ROCK ARENA: FESTIVAL POR LA CARA

San Fulgencio, Alicante

Toda la península está invadida por los rigores de la dichosa crisis, ¿toda? Bueno, aún existen algunos reductos que se resisten a ella. Cuando la mayoría (por no decir todos) de los ayuntamientos hacen malabares para sacar adelante sus cuentas a base de recortes y  más recortes, la Concejalía de Turismo y  Juventud del municipio de San Fulgencio de la provincia de Alicante, no solo resiste, sino que contraataca organizando una nueva edición del  Rock Arena, con un cartel de primera mano comandado por las bandas SARATOGA y KOMA,y flanqueados en retaguardia por MAGNUM 44, los catalanes de DÖRIA, los albaceteños CENTINELA y los gaditanos de SPHINX, y todo ello gratis! Creo que es de justicia ante todo agradecer por ello a su máximo responsable, al concejal del consistorio de San Fulgencio Borja Alonso Amorós y a todo su equipo por el esfuerzo de llevar a buen puerto esta iniciativa. Y dicho esto, vamos con el festival.

Por motivos logísticos ajenos a mi voluntad, no pude llegar a tiempo para presenciar la descarga de los encargados de abrir el Rock Arena, Magnun 44, por lo que pido disculpas  por ello. Cuando entré por la explanada del  recinto (lugar habilitado para la ubicación del  mercadillo de la localidad) comenzaba la descarga de los barceloneses Döria, una banda formada hace un par de años que practica hard rock del de toda la vida y  no lo  hace nada mal. Actualmente están presentado su primer disco “Despertar” y su concierto fue correcto en todas las parcelas, nos dejaron a los presentes un adelanto de lo que sería una noche de puro metal, además se marcaron un par de clásicos, uno de los americanos Survivor, el archiconocido tema de Rocky III “Eye of the tiger”, y el otro y como final de su actuación “The Evil That Men Do”, de los Maiden, claro.

Aprovechando el cambio técnico para la siguiente banda, me dispuse a tomar algunas viandas, he de decir que los precios eran bastantes aceptables, además había incluso una carpa con mesas y todo donde podías sentarte tranquilamente a reponer fuerzas.

Poco apoco el ambiente iba aumentando, mucho público extranjero y de todas las edades se iba ya aglomerando alrededor del escenario para ver la actuación de la siguiente banda. Sphinx regresaba después de un parón considerable con su formación más conocida. Prácticamente una hora de metal clásico lleno de cambios de ritmo aderezados en su justa medidas por teclados que animaron al personal, liberado ya del sofocante calor.

Los siguientes en aparecer, Centinela. Las tablas ya se notan en esta banda, no en vano acreditan seis trabajos en estudio. Su estilo estaba acorde con la temática de la noche, heavy metal ochentero, pero con tintes actuales que le dieron una especial frescura a una actuación empañada levemente por un sonido algo saturado en los últimos momentos. Perfectos para dejar paso a uno de los platos fuertes de la jornada.

Saratoga no podía ser menos, tenían que defender su estatus, y bien que lo consiguieron.

Con “Juicio final” arrancaron su  momento, el primer tema extraído de su flamante nuevo album “Nemesis”. Quizás por eso a algunos les pilló aún en frío. Duraría poco esa situación, al tercer y cuarto tema -“A morir” y “Las puertas del cielo” respectivamente- ya tenían al respetable coreando los temas y entregado totalmente. Al poco caía “Hasta el día más oscuro” uno lento del nuevo CD. Tete se mostró muy comunicativo, no paraba de animar a los presentes, su voz impecable, al igual que la base rítmica llevada por el jefe Niko y Andy, y Tony también hizo las delicias con su guitarra solista, se nota la madurez de la banda y  el buen rollo entre ellos.

“Revolución” y “La última frontera” fueron otros temas del nuevo trabajo, lo que demuestran la confianza y apuesta por dar a conocer su última obra ante la audiencia, y  eso a pesar de disponer de poco más de una hora de concierto. “Maltratador” y “No sufriré jamás por ti” terminaron de espolearnos en pleno éxtasis, coreando los estribillos y el  nombre de Saratoga. Cuando ya pensábamos que los técnicos de la banda se disponían a desmontar su equipo, el vocalista madrileño sale a la palestra gritando al público “Vientos de guerra”, con el que terminarían una actuación que no defraudó a nadie.

Poco antes los navarros Koma llegaban directamente desde Pamplona al backstage, con el chupinazo aún caliente y con los estragos de la fiesta y el viaje en el cuerpo. Abordamos al que dejará de ser en unos meses vocalista de la banda, Brigi Duque, en sus propias palabras “No habido  ningún mal rollo con  los demás miembros. El futuro más inmediato será girar en la banda del Drogas como batería, luego  ya se verá”. Respecto a los que aún son sus compañeros, se están preparando y escuchando maquetas en busca de sustituto.

Eran poco más de las dos de la mañana cuando Koma tomaba el escenario, tuvieron que recortar parte del set list que vienen haciendo en sus conciertos debido al límite de horario, pues había que dejar la zona libre para poder montar el mercadillo pocas horas después.

Con “Tío Sam” abrieron su descarga, todo un clásico de su primer trabajo aún en formato de maqueta, que explotó en las primeras filas. Con un “¡Viva San Fermín!” y un largo trago de cerveza presentaron “Imagínatelos”, seguida de “Jipis”. Su particular forma de dar caña calentó a los presentes, que saltaban y coreaban los temas, tanta era la rabia que desprendía la banda que Carlos Aizpun rompió el pedal de su batería, lo cual obligó a un parón de unos minutos para enmendar el entuerto. No tardaron en retomar la senda con “No te lo tomes a mal”, “El pobre” y “El muro”. Atravesaron nuestros maltrechos oídos, con la voz arrolladora de Brigi, ayudado también vocalmente por Rafa Redín. Tuvieron algunos contratiempos de sonido, que iban rectificando sobre la marcha y no influyeron ni en la calidad ni en la agresividad en la banda. Las letras ácidas, reivindicativas y con sentido del humor, iban descargándose poco a poco, complicado destacar algún tema, todos fueron correspondidos al máximo, se notaba una abundante presencia de fans de la banda. “El exorcista” y “El sonajero” fueron alargando el historial de temas, y “Bienvenidos al degüelto” y “Sakeo” fueron quizás el clímax de la noche. La simbiosis entre público y banda era alta, Brigi recogía de los asistentes la fuerza que desprendía su voz y guitarra. Finalmente y después de hora y cuarto terminaban con “La almohada cervical”, un fin de fiesta y epitafio del festival que de verdad nos dejó con ganas de algo más, pero el horario y limitaciones prevalecieron frente a los deseos. Como conclusión los responsables del acto anunciaron que el próximo año habrá de nuevo festival, esperemos estar presentes.

Texto: Micky Maiden

Fotos: Borja Alonso

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