MEGADETH: ENEMIGO PÚBLICO No. 1
22 noviembre, 2011 11:32 pm Deja tus comentariosSalón 21, Ciudad de México
Lo de Megadeth con la afición mexicana es un romance que cada vez cobra más fuerza, se han vuelto una de las bandas más requeridas por la afición azteca, y cada vez que nos visitan, el apoyo a su causa crece. Esta noche no fue la excepción, desde el mismo momento en el que pisaron el escenario de este Salón 21.
Arrancaron de tremenda forma con “Trust”, el reloj marcaba veinte minutos antes de las nueve de la noche y el local prácticamente estaba lleno. De inmediato el personal se arrojó a los brazos del grupo y comenzó a jugar su parte importantísima, cantó casi todas las canciones y fue factor importante para que el evento nunca decayera.
Mustaine es un ídolo y cada palabra, cada gesto, cada solo, el personal se lo festejó con todo. Pero sin duda que en estos Megadeth, quien se ha ganado un lugar y el respeto de la fanaticada, es Chris Broderick, gracias a soberbias actuaciones como la de esta noche, a cada intervención se llevó carretadas de aplausos, un sol.
A continuación se nos vino “In My Darkest Hour”. Difícil seguirle el paso al trabajo que Shawn Drover impuso desde su batería, la velocidad se hizo presente y el público enloqueció, con un Mustaine exigiendo a su garganta, que no se escuchaba del todo fuerte, más allá de que el sonido de este local una vez más dejó mucho que desear.
“Hangar 18” puso el local de cabeza, con el grupo trabajando a la perfección y de nueva cuenta el personal acompañando a Mustaine en las vocales. Aquello iba creciendo, y no es para menos, sabiendo la clase de material tan robusto que ostenta Megadeth.
Con “Skin O My Teeth” se mantuvieron las mismas coordenadas: ambiente de fiesta y una banda descargando incendiario material que hacía las delicias de sus incondicionales, con duelazos de Mustaine y Broderick a lo largo de la noche que nos pusieron en las alturas.
Enseguida vino “She Wolf” y aquello ya era una caldera, con algunas escaramuzas provocadas por pequeños intentos de slam. Al finalizar el grito que inundó la sala fue el de “Mustaine, Mustaine”, quien en agradecimiento hondeó una pequeña bandera mexicana, la cual amarró al pedestal de su micrófono.
A la cita mexicana no podía faltar la enorme “Angry Again”, una joyita a la cual la banda le hizo un faenón de oreja y rabo. La brutal sección rítmica que conforman Ellefson y Shawn se lució a su antojo, llevándose la fiesta a su patio mientras que el par de guitarristas nos seguían haciendo pedazos los tímpanos.
Pero si hay un tema que el personal prácticamente hace suyo ese se llama “A Tout Le Monde”, favorito entre los favoritos, una obra que va de lo lento a lo más potente, con un excelso solo de guitarra. El coro gigantesco la hizo ver como lo que es, un himno, en el rostro de Mustaine se veía reflejado la satisfacción de sentir la enorme respuesta del público.
Enseguida “Dawn Patrol”, con protagonismo compartido de Ellefson y Shawn, engancha con las poderosas “Whose Life (Is It Anyways?)” y “Public Enemy No. 1”, sorprendentemente las dos únicas canciones provenientes de su nuevo y meritorio disco ‘Th1rt3en’. Se trata de un excelente par de temas, el primero destinado a permanecer fijo en siguientes set list del grupo. Broderick lo rubricó de una manera espectacular. El segundo no es tan nuevo, pero resulta contundente a más no poder. Grandes temas que no desentonaron al lado de los himnos.
“Sweating Bullets” fue otro bombazo de dimensiones mayúsculas, Mustaine enorme y su banda, sobre todo Chris, fenomenales. Se reafirmó todo lo anterior cuando apareció “Head Crusher”, fibroso tema lleno de fortísimas guitarras que pulverizaron todo a su paso, y es que cualquier canción proveniente de esa belleza llamada ‘Endgame’ merece todos nuestros respetos.
De nuevo a la vieja y quizás más gloriosa época de Megadeth, ahora con “Poison Was The Cure”, sucio, corrosivo, excelente y muy difícil de igualar thrash metal que nos hizo sudar la camiseta. Arriba del escenario genial ejecución, sobresaliendo Shawn y sí, el par de guitarristas, vaya banda que ha montado Mustaine.
Pero si había un tema que todos estaban esperando ese tenía nombre y apellido, el Salón 21 estalló, lo que se vive con “Symphony of Destruction” y en especial con ese “Megadeth, megadeth, aguante megadeth”, es impresionante. Si ya de por sí el tema era una obra maestra, con el apoyo del público gritando sobre el riff, se ha vuelto algo tan especial, que cualquier aficionado al rock tiene que vivirlo aunque sea solo una vez antes de morir.
El reconocido tramo final ya estaba atacándonos los oídos, la monumental “Peace Sells...” prácticamente acabó con nuestras fuerzas, los Megadeth en plan maestros, ritmo brutal, al cual habría que añadirle esos espectaculares solos de guitarra, sin olvidar la parte final con todos en el coro, enormes.
Y con “Holy Wars” se despedirían en plan sensacional, tras apenas una hora y veinte minutos, cumpliendo con las expectativas, en otra gran actuación en territorio mexicano. Megaconcierto.
TEXTO: JUAN CARLOS CASTILLO
FOTOS: FERNANDO ACEVES
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