta “Never Let Me Down Again”, esa trepidante versión de Depeche Mode con la que hasta a Dave Gahan le temblarían las canillas. Según la tradición, elevaron mástiles al cielo y se pusieron gallos ante las escaleras que les separaban de la multitud, toda una muestra de poderío rockero.
A veces da la sensación de que ponen el piloto automático y no paran hasta el final, pero resulta difícil permanecer impasible ante pepinazos del calibre de “Bad, Bad, Bad” o la reivindicativa “The Evil Powers of Rock N’ Roll”. Quizás les pueda cierta arrogancia, ya que repitieron en numerosas ocasiones aquello de que eran “la banda más grande de rock n’ roll”, y nunca es buena la autocomplacencia, aunque sí es cierto que en directo nunca defraudan, son un valor seguro, pese a que parezca que lleven la lección aprendida en exceso.
Uno de los picos llegó con la apisonadora “Rock N’ Roll Records (Ain’t Sellin’ This Year)” y en “I Want The Drugs” Eddie Spaghetti incitó a consumir y compartir cocaína, con el guitarra, por ejemplo, que era su cumple, y con todo el mundo, en un alarde de solidaridad cristiana. Ya decían las madres aquello de compartir es vivir.
Tal vez porque les hemos visto en unas cuantas ocasiones anteriores, el repertorio basculó entre las piezas previsibles y las novedades de su reciente ‘Get The Hell’, aunque no lograron extraer el máximo jugo al olvidarse de cañonazos del tipo de “Something About You” o “That’s What You Get For Thinking”. El hecho de que sus bolos casi nunca pasen de la hora y media también supone un lastre importante, y eso que tienen material para aburrir, me suena que incluso en alguna gira precedente han incluido un intervalo country de dos o tres canciones, algo que añade variedad al conjunto y tampoco cansa en exceso a la parroquia.
Condescendieron empero con bises de altura como el himno a la decadencia física y mental “Pretty Fucked Up”, que Tyla de Dogs D’ Amour encontraría muy de su agrado, y la inevitable “Cowboy Song” de Thin Lizzy, que llevaron a su terreno muy competentemente y en la que no se echaron de menos las sentidas interpretaciones de Lynott y Sykes. Bajaron la persiana con el alarde cowpunk “Born With A Tail” dejando tras de sí una polvareda ficticia en los ojos y la añoranza del desierto.
Un sabor americano tan genuino como el legendario hombre de Marlboro que murió a consecuencia de un cáncer de pulmón o como esos garitos de luces tenues y billares desde los que unos barbudos miran desafiantes desde la esquina dispuestos a retar a los palos a cualquier forastero. Deberían colocar en sus bolos la misma etiqueta que en las cajetillas de tabaco o esas frases de los anuncios. El gusto por lo auténtico.
Texto: Alfredo Villaescusa
Fotos: Marina Ruano
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2 comentarios
Según he leído por aquí fue una sensancional actuación de esta banda de Seattle en Bilbao arrasando con cada tema que interpretaban además de dar también el mérito a unos teloneros muy dignos en su estilo cada uno.En estudio no se pero en directo SUPERSUCKERS lo da todo y más aún!!!
Pues a mi los teloneros me molaron, pero bueno, para gustos los colores.