LA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL AFTERPUNK: MISA DE TRES

11 noviembre, 2014 5:58 pm Publicado por  6 Comentarios
intcarnicerosnorte

Los Carniceros del Norte. Foto: Alfredo Villaescusa

Sala Santana 27, Bilbao

¿Es acaso lo mismo Sex Pistols que Parálisis Permanente? Una pregunta que más de uno debería hacerse a la hora de abordar el fenómeno ‘siniestro’, esencia verdadera del movimiento gótico más allá de vampiros, cabezas de ajo y otras zarandajas artificiales producto de modas ajenas. Porque fueron los que se distanciaron de la congénita rabia punk y optaron por explorar atmósferas lúgubres los que sentaron las bases de toda la amalgama de estilos oscuros surgidos después, aquellos que recogieron el testigo de la delirante voz de Siouxsie Sioux y los punteos hipnóticos de John McGeoch.

Para saber de qué va en realidad esta historia hay una oportunidad única en esa gira llamada ‘La Santísima Trinidad del Afterpunk’ que junta a tres figuras relevantes de un género incorruptible que abarca desde principios de los ochenta hasta nuestros días y se ha mantenido siempre en el más exquisito underground sin despegarse de la doctrina original. Una escena que en España no se limitaba a Edu Benavente, Ana Curra y demás personajes de ‘La Movida Madrileña’, sino que incluía bandas de culto como Morticia y los Decrépitos, Los Monaguillosh o El Último Eslabón, entre otros.

Y al contrario de lo que suele suceder por estos lares con palos en apariencia tan minoritarios, la cita aglutinó a una buena multitud de punkis deseosos de escuchar esencias góticas y una representación considerable de chicas guapas hasta cortar la respiración, de esas de darte la vuelta y todo. Para el fiestón que se montó, al final tampoco importó demasiado que por allí no se vieran demasiadas camisetas de grupos oscurillos aparte de la de Bauhaus de un servidor.

Con cierto retraso, iniciaron la eucaristía tenebrosa los catalanes Eyaculación Post Mortem, presentados como herederos naturales de Alien Sex Fiend, aunque en directo predomine más la vertiente visceral que la industrial que uno atisba en estudio. De eso daban fe desde el inicio con “Me cago en mi puta vida”, punki total, y con una estética impactante con todos los miembros ocultando sus rostros bajo una maraña de vendas.

Apabullante resultó asimismo el trallazo más fiel a la tradición siniestra “Viva la muerte” y para “Dejad que los niños se acerquen a él” ya tenían montados salvajes pogos. Lo cierto es que no destacarán por sus habilidades musicales y tal vez cargue un tanto su frikismo exacerbado y su lado escatológico, pero cuentan con un catalogo considerable de temazos capaces de revolucionar a cualquier muchedumbre, caso de su himno contra el postureo oscuro “Tú vienes de negro y nosotros volvemos de gris”. Para tomar en su justa medida, en exceso podrían ser contraproducentes.

Los siguientes en oficiar eran Los Carniceros del Norte, auténticos internacionales del rollo que se han pateado Europa en repetidas ocasiones, México recientemente, y hasta celebraron Halloween en Londres en un bolo junto a figuras históricas como Andi Sex Gang. Lo hemos dicho ya, pero lo volveremos a repetir las veces que haga falta: son lo más grande del siniestrismo patrio desde los tiempos de Parálisis Permanente.

Basta únicamente mirarles para darse cuenta de ello, con una estética cuidada al milímetro, un cantante que es un crack absoluto a las tablas y unos temas que provocan el delirio colectivo desde el inicio con “Llamando a las puertas del infierno” o “El Hombre de los Rayos X”. Es curioso, pero con el grupo más gótico de la velada hubo pogos más descontrolados que con las propuestas más netamente punk.

Su sonido ha ganado sobremanera al incorporar batería humano, aunque todavía le hace falta a este una mayor soltura para no dar la impresión de ceñirse a un guión predeterminado. Con las habituales proyecciones de clásicos del terror de fondo, el voceras Txarly estuvo pletórico, dramatizando al máximo, fustigándose y llevando a la parroquia a la catarsis en “Ladrones de Cadáveres” o en “Kill Baby Kill”, con un mar enorme de puños levantados agolpados al borde del escenario.

Y en “Nekromántikos” alguna chica se contoneaba de forma sensual, utilizando la camiseta a modo de toalla, es indiscutible el tirón que tienen entre el sector femenino, tal vez sea la herencia de The Cramps. Y ya la confirmación para elevarles a los cielos fue la apoteosis de “Un día en Texas” de Parálisis Permanente, a tope de revoluciones y con un doble de Edu Benavente dando brincos por ahí en las primeras filas. Beatificación en el siniestrismo, pero ya.

Por último, los veteranos Kante Pinrélico, en activo desde 1986 y con la reputación incontestable que les otorga una larga trayectoria, legaron un recital de punk a la vieja usanza, de esos que echan para atrás por su autenticidad, tan punk que hasta el mismo vocalista tuvo que vomitar detrás de un ampli por indisposición. Con un par.

Abrieron sin despegarse de los tres acordes y con la irreverencia propia de Kaka de Luxe con “Al koño de mi vecina” y enseguida se acordaron de material reciente de ‘…En el Laboratorio!!!’ con “Ataúd maldito”. En un comienzo, la congregación se mostró un tanto parada, pero a medida que se iba calentando el ambiente a base de temazos como “1095 días sin dormir” los pogos brotaron por doquier.

El cantante se movió cual punki de antaño y no se cortó de dedicar “La metamorfosis” a los banqueros, “que antes eran personas y ahora son cucarachas”. La recta final fue de infarto con el punto romántico a su manera de “Si me faltas tú”, con el personal bailoteando como en un guateque ye-ye y descontrolándose exaltados en “Ke mal me peino”.

Y no se olvidaron de su clásico “Soy de Kartagena”, con los ánimos tan caldeados que los bises se tornaban obligatorios. Dado que la sala no puso impedimento, a pesar de que pasaban de largo la una de la madrugada, volvieron con el nihilismo sin fisuras de “Soy lesbiana” y su letra vitriolo puro. Los galones se acaban notando en las distancias cortas, muy grandes.

Pocos son los que mantienen en pleno siglo XXI la prostituida etiqueta del post punk con dignidad, sin gafapasteces, fieles a los principios fundacionales del movimiento. Toda una ocasión inmejorable esta misa de tres para empaparse de la cultura gótica, la de verdad, aquella que no tiene nada que ver con vampiros vestidos de Zara, máscaras antigás o colores fosforitos. La doctrina en su faceta ortodoxa.

Texto y foto: Alfredo Villaescusa

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

6 comentarios

  • el ajusta cuentas dice:

    Paso del punk eso es para mi gusto Basura!

  • Juandie dice:

    Conciertazo por parte de todas estas bandas que actuarón el Bilbao pero lo de los CARNICEROS DEL NORTE es de elogiar con esa mezcla tan perfecta y cañera de PUNK/GÓTICO que tan bien lo bordan y que son una gran leyenda de nuestro país a la altura de PARALISIS PERMANENTE.Me ha encantao sinceramente esta crónica en tierras vascas!!!

  • ian dice:

    No te gusta el punk?no lo leas basura...tuercebotas!!! Buena apuesta por la diversidad y por la tolerancia musical...y agradecido de ver aqui en la revista que llevo comprando y leyendo desde el 88 estos articulos...de catetos esta el mundo lleno..imberbes de pelo corto seguro!!! Con un par SANTOS INOCENTES!!!

  • Juandie dice:

    Muy bien dicho IAN.Si a éste PALURDO (el ajusta tuercebotas) no le va el punk es porque ni lo ha escuchao ni tiene ni idea de este gran genero maravilloso!!!

  • Mr.x dice:

    De acuerdo contigo ajusta para mi tambien es basura, un grandisimo musico no hace muchos años dijo; el punk es heavy metal mal tocado, pues yo digo no yega ni a eso, es broza, es mi opinion. Y el unico tuercebotas eres tu ian chafacharcos y abrazafarolas

  • Juandie dice:

    Lo primero aprende a escribir bien PALETO (mrxoborno) ya que tú "caligrafia" si que es una BASURA al igual que tu forma de "opinar"!!!

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