RANCOR + INSOMNIA: METAL IS FOREVER

Sala Excalibur, Madrid

Uno de los conciertos más potentes de lo que llevamos de año en el panorama nacional. Los culpables de ello fueron los thrashmetaleros madrileños RANCOR, los cuales eligieron la mítica sala Excalibur como trampolín para dar a conocer su último EP: “Raining Bombs”. Es un adelanto del largo que sacarán este mismo año, aunque tiene canciones que no estarán en el LP. Visitar Excalibur no está exento de una cierta controversia emocional. La razón es ese sabor agridulce que se produce al regresar a un lugar tan especial para tu forma de vida y que a la media hora de terminar el concierto, dicho emplazamiento se convierta en una discoteca de salsa. Por suerte RANCOR, que ya conocemos cómo se las gastan en los directos, nos hizo olvidar todo lo malo con velocidad, rabia y muchísima calidad puntera, aderezada toda ella con una gran puesta en escena. Además, para calentar motores, contaron con una banda excepcional de heavy-metal llamada INSOMNIA.

Los también capitalinos comenzaron la velada a eso de las nueve y diez. El primer tema en caer fue la canción que da nombre al grupo. Una auténtica declaración de intenciones y una buena guía para saber qué dirección seguiría la formación.  Muy buena composición, al más estilo heavy ochentero que, por otra parte, bañaría el resto de canciones a escuchar. Siguieron con “Rock n’ roll” haciendo gala de unos riffs muy rápidos y potentes, así como de un virtuosismo especial en los solos. Ángel, el frontman, no tiene una voz excepcional ni mucho menos. Sin embargo ésta posee unas características propias, lo que le hace propietario de un timbre único, y eso es muy difícil de conseguir hoy en día, donde se tiende a comparar todo e incluso a seguir un determinado modelo de voz. Con “Eternal Slave” nos trasladaron al heavy y al hard rock más clásicos y ochenteros, convirtiendo el gallinero en una fiesta. Aunque la sala en ese momento no estaba muy llena, Insomnia supo cómo ir quitando las telarañas a los más rezagados en mover la cabeza. Más tarde proclamaron sus influencias hardrockeras por todo lo alto al tocar un cover muy especial: “Burn” de Deep Purple.  En la recta final de su directo nos dieron pistas de su gusto por el thrash con “The Reverse of the Moon”. Finalmente “Nocturnia”, una de las canciones más cañeras del set list, fue la encargada de clausurar su actuación.

La Excalibur se fue llenando en el transcurso del cambio de grupos en las tablas. Todos los hacinados a los pies del escenario esperábamos con ansia el momento en que el Thrash Metal en mayúsculas de RANCOR nos vapulease los tímpanos.

Comenzaron a eso de las diez y media con una intro muy sugerente y siniestra que mantenía la tensión en el aire. Finalmente esa tensión fue descargada como si se tratara de un rayo, pues la “tralla” era de mucho voltaje con “Drug you to Hell”. El salvaje headbanging del público no se hizo esperar y las melenas de los asistentes brincaban al ritmo frenético del diabólico “palm muting” de las guitarras. Siguieron con “Soul Chamber” prácticamente empalmando con la anterior. Cuando terminó el tema, Dani, el frontman saludó a todos sus seguidores con esta frase: “¿Cómo estáis hijos de la grandísima puta?”. Seguramente a los seguidores les hubiera decepcionado cualquier otro saludo más formal. “Death Collector” siguió convirtiendo la sala en un auténtico infierno, en el buen sentido, repleto de riffs pesados en los diferentes pasajes de la composición  y acelerones llenos de rabia en las estrofas. Tengo que decir que Rancor cada vez me recuerda más a Overkill. En el 2013 esta canción cumple diez años y así lo quisieron recordar al mencionarla.  Si desde el comienzo el headbanging se manifestó entre el público, con la canción que da nombre al grupo comenzaron los “pogos”. Y es que el tema de “Rancor” es uno de sus grandes baluartes en los directos y su estribillo simple y potente amenaza con convertir esta canción en un himno thrashero. La compenetración en las tablas es total y hay un muy buen ambiente entre ellos que llega, de hecho, hasta las hojitas de setlist que utilizan los artífices en los conciertos, al cambiar los nombres verdaderos por títulos bastante “cachondos”. Por ejemplo:”Soul Chamber” era “Cochambre” o “From Warrior to God” era “De Niña a Mujer”. “Sweet Revenge” volvió a constatar que el manejo del “palm muting” de los guitarristas Ricky y Vasco es total. Siguieron  después con “Raining Bombs”, canción que da nombre al EP; “Violent Dreams”, una de las canciones más ovacionadas de la noche; “Dark Future”, para mí, una de las composiciones más completas y salvajes; e “Incompetent”, que el frontman dedicó a los políticos.

En la recta final llegó el turno de los bises. Por un lado nos metimos en la boca del lobo con “Wounded wolf”, en la que Dani hacía las delicias del público con interesantísimos cambios de voz. Por otro lado y por último “Zombie War” nos despidió de una noche llena de adrenalina.

Texto: Rodrigo Marbán

Foto: Mar Fonruge

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