SONISPHERE 2012: SEGUNDA JORNADA

27 mayo, 2012 9:08 pm Publicado por  21 Comentarios

La segunda fase del Sonisphere 2012 supuso sin lugar a la menor duda un salto con respecto al día anterior a todos los niveles, tanto en asistencia como en lo que respecta a la fuerza de los conciertos. Fue un sábado de metal con mayúsculas en el que los vatios empezaron a atronar en el escenario principal a las cinco y veinte de la tarde a cuenta de los extravagantes Sister, que se postraron con brío ante un público que en parte se había agolpado en masa frente a las vallas de la entrada minutos antes de la apertura de puertas y cuyo estoicismo quedó patente en su aguante bajo un sol de justicia. El clima fue algo más benigno que el viernes, pero aún así pegaba el calor cuando los suecos, ataviados de un modo cercano al black metal pero practicando un sugestivo estilo a caballo entre el sleazy y el metal, presentaban cortes de su última obra, ‘Hated’.

Había que darse prisa hacia el segundo escenario para no perder detalle de una actuación que por temprana no debería pasar desapercibida; hablamos de la colosal descarga de los madrileños Vita Imana, quienes volvieron a avasallar con su potente thrash metal de irresistibles influencias étnicas que hacen de ellos un conjunto original y distinguido. A bombas de relojería perfectamente acompasadas, interpretadas con una solidez y una robustez de sonido digna de los más grandes, como “Gondwana”, la subversiva “Romper con Todo”, “Un Nuevo Sol” o “Quizás no Sea Nadie”, se le unió un atractivo momento de percusión conjunta entre todos los componentes que provocó lo halagos de un público al que hacen partícipes y tratan con sumo afecto, particularmente el portentoso vocalista y frontman Javier Cardoso.

Apenas unos minutos transcurrieron hasta que Mastodon subió la escalinata del primer escenario para encarar un concierto ostensiblemente escorado hacia su última obra, ‘The Hunter’, que copó gran parte del repertorio con cortes como “Dry Bone Valley”, “Black Tongue” o la propia “The Hunter”. Desprendieron intensidad y sacaron a relucir una solvencia musical que les está haciendo ganar cada vez más enteros.

Como agua de mayo se esperaba el show de Children of Bodom, en un horario extrañamente temprano y en un escenario, el segundo, que no se ajustaba al potencial que el quinteto de Espoo puede desprender. Arranco la actuación con el grupo echando toda la carne en el asador de “Hate Me”, para enseguida sorprendernos “Warheart”, de aquella sin igual obra maestra hoy perdida en los anales de su historia, ‘Hatebreeder’. Nos despertaron de la ensoñación volviendo al presente con “Shovel Knockout”, la única que sonó de su última entrega ‘Relentless, Reckless Forever’.  “Blooddrunk” precedió a una penetrante “Angels Don’t Kill”, lanzadera de un subidón de adrenalina que se hizo efectivo con la gloriosa “Needled 24/7” y la magistral “Downfall”, que esta vez no iba a ser la última. Sí lo fue la cruda “In Your Face”, con la que acabaron abruptamente y diez minutos antes de lo previsto un show que de por sí se esperaba corto en el que Alexi Laiho, obsesionado con la palabra fuck y sus derivados, encandiló continuamente a la audiencia con su pretendidamente transgresora verborrea y, por encima de todo, con su talento innato

En tesituras musicales abismalmente distantes se desenvolvieron como pez en el agua unos solventes Within Temptation, que desde la inaugural “Shot in the Dark”, con esa combinación entre electricidad y melodías pegadizas, sedujeron a una audiencia muy nutrida que disfrutó con una puesta en escena y una interpretación sin fisuras. El sonido fue mejorando con el transcurso de los minutos y pudimos percibir bien la perfectamente conservada voz de Sharon den Adel, describiendo esos estribillos que se graban a la primera completamente metida en el papel. Canciones como “In the Middle of the Night”, “Faster” o “What Have You Done”, además de “Ice Queen”, sonaron fabulosas. Esa es su naturaleza, su seña de identidad, y ni lo ocultan ni se desdicen de ello. “Stand My Ground”, “Iron”, “Sinead” y “Mother Earth” terminaron por dar la puntilla a un show en el que también contemplamos breves momentos cinéfilos previos a algunas canciones que la realización se encargaba de proyectar en las pantallas.  Cuando el set de los holandeses concluyó, en el escenario secundario, que tampoco era moco de pavo (impresionante despliegue de medios que ayudan a situar Madrid en el mapa metalero internacional); los enigmáticos Ghost llevaban un buen rato descargando heavy metal, que cuenta con tan solo un redondo en el mercado, ‘Opus Eponymus’, del que hicieron sonar temas como “Ritual”. Se presentaron enfundados en túnicas de sacerdote, con el vocalista vestido de inquietante Papa; y, por supuesto, su anonimato siguió preservado en el más absoluto secreto. ¡Qué misterioso todo!

El estruendo del paso de la apisonadora Slayer se hizo notar en todo el recinto, temblaban las paredes y casi podíamos percibir el calor del averno flotando sobre su encarnizado y fulminante thrash metal. Nada nuevo bajo el sol, que ya se escondía, en lo que significa un show de la mítica banda californiana: agitación y mosh pits abajo, y contundencia y concisión sobre las tablas. No se anduvieron con rodeos a la hora de hacer sonar por los numerosos altavoces añadidos a la escena una buena retahíla de feroces cuchilladas de thrash metal iniciada con “World Painted Blood”, seguida de “Psychopathy Red”, “Die By The Sword”, “Chemical Warfare”, “Mandatory Suicide”, “Hate Worwide”… El ambiente estaba realmente al rojo cuando sonaron “Dead Skin Mask” y “Jesus Saves”, y ardió al llegar la traca final compuesta por “Raining Blood”, “Angel of Death”, “South of Heaven” y “War Ensemble”. Fueron bastante a piñón fijo, con un Kerry King particularmente activo, pero cañonazo tras cañonazo noquearon nuestros oídos. Eso es lo que había, lo tomabas o lo dejabas.

Nos tocó esperar 40 minutos más de lo previsto la salida del legendario cuarteto californiano, pero mereció mucho la pena. Como viene siendo habitual, el “It’s a Long Way to the Top” de AC/DC precedió a la intro propiamente dicha, encarnada en “The Ecstasy of Gold”, composición de Ennio Morricone que formaba parte de la banda sonora de ‘El Bueno, El Feo y El Malo’, de la que se proyectaron imágenes. El júbilo estalló cuando por fin, pletóricos de energía, Metallica metieron primera con un trallazo, “Hit the Lights”, nada menos que la que se dice que fue la primera canción que James Hetfield y Lars Ulrich elaboraron al fundar la banda, allá por 1981, para tres décadas después seguir exhibiéndola ante una multitud enfervorecida. Terminó tocando Ulrich la batería de pie, algo que repetiría a lo largo del show en puntuales instantes. La locura terminó por desatarse tan pronto como sonaron los primeros compases del himno de himnos, un tempranero “Master Of Puppets” que, tras concluir con una carcajada y posterior saludo de Hetfield, fue seguido por una sorpresiva e inesperada “The Shortest Straw”, un corte de ‘…And Justice For All’ para nada asiduo a sus puestas en escena. Sí que lo es la grandiosa “For Whom the Bells Tolls”, dedicada por el vocalista a su compañero de las baquetas que nos envolvió en su potencia teniendo como lanzadera un sonido perfecto, impecable, nítido y con una contundencia fabulosa.  Menos entusiasmo se le vio al seguidor de a pie cuando cayó, sin mediar palabra, “Hell and Back”, un tema de nueva factura incluido en su EP ‘Beyond Magnetic’ y que el grupo atacó con extrema fiereza.

Una prolongada sucesión de grabaciones extraídas de su vídeo ‘A Year And a Half in the Life of Metallica’, que vió la luz allá por el ’93, nos auguró el comienzo de la interpretación íntegra de su álbum ‘Metallica’, más conocido por muchos como el ‘Black Album’. Un encadenamiento de carátulas de singles del disco, imágenes de la grabación del mismo (precedidas por el epígrafe: “Los Ángeles, California, 1990”), tomas de cuando salió a las tiendas y hasta un pequeño fragmento de un noticiero televisivo nos dieron el recibimiento a las doce canciones que comprende la ilustre obra interpretadas, como vienen haciendo a lo largo de la gira, en sentido inverso. Así que comenzaron con la última “The Struggle Within”, recibida con algo de frialdad en primera instancia. Siguiendo con el guión previsto, el portentoso bajo de un hiperactivo Robert Trujillo, introdujo la sensacional “My Friend of Misery”, cuya faceta instrumental sonó refinada y emocionante. De hecho, musicalmente estuvieron coordinados al milímetro y sonaron deslumbrantes, con un magistral Kirk Hammett fenomenal a las seis cuerdas durante toda la actuación. Pero no fue solo la música, ni que la garganta de Hetfield gozara de un magnífico estado de forma, lo que hizo de este show un episodio inolvidable. La actitud de todos y cada uno de los músicos fue profesional y cercana al máximo, exprimiendo además las ingentes posibilidades de un escenario con pasarelas sin separación alguna con el público y con multitud de micrófonos (con sus correspondientes monitores) dispuestos a lo largo, ancho y alto (tenía una parte elevada) del mismo.

Prosiguieron con el ‘Black Album’ a la inversa de la mano de “The God That Failed”, con inquietantes imágenes de crucifijos proyectadas en unas pantallas en las que el realizador se lució. No decayó el ánimo en “Of Wolf and Man”, antecesora de “Nothing Else Matters”, preciosa balada que mantuvo intacta esa emotividad que la hace tan insigne. Vimos a un expresivo Hetfield tocando ocasionalmente sin púa y vaciándose, como también se vació en el retorno a la contundencia con “Through the Never”, que presentó con aquella frase, no por manida incierta, de “nunca digas nunca” (“never say never”). Con mucho rigor acometieron “Don’t Tread On Me”, seguida de la gloriosa “Wherever I May Roam”, coreadísima. A estas alturas estaba claro que el show era de los buenos, y más elogiable es aún su intachable capacidad para conservar la frescura en directo, tanto en la performance como en las canciones en sí. Para “The Unforgiven”, en la que pudimos ver fragmentos del videoclip, James Hetfield echó mano de la acústica en la parte superior de la escena cuando así lo requería una canción sobresaliente que sonó como merece. Muy animado estaba el vocalista y hacha californiano, que se acercó a la batería de su compañero Lars para martillear con el puño uno de los platos varias veces. Sería el percusionista quien pondría su punto y final con un breve solo.

“Hoiler Than Thou” y la rotunda “Sad But True”, en la que Hetfield acabó de rodillas y chocando las manos del público de vuelta al escenario desde la pasarela, nos anunciaban el final, ¿o deberíamos decir principio?, de la interpretación de tan ilustre obra discográfica, álbum que inauguraba la archiconocida “Enter Sandman”. No sonó inminentemente, sino que vino precedida de un momento para el protagonismo de Trujillo al bajo. Sonó impoluta, acompañada de un vistoso espectáculo pirotécnico, y después del solo de guitarra, en lugar de escuchar de fondo las palabras de aquel niño, Hetfield se lió la manta a la cabeza y dialogó con el público con más garra y cercanía que prácticamente ninguna otra banda del evento. Nos hizo repetir lo que él cantaba o proclamaba, frases tales como “Metallica-Madrid-Metallica-Madrid – Together (juntos)” o “Madrid is Metallica’s family” (“Madrid es la familia de Metallica”).

Tras saludar exultantes a la muchedumbre, abandonaron la escena para retornar con la poderosa “Battery”, acompañada una vez más de una abrumadora pirotecnia. La sucesión corrió a cargo de otro gran clásico, “One”, durante la cual se desarrolló un vistosísimo espectáculo lumínico. Lars Ulrich dejó la batería y se acercó hasta el público (al que, por cierto, le escupía agua), antes de volver para la definitiva y enorme “Seek And Destroy”, que dedicaron a los fans y a los no fans que estuvieran presentes en un alarde de simpatía y cercanía que no cesó en toda la actuación.

Tardaron en dejar la escena los cuatro músicos, que no escatimaron en gestos de cariño, saludos al público de un lado al otro, buenos detalles, agradecimientos y elogios a la audiencia por parte de todos, lanzamientos de púas y baquetas… Da gusto cuando una banda tan grande ofrece una sensación de tanta franqueza y cercanía. De veras que sí.

Después del cénit de Metallica se produjo el éxodo masivo de gente desde el primer escenario y los franceses Gojira tuvieron que lidiar con la difícil papeleta de tocar en el otro stage mientras una gigantesca marea humana se desplazaba en paralelo a este, situado al fondo del recinto y en perpendicular con el principal. La banda de Bayona, a un mes de sacar a la venta su cuarto disco, ‘L’Enfant Sauvage’, sonó rotunda e implacable, y ofreció un demoledor show con sus instrumentos fantásticamente ensamblados. “Toxic Garbage Island” o “Flying Whales” son algunas de las piezas que tocaron.

Por cierto, que quien a esta hora tuviese la feliz ocurrencia de comprarse la cena en alguno de los puestos de comida que había dentro del recinto, montados sobre un lugar con bastante polvareda, sufrió con creces la inexplicable escasez que había de ellos para un festival de semejante magnitud. Un montón de gente se agolpaba frente a ellos y la duración de las colas rondaba la hora. Punto a tener en cuenta para futuras ediciones de un festival que ha vuelto a poner al país en el mapa del circuito de festivales metaleros de Europa y que contó con un despliegue de medios técnicos y humanos enorme. Otros aspectos a mejorar de cara a los años venideros son el tema de la zona de acampada (ahí las instituciones deberían de involucrarse más) y la distancia del público con el escenario, que este año debido a la inclusión del ‘Black Circle’ (una zona vip), estaba demasiado separado del público en general. Dicho lo cual queda felicitar la incansable labor de la organización tremendamente profesional de un festival que todavía no había llegado a su fin.

Por las dificultades logísticas que entrañaba el desmontaje del escenario de Metallica, hubo cambios en los horarios, y aún así, Evanescence hizo acto de presencia sobre el escenario principal más tarde de lo anunciado.  Con ellos se dieron cita los sonidos más melosos, demasiado para algunos, lo que unido al cansancio lógicotras esta larga e intensa jornada, hizo que la concurrencia se viera relativamente resentida. Canciones como las primigenias “What You Want”, “Going Under” o “The Other Side”, sonaron magníficas y dejaron claro que, gustos aparte, sus directos gozan de muy buena salud. Amy Lee, muy dedicada a la causa, cantó realmente bien y mimó el pentagrama en diversas ocasiones sentada al piano o de pie frente al teclado, lo cual compaginaba muy bien con la voz. A sus compañeros de banda se les vio activos, bien situados y haciendo headbanging a veces incluso en contraste con lo edulcorado de la canción en su conjunto. No faltaron a su cita temas tan señalados como “Imaginary”, “Bring Me To Life”, muy celebrada desde la primera nota aunque sin la voz masculina, y “My Immortal”, última canción que fue presentada por la afable vocalista. Con la actuación de los estadounidenses, quedaba clausurado este escenario principal y las actuaciones restantes, incluida la de Fear Factory, programada para éste, se llevarían a cabo en el segundo.

Con un retraso acumulado considerable, Clutch completó una buena y potente actuación en la que la pegada de su variopinto hard rock fue la nota predominante. Tras ellos, cerraron el apartado de actuaciones los devastadores Fear Factory, que se abalanzaron sobre nosotros con la brutal “Shock”, continuada por “Edgecrusher” y “Smasher/Devourer”. Trallazo tras trallazo, nos hicieron quemar los últimos cartuchos hasta las cinco de la mañana, con tornados de vatios en temas como “Linchpin”, “Powershifter”, “Demanufacture” o “Replica”, en los que vimos a un Dino Cazares muy firme a la guitarra y a Burton C. Bell cumpliendo a la voz.

Culminaba así un festival de grandes dimensiones que fue de menos a más y que nos dejó un año más con la gratificante sensación de tener aquí cerquita un evento de referencia continental en el panorama metalero. La cuenta atrás ya está en marcha para la siguiente edición del Sonisphere, hoy por hoy, totalmente consagrado y con un futuro brillante sustentado en la masiva respuesta por parte de un público llegado de todos los rincones del estado español.

TEXTO: JASON CENADOR

FOTOS: ANTONIO MARTIN

Mariano Muniesa
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Esta entrada fue escrita por Mariano Muniesa

21 comentarios

  • Iker dice:

    Mastodon no toco la canción "The Hunter", era una de las que estaba esperando a ver si caían, junto con "The Sparrow" y no tocaron ninguna de ellas.

  • Stonevalley dice:

    Buena jornada la del sábado con actuaciones impecables como VITA IMANA, MASTODON, SLAYER, METALLICA y CLUTCH. Es cierto lo de los puestos de cena, demasiada cola. Y un poco feo el gesto de Lars escupiendo a la gente.

  • Yoda dice:

    Geniales los conciertos de MASTODON, SLAYER y METALLICA. Me lo pasé como un enano.

    Por cierto, Lars ha hecho eso de echar agua por la boca en todos los conciertos desde tiempos del Master of Puppets. No es nada nuevo. Tampoco es pa tanto. Él pregunta primero a quien se lo va a tirar, y si la peña le dice que sí, pues les escupe. Si veis cualquier DVD del grupo, sale haciendo lo mismo.

    Y en cuanto a la organización, hubo varios errores de bulto: por ejemplo, al principio, tardaron mucho en abrir las puertas, y eso provoca cabreo en la gente que lleva horas esperando allí (con las consiguientes broncas porque alguien se ha colado, etc.), por otra parte, en la página web se nos dijo una y otra vez que las entradas de día NO llevaban pulsera. Y sin embargo, al principio no me dejaron entrar porque no llevaba la dichosa pulserita. Otra vez para atrás y a hacer cola para que me la pusieran. Una puta mierda.

    Luego lo de los puestos de comida, que a todas luces eran muuuuuuuy escasos (y la calidad de los mismos, en fin, pa qué contarte).

  • Ana dice:

    Yo quiero comentar algo que me ocurrió este día. El sábado a las 14:30, al llegar al recinto del festival, un amigo tuvo un pequeño accidente y necesitaba atención médica; preguntamos dónde se encontraban las ambulancias y nos enviaron a la zona de acampada. Cuando llegamos allí, nos enteramos que la única ambulancia que había no estaba porque estaba trasladando a una persona al hospital. Por supuesto no había ningún médico ni nada parecido; algo que, sinceramente, es incomprensible (e ilegal), más teniendo en cuenta las condiciones de hacinamiento en las que se encontraban las personas en el camping. Me imagino que ya os habrán comentado la escasez de duchas - todas ellas sin agua caliente- y de servicios, puesto que estaban todos desbordados y llenos de mierda (literalmente). Al final a las 15:30 - 15:45 llegó la ambulancia con los paramédicos y nos trasladaron al hospital. Por cierto, no fuimos capaces de dar con las hojas de reclamaciones.

  • CRITTER dice:

    Por favor, corrige "Enter the sndman" por "Enter Sandman". Un saludo.

  • Tomás dice:

    Y el sonido de Mastodon tampoco fue muy bueno que digamos

  • pitufo dice:

    Vaya, por lo visto retrasos al abrir las puertas, polvareda, escasos puestos de comida (y seguro que carísimos). Encima la puta zona vip dejando el escenario en casa su puta madre.

    Después de la experiencia nefasta del año pasado decidí no ir este. Y visto lo visto, no me arrepiento nada. Ya me cansé de que se rían de mí y me atraquen.

  • metall dice:

    la acampada secillamente tercermundista ni sombra ,pocas duchas y tiendas agolpadas en el cerro se estaba mejor

  • rafa dice:

    la organizacion con la experiencia que tiene no se como comete fallos tan garrafales.
    para que sirven las pulseras de un solo dia?
    porque abren tan tarde las puertas?parece que les gusta que la gente se amontone y pase horas esperando,e tenido la suerte de ir a festivales en europa y las puertas se abren muy temprano y la gente entra de lo mas tranquila.
    este es lo mas que me indigno hubo muchas mas cosas pero ya me las esperaba.

  • Anónimo dice:

    aparte del asunto de la comida,algo cara para la calidad dada,la organizacion del evento deberia tener en cuenta para futuros festivales,el problema de la visibilidad para los que no medimos 1,90 de estatura. saludos.

  • Tomás dice:

    Yo creo que es último año que voy, sólo por la organización. El año que viene intentaré ir al Hellfest. Todo el que sale de España para ir a un festi vuelve hablando maravillas, y de los de aquí sólo salimos con quejas.

  • garivaldy dice:

    el sabado fue acojonante y no os quejeis tanto que sois muy delicados yo tarde una hora y media en pedir un kebab y vuala aki estoy vivo jajajaja

  • Tomás dice:

    Pos si eso te parece ser delicado... ¿¿Estuviste en el camping??

  • Santiago dice:

    El festival espectacular,pero la organización deja mucho que desear.Al tema de la zona de acampada,las pulseras de dia,el maldito black circle(el viernes con machine head estaba vacío y los pocos que había,sentados en el suelo,penoso),el retraso de la apertura de puertas el sábado,quiero añadir que en la web decía que los buses de vuelta a Madrid llevaban a Atocha,falso,nos dejaron en Sta. Mª de la cabeza(a 20 min. andando de Atocha)y eso a las 5 a.m. jode un poco.Aún así pienso volver.

  • sendo dice:

    bienvenidos al pais de la patata!

  • chiaski1963 dice:

    Señores, estamos hablando de un festival de rock (y en España), ¡por todos los santos!
    Que si la comida no era muy buena, que si las colas eran largas, que si la visibilidad no era para enanos, que si la zona de acampada estaba hasta los cojones de gente, que si no había Cristo que encontrase maría pa comprar, y lo mejor de todo ¡¡¡¡que si no había agua caliente en las duchas!!!!
    En cuanto a la comida, cuando el tipo de las pizzas me las cocinaba a mano poniéndole los ingredientes con tanto cuidado, sentía como si me cocinase mi padre y me daba energía durante horas; ¿las colas? un poco de paciencia, un par de birras y antes de que te des cuenta estas comprando la tercera ronda dentro; la visibilidad, bueno, habrá que apañarse con lo medios que uno tiene (no mido más de 1,65) y buscarse la vida para buscar un sitio a gusto; acampamos a pleno sol el viernes cuando mas pegaba, sin un carajo de sombra y a la noche nos esperaba un focazo potentísimo apuntando directamente a nuestra tienda. Dormí como un bebe destrozao como estaba; y lo del agua caliente........ ¿cuanta gente se ducha en un festival de metal? y lo que es más grave ¿¡¿¡¿para que cojones quieres agua caliente con 35º a la sombra?!?!?!
    Creo que deberíamos estar para lo que estamos, para la música. Disfrutarla y gozarla mientras podíamos. Hoy he ido a currar a la oficina y echaba de menos poder caminar con una birra en la mano bajo ese sol ardiente con el único objetivo de ir a ver a Metallica o Clutch o Kyuss o Machine Head o quién sea. Eso sí era vida señores y, todas esas cosas que habláis, formaban parte de la gracia de un festival de Rock & Roll.
    Lo único que se debería exigir es un sonido de calidad, pues por él estamos ahí. Y de eso si que falto un poco..... pero siguen siendo gajes del oficio.

  • Sra Maiden dice:

    Alguien sabe donde suben o donde se pueden ver los videos que graban los camaras del sonisphere!!!???

  • fernando dice:

    por cierto por que la prensa especializada no decis la verdad de la organizacion de los festivales españoles que por lo general suele ser nefasta, cosa que creo hacen a conciencia, por que ya llevan años para que hubieran aprendido.que pasa que os pagan par que no les critiqueis, por que si no no se explica que el que haga la cronica sea el unico que no se da cuenta de los continuos fallos algunos gavisimos.

  • javimetal dice:

    aki javimetal tomas como haces para poner el dibujo explicamelo porfa ala hell bent fort leather

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