MÚSICOS EN LA NATURALEZA: EL ROCK ECOLÓGICO

29 julio, 2013 2:18 pm Publicado por  3 Comentarios

Mejor escenario natural, imposible. La ya octava edición de este atípico festival en el corazón de la abulense sierra de Gredos presentó una tripleta muy interesante (Bebe, Loquillo, Deep Purple) para fundir buenos sonidos con un entorno espectacular de montañas y naturaleza salvaje que atrae cada años a miles de seguidores amantes de las dos alternativas, que a pesar de lo que algunos ecologistas puedan pensar, no están reñidas, como se ha demostrado desde Woodstock al Rock & Rio en Brasil. Familias enteras y fans venidos de todos lados rozaron las diez mil almas peregrinas en busca de buena música y la paz espiritual de estas montañas y parajes que, con tanto afán, protege la gente del Patrimonio Natural de Castilla-León, con su presidente José Manuel Jiménez al frente, que hace posible esta genial y lúdica fusión.

El rock invadió Gredos un años más y con un cóctel ecléctico que arrancó con la extremeña Bebe (entre los VIPs asistentes estaban su paisano Robe Iniesta junto a Uoho de Extremoduro, Manolo Chinato y Alen de Marea) que no había visto nunca. La actriz y recitadora-rapeadora más que cantante, me gustó. Guapa, personal y lanzando textos de verdades como puños, supo estar a la altura de una noche que culminaría con el heavy rock de los ingleses.

Loquillo (invitó a Bebe a subirse para uno de sus temas, “El Ritmo del Garaje”), como siempre y más grande que nunca, con la concurrencia cantando cada una de sus viejas canciones. El “Loco” mantiene intactas la actitud de un tipo que se ha hecho estrella a sí  mismo sabiéndose rodear de los mejores, con temas que ya son parte de la historia de nuestro pop-rock. A destacar la elegancia y oficio del veterano hacha Jaime Stinus como otro gran atractivo para rokear con su renovada formación.

De los Purple me esperaba cualquier cosa. No han sido especialmente relevantes mis citas con ellos en los últimos tiempos tanto aquí como en Argentina, donde tuve que acortar una entrevista en el Luna Park bonaerense con Gillan dada su precaria salud vocal aquella noche. Así que nada más ver salir a Gillan atacando el fortísimo “Fireball” intuyo que los veteranos guerreros vienen a caldear el frío serrano que, rozando la madrugada, hace tiritar los cuerpos urbanos castigados por el calor estival. De ahí hasta “Hush” y “Black Night” os podéis imaginar cómo se puso este predio de Hoyos del Espino. Encima Steve Morse se vuelve a salir con su protagonismo de virtuoso más allá de los rasgueos y solos clásicos del combo inglés, y Don Airey envuelve todo con sus teclados, que suenan y arropan a los sobrevivientes en un continuo tributo al recordado Jon Lord.

Esta era una de esas citas que había postergado por distintas causas a lo largo de sus ocho ediciones. Mereció la pena la espera para disfrutar de un fin de semana inolvidable por estos parajes evocadores y únicos tan cerca de la “selva” madrileña. Para el año que viene ya he dejado reservado el hotel. No me lo pierdo, como tantos viejos y jóvenes rokeros a los que saludé, con lo que me fotografié y cantamos juntos tantas canciones entrañables.

Texto: Mariskal

Fotos: María Arenas

 

AMPLIO REPORTAJE EN EL PRÓXIMO NÚMERO DE LA REVISTA

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