SÔBER + SAVIA + SKIZOO: TRES EN UNO

Sala Rock City (Valencia)

Éxito apabullante. Sólo así se puede definir lo que está siendo y será una de las giras del año en este país, un 20 aniversario celebrado a lo grande por los madrileños Sôber, fusionando toda su historia incluso con sus proyectos paralelos Savia y Skizoo.

Con bastante puntualidad sobre la hora prevista, el combo de los hermanos Escobedo comenzó en la capital del Turia su show con la antiquísima “Clavos”, de cuando el grupo estaba bautizado como Sôber Stoned. Un tema al que la audiencia respondió con bastante frialdad, pero es que la banda ya había adelantado en entrevistas previas que el repertorio seguiría un orden cronológico, contando la historia del grupo y sus músicos como si de una antología se tratase. La puesta en escena y escenografía era sencilla pero eficaz, con un gran juego de luces (chapeaú por sus técnicos) en los que destacaba su clásico logo/cartel luminoso con la “Ô” en el centro, junto con dos dobles pantallas laterales sobre las cuales se proyectaban diversos videos y efectos que iban variando según la canción. El resultado resultó llamativo a la par que espectacular, pues los videos que iban desde grabaciones en 3D  a algún que otro cameo de videoclips de la banda y otras sorpresas que no “spoilearé”, estaban genialmente sincronizados en temas como “Sólido” de Savia, donde su logo combinaba un movimiento milimétricamente logrado a la par que el mencionado tema. Fantástico.

Entrando en lo que fue el concierto en sí, digamos que se dividió en tres partes diferenciadas. Los primeros diez temas, con los cuatro componentes actuales de Sôber (Carlos y Jorge Escobedo, Antonio Bernardini y Manu Reyes), abarcaron la historia de la banda hasta su separación en 2004. Carlos no tardó en agradecer la espectacular acogida que la banda había tenido en Valencia, con un completo “sold out”. Fue realmente sorprendente ver como se condensaban en este primer tramo del show todos los hits más conocidos, los cuales han forjado la leyenda de la banda. Sonaron “Condenado”, “La prisión del placer” (la cual recuerdo que no paraban de pedirme en su día cuando pinchaba en el garito Sanctuary de mi ciudad) o su mayor himno “Loco”, con la cual la concurrencia hizo honor al título al sonar tan prematuramente en el setlist. Por cierto, Carlos se equivocó y presentó primero “Vacío”, del que comenzaron a sonar los primeros acordes para inmediatamente parar y tocar el mencionado hit, que al final sí que enlazó con ese temazo del disco “Synthesis”. De ese celebrado disco de 2001 también recuperaron la añorada y gótica “Versus”, ninguneada desde hace años en los repertorios y recopilatorios de la banda. Este primer periplo acabó con los singles y videoclips que programaron en las radiofórmulas y televisiones hasta la saciedad: “10 años”, la trilladísima “Arrepentido”, “La nube” y mi favorita, “El hombre de hielo”. Y es que pocas bandas españolas que sigan en la cúspide pueden presumir de tener un repertorio tan aplastante.

No obstante, lo bueno de este tour, o al menos lo más esperado por muchos, era el “reencuentro” con los dos proyectos paralelos que sendos hermanos Escobedo firmaron tras la disolución de la banda madre; este fue el mayor gancho que atrajo a un mayor número de curiosos. Hay que decir que ambas bandas, Savia y Skizoo, alternaron en dos bloques de tres temas su setlist, a fin dar mayor agilidad y fluidez al evento, evitando de esta manera que resultase aburrido para aquellos que estuviesen menos familiarizados con esas composiciones; sabia elección, sin duda. Y Savia precisamente fueron los que comenzaron este espectacular revival, para el cual tomó el relevo al bajo y coros el gran Jesús Pulido, que se mostró visiblemente emocionado comentando que con Savia solo llegaron a tocar en Alicante dentro de la Comunidad en sus años en activo. Incluso Carlos Escobedo, ahora guitarra en mano, bromeó con Jesús comentando que le iba a quitar el micro, aludiendo que cantaba mejor que él. “Insensible” y “Derrotado”, los exitosos singles de sus dos primeros discos fueron los primeros en sonar, junto a “Agua para tu sed”. Hay que decir que ésta vez el frontman no sacó su célebre sombrero vaquero del video de “Insensible” como si lo hizo la semana anterior en Cartagena.

Tomaba el relevo Skizoo con una de las muchas intros pregrabadas que sonaron en el concierto (lo que sí se echó de menos fue un teclista), con un público absolutamente ido, vitoreando incluso antes de aparecer en el escenario al carismático vocalista Morti. He de decir que lo vi mucho más suelto y mejor frontman que los años en los que la banda se comía con éxito los escenarios españoles. “Sólo estás tú”, “Renuncia al sol” y “Habrá que olvidar” fueron celebradísimas y coreadas por toda la sala, finalizando estas dos últimas con el estribillo nuevamente cantado a capela por Morti y el entregadísimo público. Como antaño, al final del estribillo de esta última,  Morti espetó un cariñoso “… todo me da igual, ¡menos vosotros, joder!”. Si  bien este primer “round” lo ganó Skizoo por goleada, pronto la revancha de Savia haría que la batalla y el “pique sano” entre ambas bandas paralelas se igualaran gracias a “Inmortal”, “Fragile” y la mencionada “Solido” (samplers incluidos, pero era casi obvio que no llevarían a ningún trompetista para la ocasión). Imperdonable, eso sí, que no tocasen el que muchos consideramos su mejor tema, “Sirenas”.

Segundo y último asalto de Skizzo al escenario, con Morti recuperando su clásico y extravagante look con gorro de lana incluido. Una chica que tenía a mi lado, Carmen, me comentó que le volvía loca ese look algo andrógino del vocalista, que le parecía una mezcla de Mario Vaquerizo  pero con la masculinidad de la que el mencionado showman televisivo carece; me pareció ingeniosa su observación. Lo cierto es que la excentricidad y movimientos serpenteantes (que a mí me recordaban un poco a Axl Rose) son una seña de identidad del peculiar vocalista. Y es que pese a que esta segunda parte del concierto de Skizoo fue mucho más relajada, creo que no a pocos nos encantó volver a escuchar “Incerteza” del segundo disco homónimo, o la también balada “Algún día”, otro celebrado single. El cierre del sexteto de temas interpretados fue para la contundente e hímnica “Dame aire”, dejando injustamente en el olvido el tercer disco de la banda, de la que se hubiese agradecido un “Skizoofrénico” o la genial versión que hicieron de un tema de Iggy Pop, “Bla Bla Bla” (Passenger). Otra vez será.

Último tramo con Sôber y nuevo momento de relax y única huída del escenario del batería Manu Reyes (los demás componentes sí que tuvieron más momentos para alternarse y descansar según salía una banda u otra). Y es que Manu hizo un trabajo inconmensurable y espectacular a lo largo de las 29 canciones del repertorio (de las que tocó 28). Incluso me arriesgo a decir que quizás sea el mejor batería de nuestro país. Con su ausencia, “Naufrago” se volvió más intimista en una preciosa versión acústica a cargo de Carlos Escobedo guitarra acústica en mano, y secundado a los coros brillantemente por Jesús y Morti. Inolvidable rendición de este reciente clásico.

La fase final la inició “Sombras”, el espectacular tema de regreso hace cinco años, a los que siguieron los tres singles de “Superbia” (“Sombras”, “La araña” y “Tic tac”), así como los dos del hasta ahora último lanzamiento en estudio de la banda, “Letargo” (“Blancanieve” y “Encadenado”). Por cierto, esta última cuenta con un riff calcadísimo al tema “The monster is loose” de Meat Loaf.

Finalmente y con tarta de cumpleaños incluída, el esperadísimo bis fue para “Y serás canción”, la composición con la que varios músicos tributaron en su día a uno de los mejores productores de metal que ha dado este país, el tristemente fallecido Big Simon. Y así la dedicó Carlos, como también mencionó a su añorado primer batería de Sôber y Savia, Alberto Madrid, aludiendo a unos fans que portaban un cartel que les hacían mención, reafirmando que ellos también fueron, son y serán parte de la historia de Sôber. Y es que todos estos músicos, juntos, separados o revueltos, nos volvieron absolutamente “locos”, demostraron ser “inmortales” y nos dejaron con la “incerteza” de si habremos vivido un acontecimiento único o no. Por si acaso, “seremos canción” en cada uno de los shows que restan a este irrepetible tour.

TEXTO: ANDRÉS BROTONS
FOTO: TXUS ARDURA

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