LEYENDAS DEL ROCK: CRÓNICA COMPLETA DE LA JORNADA FINAL Y ESCENARIO MARK REALE

Para empezar en los escenarios principales la tercera y última jornada, qué gran elección hacerlo con los madrileños Beethoven R, un grupo que destila muy buen rollo, optimismo y grandes canciones que apetece cantar y corear, como así lo hicieron todos los asistentes que ocupaban las primeras posiciones. Disfrutamos y cantamos temas como “Larga vida al Rock and Roll”, “Lejos de ti”, “Yo me pierdo”, “Tan duras tan dulces” o “Da igual”. Un Hard Rock de excelente factura y grandes melodías era lo que Beethoven R, con un Alberto García a la voz que sabido ocupar muy bien el hueco de Iván Urbistondo, nos estaba ofreciendo.

Hubo temas más cañeros como “Salvaje como un huracán”, o “No puedo esperar” del ‘Legado de Judas’ que ha vuelto al repertorio en sus última actuaciones, canciones vacilonas como “Hazme tuyo esta noche”, “Un poco más”, o la sorpresiva versión de los americanos Firehouse con “All she wrote”. Para finalizar, dos temazos que hicieron vibrar y cantar a todo el mundo como el imprescindible “El guardian de tu piel” y el clasicazo de Coz “Más sexy”. Por cierto, un gran sonido que pudimos apreciar desde varias partes del recinto.

A continuación teníamos a los Picture, un grupo que estaba en deuda con el Leyendas, por la imposibilidad de venir hace unos años cuando ya estaban anunciados en el cartel. Los holandeses fueron el equivalente a Barón Rojo en España o Krokus en Suiza a principios de los ochenta, abanderando el Heavy Metal más clásico. Desde el inicial “Eternal dark”, pasando por “Message from hell”, “Lady lightning” o “Griffons guard the gold” dieron un concierto muy intenso, enérgico y sin bajar el pistón en ningún momento. Sus estructuras sencillas y sin grandes complicaciones, hacen que temas como “Rejected”, “The blade” de su último disco ‘Warhorse’ o “Eternal dark” de su disco homónimo entren a la primera y te apetezca levantar los brazos. La sorpresa de su actuación (aunque el protagonista ya nos lo había anticipado el día antes), fue la participación del vocalista de Wild Javier Endara, en el famoso “Heavy Metal ears”, cerrando la actuación con “Diamond dreamer”

Los segovianos Lujuria son otra apuesta segura en este festival. Había mucha gente congregada para su descarga, que además contaría con la sorpresa de tener en sus filas al fantástico guitarrista Manuel Seoane, que reemplazaría a un Julito convaleciente por sus problemas físicos. Lo de Oscar estrenando modelito también se está convirtiendo en un clásico de este festival. Entre el público se bromeaba, diciendo que era el último fichaje de la famosa marca de cava que hace un anuncio en navidades, rodeado de las chicas burbujitas doradas.

Musicalmente el grupo estuvo en su línea, nos dieron buena caña desde la inicial “Sexurreccion”, siguiendo con “Cuando caza una pantera”, “Jekyll & Mrs Hyde”, “Joda a quien joda” o “Cae la máscara”. Tras ondear banderas de distintos países, acometían “Destino noche salvaje” bajando a cantar Oscar desde el foso con un público que le aclamaba. No faltó su gran clásico “Estrella del porno” y el himno que han compuesto para el festival “Leyendas del Rock”, una muestra de gratitud de la banda con el festival, que contó con Marcos Rubio en los coros. Cerraron con uno de nuestros temas favoritos como “Corazón de Heavy Metal” y después de un pequeño respiro, en el que el Chepas se limpió la cara con un poco de Whisky, acometieron el homenaje a sus seguidores latinos con la versión de “Destrucción” de los argentinos V8, poniendo un bonito broche final a su actuación.

El grupo más extremo del festival eran los austriacos Belphegor. Con una puesta en escena macabra, demoniaca, y gore, con los cuerpos totalmente ensangrentados y una buena sarta de huesos de animales que acompañaban los pies de micro, descargaron su propuesta de Blackened Death Metal sobre un público que en su mayoría no eran seguidores de la banda, pero que permanecían expectantes. En poco más de una hora y con la demoniaca y gutural voz de Helmuth al frente, descargaron su rabia, intensidad y exaltación satánica con temas como “Feast upon the dead”, “Belphegor – Hell’s Ambassador”, “Angeli mortis de profundis”, “In blood-Devour this sanctity”, “Impaled upon the tongue of Sathan”, “Lucifer incestus” o el tema con el que cerraron “Bondage goat zombie”. Un grupo que aunque no es de mi estilo favorito, hacen grande a un festival, por representar otros tipos de sonidos que demuestran la riqueza y la variedad del Metal de nuestros días.

Venía después un grupo que tiene un gran poder de convocatoria entre la audiencia más joven como Ensiferum, que han sabido conjugar muy bien la estética vikinga, con los textos mitógicos y la música Folk/Viking Metal y el Death Metal Melódico. La banda finesa cuyo nombre significa “El portador de la espada o guerrero”, enganchó a la audiencia, desde la inicial “In my sword I trust”, mezclando voces guturales y coros de Petri, Sami y Markus, con el complemento de la voz y el sonido de los teclados de Emmi.

Su show no tuvo momento de respiro, continuaron con “Guardians for fate”, “From afar”, “Burning leaves” o “One more magic potion” con un pequeño guiño al “For whom the bell tolls” de Metallica. A la potente “Ahti”, le siguieron las festivas “Retribution shall be mine” y “Lai Lai Hei”. Vuelta a la caña con toques Power en temas como “Stone Cold Metal” o “”Twilight tavern” y un brillante cierre con la épica “Victory song”.

Los alemanes Accept son una formación que no fallan nunca. Sólidos como una roca y con un Mark Tornillo que ha encajado perfectamente en la maquinaria teutónica después de grabar dos magníficos álbumes. Era su único concierto en nuestro país durante 2013, y eso se notó en la afluencia de público. Para abrir boca nos dieron dos buenos latigazo de Metal como “Hung, drawn and quartered” y “Hellfire” de su reciente ‘Stalingrad’, aunque siempre sus clásicos como “Restless & wild” o “Losers & winners” son apuestas seguras. Vuelta a la actualidad con “Stalingrad”. El sonido un tanto bajo, aunque no era perfecto si nos permitió disfrutar de temas como “Breaker”, “shadow soldiers”, “Bucket full of hate” o “Bulletproof” donde Wolf Hoffmann y Peter Baltes se batieron en duelo guitarrero bajístico.

“Objection overruled” dio paso a una parte final que fue una auténtica delicia, con temas como “Pandemic”, la intensa “Princess of the dawn”, “Up to the limit”, la fundamental “Fast as a shark”, la celebradísima “Metal heart” o un tema con visos de ser clásico como “Teutonic terror”, cerrando con la guinda de “Balls to the walls”. Grandes, imprescindibles y muy profesionales, Accept dejaron muy claro que los galones que atesoran se los han ganado con creces.

La banda que mayor número de asistentes congregó fueron los asturianos Warcry. Durante su actuación, el recinto principal se mostró literalmente abarrotado, y con muchos seguidores que les aclamaban entregados a las canciones de este quinteto, que además traían nuevo disco bajo el brazo. Se puso a la venta  en el Leyendas como primicia, y fueron también los que más tiempo estuvieron en la carpa de TNT atendiendo a sus fans, haciéndose fotos con ellos y firmándoles los cds, vinilos y todo tipo de objetos antes y después de su concierto. Su montaje escénico con un gran telón de fondo, fue respaldado por pirotecnia y unos tremendos fogonazos que lanzaban grandes llamaradas. En el aspecto musical su repertorio fue bastante novedoso, aunque siempre cada uno tiene sus preferencias. Desde la inicial “Alma de conquistador” hasta “La última esperanza”, “La muerte de un sueño”. “Cobarde” o “Coraje”, la banda salió a darlo todo, recibiendo una calurosa respuesta de sus seguidores que se sabían todas las canciones enteras. La poderosa “Aire” dio paso a una de las sorpresas de la noche como “Perdido” que recuperaron esta noche, junto a “El amor de una madre”. Víctor estuvo a un gran nivel vocal durante toda la noche, muy bien acompañado por la guitarra de Pablo y una sección rítmica muy solvente con el bajo de Roberto García, los teclados de Santi Novoa y la pegada de Rafa Yugueros.

La segunda parte del set nos entregó una gran “Un poco de fe”, una muy bien recibida “Quiero oírte” que fue el único tema de su nuevo disco, “Devorando el corazón”, la fantástica “Nuevo mundo”, “Ardo por dentro” y “Amistad”. Como broche final quedó la inmortal “Hoy gano yo”, despidiéndose de su público con grandes aplausos, a pesar de haber dejado en el cajón temas como “Señor”, “El guardián de Troya”, “Capitán Lawrence”, “Tú mismo” o “La vieja guardia entre otros”.

Tiempo después para un grupo que es un tesoro para nosotros como son las huestes del Molina y sus Ñu, aunque hubo gente que no pensó lo mismo, ya que después de Warcry abandonó el reciento.  Una pena, pero ellos se lo perdieron. Para empezar, un tema no muy conocido como “Piratas del éxito”, rescatado del álbum ‘El mensaje del mago” allá por 1987. Continuando con “Animales sueltos”, “La granja del loco”, que provocaron el entusiasmo de todos sus seguidores y el tema que da título a su último trabajo “Viejos himnos para nuevos guerreros”, que encaja a la perfección con sus temas más conocidos. Siguieron con la indispensable “La bailarina” y otra no tan habitual como “El teatro de la suerte” de aquel ‘La danza de las mil tierras”.

La banda del Molina, que ya llevan unos cuantos conciertos juntos, sonó de manera espléndida, y es que junto al más veterano en la banda y excelente batería Javier Arnaiz “Bumper”, se encontraban un magnífico Peter Mayr con esa reliquia de órgano Hammond que suena increíble, la destreza de un gran guitarrista como Nacho de Carlos y el buen hacer de Ramón Alvárez al bajo. Quedaban bastantes piezas por degustar como la gran “Preparan”, una pequeña instrumental como “Irlanda”, la emotiva y bellísima “Tocaba correr” continuando Molina con la acústica, y siguiendo con un poco más de ritmo en “Manicomio”. Para el final quedó “Ella”, y después de unos escarceos musicales la mítica “El flautista”, que puso a todos el público a bailar, despidiéndose después el Molina, muy a su pesar, pues según nos comentó después no le dejaron más tiempo para continuar con lo que tenía preparado, “El tren”, “Se quien” y “Más duro que nunca”, casi nada!. Grande el Molina y afortunados los que somos de la zona centro, pues en breve le tendremos en directo.

El punto más sentimental de la noche lo pusieron los madrileños Saratoga, en un concierto que puede significar su último Leyendas. Tete dejó claro desde un momento que no quería ver  a la gente triste por este hecho, y la banda se dejó la vida en este show, para que los que lo vieran por última vez se quedaran con el mejor de los recuerdos posibles.

Comenzaron con “Resurrección”, que curiosamente había tocado Leo en ese mismo escenario el día anterior. El sonido inconfundible del bajo daba paso a “El vuelo del halcón”, siguiendo con “Las puertas del cielo”, con un inmenso Tete a las voces, y “Luna llena”, donde el duelo entre Niko y Tony, y la labor con las baquetas de Andy, daban una consistencia a la banda que para nada hacía pensar que estuvieran dando sus últimos coletazos. Continuaron con “Deja Vú”, un medio tiempo como “Hasta el día más oscuro”  (una pena que los teclados fueran disparados), donde Tete descargaba toda su rabia, “Juicio final” con un gran solo de Tony, ambas de ‘Némesis’ y “Dueño del aire” de ‘VII’. La parte final fue apoteósica con “No sufriré jamás por ti”, “Vientos de guerra” y tras un pequeño respiro “Lejos de ti” y el aclamadísimo “Perro traidor”. Para muchos habrá sido el último concierto de Saratoga, pero el recuerdo será imborrable.

Como fin de fiesta y cierre de la octava edición del Leyendas, Obús tomó el testigo para hacer estos honores, siendo una banda muy ligada al festival desde hace años, y donde Fortu juega un papel muy importante. Su colorido  montaje habitual de los últimos tiempos, dio paso tras la intro de “Man with a Harmonica” del gran maestro Ennio Morricone a “Corre mamón”, seguida de la potente “El que más”, “Necesito más”, Juego sucio” y la oscura “Te visitará la muerte”. El dedo medio extendido hacia arriba nos anunciaba “Que te jodan”, y para la balada “Complaciente o cruel” subían a cinco chicas al escenario, a las que Fortu iba a cantar muy cercano a ellas. Los temas más celebrados y festivos fueron “Dinero, dinero”,  “Vamos muy bien” y “Va a estallar el Obús”. Posteriormente hubo una batucada más corta de lo habitual, y un fin de fiesta con “Esta ronda la paga Obús” llenando el escenario de amigos, chicas, pipas y demás invitados. Obús estuvo en su gran línea de los últimos tiempos, aunque de forma cariñosa tenemos que decirles que el momento de la batucada debe quedar para la historia, y el set debe tener un pequeño lavado de cara. Perfecto colofón y cierre de un octavo Leyendas del Rock a las 5 y media de la madrugada, y que debe marcar un antes y un después en la historia de este festival.

ESCENARIO MARK REALE

Viernes

Coincidiendo con Ankhara, los madrileños Ciclón pisaban por  primera vez el Leyendas, y se notaba que tenían buenos amigos y fieles seguidores, puesto que había un público respetable. La banda estrenaba a Rubén Santos a la batería, tras dejar el grupo Victor Castillo, como el mismo nos anunció y tocaron temas como “Rock & Roll”, “Sol naciente” tema título de su primer larga duración y con mensaje optimista de la situación actual, “Sangre inmortal”, “Salvaje” dedicada a Endara y los suyos, y “Matar por matar” con su mascota habitual (Preciosa la camiseta de este tema y que vendían por solo 6 € en el merchan). No faltó la versión de Sobredosis “Alíate” y “Caballeros del Rock”.

Los casi locales Lándevir (son de una población muy cercana como Elda, donde mucha gente se alojaba), volvían a los escenarios aunque con menor apoyo de lo esperado por esta circunstancia. Podemos destacar “Amor prohibido”, “La vida te espera” adaptación a su estilo del clásico de Survivor “Eye of the tiger” y una bonita despedida con “Las mil y una noche” de su último disco ‘Inmortal’, que contó con la participación a las voces de Narci Lara, demostrando que la pasión por el Folk Metal estrecha sus lazos.

Apenas pudimos ver un par de temas de Guadaña, como “Impulsos” o “Tu propio final”, pues teníamos a Doro esperándonos, aunque hay que decir que en su última visita a Madrid pudimos disfrutar de su set completo. Glory nos sigue enamorando con su voz, bien complementada por Salva, y Pablo, Ramón y Jabob dan la solidez un banda de la que esperamos cotas mayores.

La escena nacional de Thrash Metal goza de una salud envidiable y grupos como Crisix, quieren subirse al carro de otros más consagrados como Angelus Apátrida o Gauntlet. Actitud, rabia, derroche y desparpajo no les falta, y aunque vimos solo una pequeña parte, nos sirvió de muestra para ver de lo que son capaces estos jóvenes de Igualada. “Brutal gadget” un mix de “Whole lottla Rosie” y “Antisocial”, o un trepidante “Ultra thrash”,  hicieron enloquecer a los asistentes a este delirio de velocidad y fuerza incontrolada que es la música de Crisix.

Los retrasados Nashville Pussy, hicieron acto de presencia en el escenario Mark Reale, en lugar de Darksun que ya habían tocado, con un aforo casi completo. Para un servidor que les ha visto varias veces, tengo que decir que el grupo me gusta mucho más en salas pequeñas, donde todo se vive más intensamente y la presencia cercana del público inyecta una energía extra en la banda.  Blaine Cartwright a las voces y Ruyter Suys a las seis cuerdas (con su show final incluido), sigue llevando las riendas de la banda, aunque para desgracia nuestra al bajo ya no teníamos a la entusiasta Karen Cuda, siendo reemplazada por una discreta nueva bajista que no vivía el concierto con la misma intensidad que sus compañeros. Sonaron temas como “High as a hell”, “Say something nasty”, “Snake eyes” o “I’m the man” en la parte final, con el cañonazo e imprescindible “Go motherfucker go!” como punto final, ante el delirio generalizado. Desde luego no fue una de sus mejores actuaciones.

Un grupo fundamental en nuestra historia son los guipuzcoanos Leize, que deberían tener un mayor reconocimiento de público, aunque para los que seguimos a la banda desde sus inicios esto no les resta ni un ápice de ilusión ni de grandeza. Aunque solo vimos los primeros temas como “Sin sitio”, “Y otra vez”, y alguna joya como “Acosándome”, la banda demostró estar en una segunda juventud, con unos seguidores que los adoran, y que recitan sus canciones de principio a fin con una devoción como se les tiene a los grandes del género. Muy grandes Leize!.

El último grupo que vimos fueron los alicantinos Acero, unos clásicos de nuestra escena y que la segunda edición del Leyendas recuperó para la causa. Aunque llegamos al final y no pudimos disfrutar del “Blues del colgao”, la veterana banda supo estar a la altura del acontecimiento, demostrando saber estar, actitud y esa pose chulesca y rockanrollera que tienen las bandas que se han curtido por los escenarios y carreteras.

Sábado

Por lo que respecta al escenario Mark Reale, en esta tercera jornada el ritmo fue estresante, ya que había muchos grupos interesantes que ver, y donde se mezclaban jóvenes bandas con otras más veteranas, algunas de ellas presentado nuevos trabajos.

Abrieron el fuego los gaditanos Handful of rain, que contaban como agradable novedad con la presencia de Glory como vocalista en este único concierto. Fue un grandes éxitos del rock ochentero que tanto nos gusta como “Kickstart my heart” de Motley Crue, “Until the end”, “Gimme all you love” de Whitesnake, “Rock and Roll” de Led Zeppelin. y un tema propio como “Hit & Scream. Melodías, buen Hard Rock y esperamos ver una actuación completa con temas propios.

Los madrileños Oker, a pesar de su juventud, visitaban el Leyendas por tercera vez como nos contaba Carmen la Xina cuando estuvimos charlando después del bolo. Explosivos, cautivadores y con una Xina que no paró en ningún momento, nos ofrecieron su gran aportación a los parámetros del Heavy Metal más clásico, con temas como “Dale caña”, “La hora de actuar”, “El traidor”, o “Heroe pérdido”. Magnífica la voz y el carisma de la Xina, muy bien acompañada por de Lolo, Luis , José y Alvaro.

Después llegaría una banda que es difícil de ver por su procedencia, como los ceutíes Sheilan, con un reciente trabajo en la calle como es “Para toda la eternidad”, y que junto a sus paisanos Tharna, fueron los encargados de abanderar el Metal en los ochenta en una tierra con tan poca tradición en el género. Su Metal actual es más oscuro y moderno, y nos dejaron temas como “Creyente”, “Locura”, “Un nuevo amanecer”, “Para toda la eternidad”, “Volver a nacer” o “Inquietud”. La rotunda y desgarrada voz de Carlos Jimenez, aportó contundencia a un sonido, que los hermanos Escobedo han pulido y trabajado en el estudio.

Uno de los grandes momentos de este escenario fue la bandaza de José Rubio y el excelso cantante Ronnie Romero, bautizada como José Rubio’s Nova Era. La conjunción de un excelente guitarrista y un enorme cantante han dado grandes nombres al panorama del Metal, que aquí no vamos a nombrar. Abrieron con “After all”, continuando con “Pains of hell” y entrelazaron con “My own god”. Un sonido nítido, potente, donde cada instrumento estaba en el lugar correspondiente, nos permitió disfrutar de una gran sesión de Heavy Metal de gran calidad, y con una factura claramente internacional.

Una magnífica versión de “The Masquerade Ball” (Habrá llegado a los oídos del señor Rudi Pell?) dio paso a “The end” donde Ronnie volvió a exhibirse , luego siguió “Lights and shadows” y terminó con la versión de los alemanes universales Scorpions, de los que el  jueves dieron buena cuenta aquí Stingers, “Rock you like a hurricane”. Destinados a ser muy grandes y con derecho a asomar la cabeza fuera.

Una pequeña joyita como los madrileños Isthar, que aquí en Madrid podemos disfrutar de vez en cuando, pero que fuera es más difícil, salían con su líder y vocalista José Luis Rodríguez ex militante de Ñu, y de plena actualidad por tener su reciente tercer trabajo “El destino del mundo” en el mercado. Su estilo es Rock de la vieja escuela en la onda de Ñu, Topo, Asfalto y donde las guitarras, se funden con sonidos de teclados y de saxo en algunos momentos. Sonaron temas como “Donde quiero estar”, “Mal asunto el día que no cante” o el cierre con “Vagabundo”, de aquel mítico disco de 1987 “En el mundo de los sueños”. Después del verano podremos disfrutar más tranquilamente de ellos.

Una de las perlitas de este festival fueron los vallecanos Esturión, con un José A. Cano “Chiquitín” como la voz cantante del grupo, que no paró de moverse y de imitar a Angus Young con sus movimientos y paseos con la guitarra. Llegamos cuando terminaban “Chicas de mala fe”, pero quedaban “”Apuesta cara”, “Al pilón (noches blancas)”, “Sueño en el bar”, su himno antibelicista “La guerra” y “Fantasmas del Rock”. Vibrantes, Rockanroleros, y con mucha clase, a pesar de tocar de forma tan esporádica, porque Esturión nunca se fueron.

Más gaditanos en escena como Sphinx, y es que en este Leyendas podrían haber tocado casi una jornada todos los grupos de esta provincia. Su quinto disco ‘Chronos’ está a punto de salir, y de hecho se vendió en primicia en el Leyendas. Después de múltiples contratiempos, la banda se encuentra en un excelente estado de forma y con mucha confianza, como demostraron al salir con el que será su nuevo single “Esperando absolución”. Manuel Rodríguez mostró su carisma y su poderosa voz en temas como “Esclavo de tu maldición”, la cañera “Maldita ilusión”, “Recluso 943” o “Dulce veneno”. Buen trabajo a las guitarras de Justi Bala y Santi Suarez, que junto a la sección rítmica de Carlos Delgado y Pepe Pineda. La parte final muy trepidante con “Angel sin piedad” y “Santa maldad” dejando claro que la Esfinge ha vuelto con fuerza y que esperan seguir dejando marca en nosotros.

La banda de Heavy Metal más veterana de nuestro país (empezaron en 1977 por si alguien no lo sabe) los valencianos Zarpa con el incombustible Vicente Feijoo a la cabeza, liderando la formación y poniendo las voces, con Rafa Játiva (ex Sable) a la otra guitarra, y con un Vicente Romero (si se llama igual que el Mariskal) “Hueso” fantástico al bajo y a los coros, junto a la destreza de Bienvenido Godoy a la batería, dieron toda una lección a las jóvenes generaciones de lo que es el Heavy Metal.

Su repertorio se basó en sus últimos trabajos, aunque repasando cada una de las etapas, arrancó con “Maquinas” del ‘Luchadores de la paz”, siguiendo con “Babilonia la ramera” de ‘Infierno’ y “Rescátame”, “Quien eres tú”, “Ángeles negros, demonios blancos” y “Luchadores de la paz”. Gran ambiente en este escenario y el reconocimiento al buen hacer de los de Mislata, que continuaron con uno de mis temas favoritos como “La zarpa y el sable”, toda una declaración de intenciones como “Esto es Heavy Metal”, la preciosa y muy coreada “Fantasía” y como brillante colofón uno de los grandes himnos del Heavy Metal español “Herederos de un imperio”. Imprescindibles!

Después de los valencianos, hubo una estampida general para ver a Obús unos y para marcharse otros, que no quisieron siquiera escuchar de qué iba la propuesta de Taifa, la banda de Luis Massot (Drakkar, Elikat), todo un referente de la escena mallorquina ochentera. Su música actual fusiona el Rock Andaluz con el Metal, aderezado con toques de flamenco y la personal voz de Luis. Su actuación se basó principalmente en su flamante último trabajo ‘Despertando el silencio’, del que sonaron la inicial “Todo mi existir”, “¿Dónde están mis sueños?”, “Persiguiendo una mentira”, “Despertando el silencio”, “El jardín de los secretos” y “Una razón para vivir” que fue con la que cerraron. Luis Massot que salió descalzo, se entregó por completo a los fieles que todavía aguantaban, con un feeling y un derroche que supimos agradecer, y ofreciéndonos un retazo de su primer álbum ‘Más allá del sur’ con “Amanece”, y dos cortes del segundo ‘Alhambra’, como “El color de la libertad” y “Las torres de Babel”. Fue su primer Leyendas y a pesar de todo creo que se llevan una buena experiencia.

Como comentario final, en la última jornada se anunciaron las primeras bandas que estarán en la próxima edición del Leyendas (algo inédito por estas tierras), como los americanos WASP, los suecos Arch Enemy, los finlandeses Wintersun, el humorista alemán Mambo Kurt y los españoles Wild, Esclavitud, Asfáltika y Ravenblood. El año que viene el festival promete mucho. A por el noveno!

Texto: José Luis Martín

Fotos: Iñigo Malvido / Antonio Vázquez

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