GUN: ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

Estarían a punto de darnos las 23:30 horas cuando, en el número 1 de la calle Doctor Cortezo, muy cerca de la Puerta del Sol, tenían lugar dos espectáculos a la vez y totalmente diferentes. En la mesa de sonido, a los técnicos les iba a dar algo literalmente. Cuando sobre el escenario no fallaba una cosa, fallaba otra. Sinceramente, hacía tiempo que no presenciaba un concierto con un sonido tan flojo y ahí lo dejo, principalmente las voces, costaba un mundo entender nada. Y  la acústica del lugar tampoco dio para más; de hecho, tendríamos que haber estado en Rockitchen, pero debido a las denuncias recibidas por esa otra sala...

Pero a pesar de los pesares, el público disfrutaba al máximo, cantando, botando o grabando cámara en mano la versión de aquel Word Up! de Cameo. Mientras tanto, ahí arriba, Dante Gizzy también lo daba todo y se deshacía de la cazadora. Y es que, problemas técnicos aparte, el regreso de los escoceses GUN a Madrid fue espectacular. La comunión entre banda y público fue total desde el primer minuto, es decir, casi una hora antes de que sucediera esto que acabo de contarte.

Antes, a partir de las 21:00 horas, la banda murciana VACÍO se encargó de entretener al personal y de paso presentar su nuevo trabajo, Océanos. El cuarteto cumplió con su papel a la perfección a base de un Metal rotundo con un punto melódico y así se lo quiso reconocer el público, con una merecida ovación. Mucha actitud por su parte, de modo que habrá que seguir la pista del grupo en mejores circunstancias, pues prometen hacernos pasar más y mejores ratos. Y a propósito de versiones, clavaron la del Wicked Game de Chris Isaak según HIM,  por supuesto.

Se suponía que a las 21:30 se dejaría ver y escuchar una formación GUN en la que alguien echaría en falta al bajista Derek Brown, fijo, pero hubo que esperar más de una hora hasta que eso ocurrió y el parche de la batería estuvo en su sitio. Esa misma tarde la propia banda anunció el horario definitivo a través de twitter, pero much@s no leímos aquello a tiempo... En fin, al grito de “Madrid, ready?” o algo así arrancó el concierto. Las primeras en caer, 14 Stations y Lost  & Found, ambas del listado de su último disco Break The Silence (2012).

Y si el público se dejó la voz y las palmas de las manos con las nuevas, imagínate qué ocurrió cuando sonaron a continuación Don’t Say It’s Over y Better Days, ¡menuda fiesta! Se volvía loco Dante micrófono en mano, botando y girando como un molinillo, sembrado en su papel de frontman. Debido a la calidad del sonido y tanto problema con el micro no sabría decir si cantó mejor o peor, pero para eso estaba la gente que prácticamente llenó Independance Club, para corear de ‘pe’ a ‘pa’.

Y así transcurrió el show, nuestra fiesta, alternando temas nuevos y clásicos, con permiso del gran solo de guitarra que se marcó ‘Jools’ entre One Wrong Turn y Money (Everybody Loves Her). Poco antes de los bises, al filo de las 23:30, llegó Word Up!, ya sabes, con los técnicos haciéndose cruces delante de la mesa. Por cierto, no se hicieron mucho de rogar después y ni uno ni dos, tres bises cayeron: Taking on the World, Welcome to the Real World y Shame on You. Con el último de ellos, con el deseado, definitivamente el jueves se nos hizo viernes y en Burgos comenzó la cuenta atrás para disfrutar de la banda y recordar lo mejor de los 90. Espero que el sonido también acompañe y al menos se lo pasen tan bien cómo aquí.

Texto: Alberto C. Molina (twitter @albertocmolina)

Fotos: Juan Destroyer

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