MR.BIG: GRANDEZA DESAFORADA

27 septiembre, 2011 12:12 pm Publicado por  4 Comentarios

Sala Rock Star, Barakaldo

La verdad es que nos daba un poco de reparo acudir a la cita con este grupo de virtuosos, no sabíamos exactamente lo que nos podríamos encontrar, lo mismo una brasa ombliguista monumental con interminables solos de todos los instrumentos o por el contrario un recital dinámico plagado de sus éxitos de ayer, hoy y siempre. Al final, la cosa se quedó en tierra de nadie, una especie de tablas entre el ensimismamiento y la inmediatez, la eterna dicotomía entre sentimiento y técnica salió bastante bien parada exceptuando algún que otro tramo del bolo.

Pero muchos de los que allí se congregaron ya se conocían el percal y el porcentaje de curiosos descendió de una manera alarmante respecto a la anterior ocasión en el mismo lugar. Eso, o que el negocio anda de capa caída, era la segunda vez en menos de quince días en que contemplábamos cómo bandas que antes rompían la pana con llenazos absolutos apenas sobrepasaban el medio millar de asistentes, una cifra ridícula para figuras de semejante categoría.

Y es que ahora la peña se ha vuelto más selectiva por motivos económicos, unos prefieren reservar la pasta para aquellos que no nos visitan con tanta frecuencia, otros la guardan para esos conjuntos de los que no se pierden ni una gira y, por supuesto, pillan sus discos con religiosa fidelidad. Pura ley del descarte, hay que ceñirse a lo esencial y dejar los ‘caprichos’ para los momentos boyantes.

Por supuesto, una entrada a casi 40 pavos no se antoja el método más adecuado para promocionar la cultura y atraer una masiva afluencia. Decididamente, los promotores deberían encender los televisores a la hora de comer, leer partes bursátiles o cualquier otra cosa que contribuya a configurar una panorámica ‘real’ de la situación que viven la mayoría de los hogares hoy en día y así darse cuenta de que mantener esos precios en la coyuntura actual supone un suicidio. Ajustando mejor las cifras, todos saldríamos ganando.

Por lo menos hay veces en que la calidad se paga con creces y te dan un recital de altura en el que el trago no resulta tan amargo.

Sin teloneros de por medio, Mr. Big pisaron a fondo con el trallazo inicial “Daddy, Brother, Lover, Little Boy” antes de que el componente meloso se colara en “Green-Tinted Sixties Mind”. Nos daba la bienvenida un sonido de auténtico milagro, de ese tan soberbio que casi nunca hemos catado en el recinto, con la única nota discordante en el excesivo volumen del bajo de Sheehan, aunque un poco de realce a la guitarra de Gilbert no habría estado de más.

En lo importante, sin embargo, la sensación era satisfactoria: los coros daba gloria oírlos, perfectos y con la certeza de que llevan detrás horas y horas de trabajo. La habilidad a las voces de los diferentes integrantes sumaba puntos al acabado, en este apartado, mencionar el papel de Eric Martin, al que se le vio un tanto ajustado a la voz. Si en cuanto al aspecto físico parece que haya hecho un pacto con el mismo diablo para conservar su eterna cara de niño, las cuerdas vocales de este Dorian Gray no retienen el poder de antaño, cumple por la mínima y se coloca en un escalafón inferior en comparación al nivel de sus compañeros.

¿Qué decir de Paul Gilbert? sin separarse de esos enormes auriculares y con un espíritu igual de joven que el del vocalista. En cuanto le dejaban solo, se ponía a improvisar, hacer tapping o pedir la participación del público, que lo flipaba con sus frecuentes piques con Sheehan y que se convirtieron en una constante del recital. Su momento cumbre llegó en un extenso solo al que le habríamos quitado unos cuantos minutos, de hecho, los desvaríos desmedidos instrumentales fueron lo peor de un show que podría haber sido magistral conteniendo los impulsos virtuosos.

El repertorio fue confeccionado con sabiduría, integrando los temas de ‘What If..’ tipo “Undertow” o “American Beauty” con los clásicos que cualquier seguidor esperaría, del cañonazo “Addicted To That Rush” al medio tiempo “Take Cover” o a la balada “Just Take My Heart”, un amplio abanico para lucirse y demostrar que a pesar de las notables habilidades de cada cual, lo que de verdad les gusta es tocar canciones.

El tedio nos embargó con el solo dedicado a Billy Sheehan, al que le sobraba minutaje por un tubo. Hemos de reconocer, no obstante, que verle recorrer el mástil de arriba abajo mientras ponía caretos y casi se desencajaba de aspavientos era todo un espectáculo. Tiene un gran talento como showman, no cabe duda, pero se le fue la olla con tanta improvisación.

Después del sopor, el supergrupo se puso rápidamente las pilas en el primer bis con la ineludible “To Be With You”, precedida por un amago flamenco de Gilbert y una especie de zapateado de Eric Martin. Cambiaron de inmediato de tercio con una arrolladora “Colorado Bulldog” que mordió las entrañas de los despistados que ya habían tirado la toalla. Y el punto circense llegó con la versión de “Smoke On The Water” en la que intercambiaron instrumentos y Eric se enfundó la guitarra, Paul pilló las baquetas y Pat agarró el bajo mientras Sheehan dirigía el barco a la voz de una manera bastante convincente. En la parte del solo volvieron a cambiar y en esta ocasión el batera Torpey demostró la buena forma de sus cuerdas vocales, Eric debería haberse ruborizado.

¿Podría esperarse algo más pasadas las dos horas de concierto? Pues sí, otro homenaje a uno de los pilares del rock, hablamos de la banda de Pete Townshend y Roger Daltrey y “Baba O’Riley”, uno de sus temas más legendarios, que Eric empezó cantando desde el foso antes de que Gilbert le tomara el relevo en el estribillo. Épico.

Salvando los descontroles de las filigranas en solitario, lo cierto es que los angelinos sudaron la camiseta y se ganaron el sueldo con creces, su grandeza desaforada carece de medida, excesivos en todos los sentidos, el personal seguramente salio con la sensación de haber hecho una gran inversión repleta de jugosos dividendos.

ALFREDO VILLAESCUSA

Mariano Muniesa
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Esta entrada fue escrita por Mariano Muniesa

4 comentarios

  • Iñigo dice:

    Totalmente de acuerdo contigo Alfredo. La verdad es que hubo momentos en los que el aburrimiento se adueñaron del recinto. Eso sí, el sonido fue increíble comparado con lo que se ha escuchado hasta ahora

    Nos vemos en el próximo

  • José Manuel dice:

    Ya se que no podéis tener corresponsales en todas las ciudades, pero ¿Para cuando alguna reseña de los conciertos (pocos) que hay por Andalucía?

    Es como si nunca hubieran tocado en Sevilla, ni una crónica, ni una noticia, por pequeña que sea, en toda la web

  • horacio dice:

    En santiago agotaron las entradas dos dias antes,tambien costaban 28eu no es que sea tirado de precio pero no son 40eurazos,el concierto muy bueno pedazo musicos por muchos años

  • picau dice:

    Bueno, pues por fin un tío que sabe escribir una crónica. Basta ya de andar echando mano de cualquiera -dígase Oscar Sancho, sin ir más lejos- para cubrir la información de las actuaciones en directo escribiendo con los muñones, que diría Mariskal. Los de la HR tienen que darse cuenta que ya no se le puede colocar cualquier cosa a los lectores. Por lo que respecta a Mr Big... ¡anda y que se vayan a cagar al Manzanares con sus entradas a cuarenta eurazos! Con esa pasta tengo para grupo y copas a tutiplén en el Hebe.

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