GRASPOP METAL MEETING 2013: PRIMERA JORNADA

VIERNES 28 DE JUNIO

Volvemos a Dessel, la pequeña localidad al norte de Bruselas que desde hace varios lustros acoge a uno de los más afamados y cualitativos festivales de Europa, El Graspop Metal Meeting. Un festival que goza de uno de los carteles más vistosos de la escena, una calidad muy cuidada en su propuesta de escenarios: cuatro –El principal “MainStage”, dos carpas gigantes “Marquee I” y “Marquee II” y una carpa algo más reducida, pero igual de bien estructurada “Metal Dome”, todas dotadas de escenarios muy visuales, amplios, bien sonorizados y con una luminotecnia que cuenta con muchos de los avances técnicos del momento. Por otra parte, los servicios siguen siendo más que correctos: Accesos bien ubicados;suficientes barras de bar, con precios para las bebidas, digamos que asequibles, -1 Token, la moneda del festival, que puedes sacar desde máquinas expendedoras y que al cambio son 2,5 €-; Lavabos bien repartidos, y más o menos limpios;buena organización y seguridad; camping con servicios suficientes como para no hacer colas, no congelarte en la ducha ni pillar ninguna infección. Quizá el punto más flojo del festival es el de la comida, poca variedad y bastante cara -2 Tokens un simple Hot Dog, y de ahí, ¡súbele Indurain…!-. Por cierto, este año quitaron el supermercado de la zona del camping, lo que obliga a tener que desplazarse al pueblo para realizar cualquier tipo de compra. ¿Y las bandas…?  ¡¡¡Twisted Sister lo mejor del día y con mucho…!!!

A simple vista este año el cartel no es especialmente atractivo, bandas que hemos visto una y cien veces, nombres conocidos y consolidados, mucha diversidad en la escena de las etiquetas a seguir, y bastante Rock de corte moderno; sin embargo una vez vivido el primer día, la valoración no puede ser más positiva. Los grandes clásicos no defraudaron, los nuevos nombres dieron la talla y los desconocidos, los que menos, llegaron a sorprendernos.

Tras el viaje hasta el aeropuerto y un retraso en la llegada al festival de dos horas sobre lo previsto, supuestamente a causa de saturación de tráfico por la cumbre de políticos que se da en Bruselas –hasta en esto tienen que jodernos-. Nos acreditamos, montamos la tienda y nos llegamos hasta la carpa del Metal Dome, lugar en el que disfrutamos de una sesión de video Heavy con un ambiente espectacular, y al saco…

Crucified Barbara, con las que coincidimos en el aeropuerto, iniciaban el festival. Por desgracia tuvimos que proceder a acceder a la zona de prensa, registrarnos, acomodar los enseres… total, que a parte del primer tema, “The Crucifier”, el resto del repertorio sólo lo escuchamos de lejos. Lástima, porque el sonido era muy bueno y la salida de las damas sobre el escenario fue muy enervante…  A los que sí disfrutamos al completo en su actuación fue del quinteto Thasher de la Bay Area de San Francisco, Heathen. Los veteranos Heathen hicieron que el público congregado frente al escenario mostrase los primeros síntomas de desarticulación en las cervicales.Dirigidos por su cantante David White, que cuenta con unos registros muy similares a los de Joey Belladona, dieron un concierto repleto de temas de sonido Thrash Old School, como la inicial “Dying Season”, su hit “Control By Chaos” o el aceleradísimo y muy celebrado “Death By Hanging”. Me los perdí en el Sweden pero los disfruté de forma explícita en la campiña belga. Los siguientes en nuestra lista fueron el cuarteto de Deathcore Veil Of Maya, que actuaban enel espacio de la carpa Marque II. La puesta en escena de los de Chicago fue intensa, su cantante, Brandon Butler se erigió como el máximo exponente de una música que en directo se tornó contundente, pero rutinaria. Por suerte Butler y los samplers pregabados dieron profundidad a temas como “WeBowIt’s Aura”, “20/200” o “Crawl Back”, temas que produjeron los primeros Circlepits del festival.

De retorno al MainStage, otros clásicos, en este caso representantes incombustibles de la NWOGHM, Grave Digger iban a protagonizar uno de los grandes momentos del festival. Dirigidos como siempre por el ignífugo Chris Boltendahl, Grave Digger salieron a romper,  a demostrar el por qué estaban allí y a sacarnos los primeros himnos con los que golpear furiosamente el aire. Los germanos actuaron sólo 45 minutos, pero estos fueron suficientes para demostrar su gran actitud y valía con un set list sin complicaciones, en el que no faltaron los tonos de batalla recreados en las partes melódicas por su calavérico teclista, H.P. y fortalecidos por la voz de Boltendahl y las guitarras del también veterano Axel Ritt. Como decía, himnos como “Ballad Of A Hangman”, “Medusa”, “Excalibur” o su irrepetible primer hit “Heavy Metal Breakdown” hicieron que el headbanging fuera de lo más entregado de la mañana en el festival.

 De vuelta al Marquee, en este caso el Marquee I, nos esperaba la actuación de los Death metaleros vikingos Unleashed. Hacía ya bastante que no les volvía a ver en directo, sobre todo porque la última vez que les vi, su actuación me pareció bastante floja, previsible y sin actitud. En esta ocasión el cuarteto sueco cambiaron en su actitud, aunque no así en su propuesta. A todo, añadir que salieron al escenario algo más de media hora tarde, lo que impacientó a un público que tras la espera estuvo más expectante que activo. El cantante Johny Eldlund lo intentó, quiso levantar al público en enfáticas frases precedidas de buenos himnos del tamaño de la inicial “Blood Of Lies”, la brutal “Longships Are Coming” o la enfática “Fimbulwinter”, pero sólo con ello sólo consiguió sacar unas chispas que no prendieron en un público que se tomó el concierto más a modo de expectación, que de desfogo. Por nuestra parte, nos fuimos a ver el final del quinteto Británico/Dubaití, Asking Alexandra, quienes a la postre, serían protagonistas en la recta final del festival… Pero, no adelantemos acontecimientos.

Pasaban 20 minutos de las 15:00 y tocaba el turno a otro de los brillantes nombres del cartel del día, era el turno de las calabazas, era la hora de Helloween. Con un sonido enrarecido, que dio al traste con la efectividad de uno de los grandes himnos de los germanos, “Eagle Fly Free”, y con una temperatura ideal, Helloween propusieron más que convencieron. Andi Deris tuvo una actuación irregular, su voz iba y venía cual olas marinas, tuvo que echar mano a los desgarros vocales y al apoyo de la reberv en la parte final, y la banda, a excepción de Sascha Gerstner parecía ahogada, sin aliento… Aún así, los himnos de las calabazas son un gran pilar en el que apoyarse, y gracias a la efectividad de estos –“Were The Sinners Go”, “Waiting for The Thunder”, “Live Now”, “Power”, “Are You Metal?”, “Dr.Stein” y el encore “I Want Out” y “Future World”, y de nuevo apoyo de Sascha en las guitarras y en los coros, el concierto se saldó con un aprobado tan alto como nuestros puños en alto.

¡Lo de Korpiklaani es muy fuerte! El sexteto finlandés sabe sacar brillo al metal más oxidado y usan la fórmula de la festividad más básica para enrevar a todo aquél que se atreva a probar su pócima mágica. Druidas del Folk Metal, Korpiklaani hacen bailar, a veces en coro, a veces en CirclePits, y corear temas que se engullen y se regurgitan con la misma facilidadcon la que se destilan sobre el escenario. “Tounelan Tuvilla”, “Midsummer Night”, “Vaarinpolkka” y “Uniaika” fueron de los más celebrados. De nuevo en el escenario principal, esta vez para descoyuntarnos con el Metal alternativo, cada vez más endurecido, de Papa Roach. El inicio no pudo ser mejor, “Engage” nos mostró a una banda con solidez y nervio dispuesta a arrollar de principio a fin; y así fue. Los Californianos venían al festival a demostrar que su última actuación y victoria en el Graspop no había sido sólo un espejismo, vinieron a consolidar y acabar la tarea, a no dejar nada pendiente, y menos ninguna duda de su efectividad sobre el escenario. Jacobbi Shadixx, el cantante, abrumó con sus grandes dotes como frontman, sabe que si da, toma, y en ese sentido lo cogió todo… Los enermes CirclePits, un surfeo incesante y dosis de Slam y Headbanging acompañaron en todo momento a temas de la talla de “Still Swinging”, “Blood Brothers”, “Burn”, “Before I Die” o “Give Me Back MyLife”. Como decía al principio, Papa Roach han endurecido sus bases en directo, donde la recesión de los rapeos y la esencia Nu Metal casi se quedan en el olvido para que florezca su parte más netamente Metalica. Gran actuación, de lo mejor del día.

Una de las grandes decepciones del día fueron Prong. No sé cómo Tommy Victor no se percató de que la banda sonaba fatal, y no era por culpa del sonido que salía desde
los monitores y la mesa. Prong parecía un barco torpedeado, aunque su capitán nunca buscó un embarcadero en el que reparar los daños y seguir su travesía dignamente. Fue una lástima ver como una de las bandas pioneras en varios sentidos de la escena contemporánea deambulaba sin un rumbo fijo, sus temas se oscurecieron y nunca vieron la luz. El guitarra de Danzig acabó hundiendo él mismo su propia nave al ni siquiera sostener unos más que deseados solos. “Unconditional” y “Snap Your Fingers, Snap Your Neck” fue lo único que en los cincuenta minutos de actuación tuvo sentido.

 En el escenario principal iba a caer la sorpresa, la actuación prevista de Soulfly en el escenario principal tuvo que cambiarse de hora y escenario a causa de un accidente en la carretera que les impidió llegar a tiempo desde Alemania. Los sustitutos, Coal Chamber (¿?). Menudo fiasco. Los autoproclamados inventores del Gothic Nu Metal vieron la luz, pero el alter ego de su cantante DezFafara daba muestras de prepotencia desde el primer momento, la bella bajista  Chela Rea era un espectáculo danzante y el batería Mikey Bug iba hasta las cejas, de a saber qué, si hasta babeaba... En fin que tras los tres primeros temas (“Loco”, “Big Tuck” y “Fiend”) me fui a la carrera hacia la carpa del Metal Dome donde los helenos Rotting Christ estaban dando un conciertazo en mayúsculas. Ya les había podido ver en escena en el Farmer Fest de hace un par de años, y me sorprendieron casi tanto como lo hicieron en esta edición del Graspop. En esta ocasión Rotting Christ no tuvieron la oportunidad de proyectar en las pantallas las imágenes que arropan sus temas y que dan mayor efectividad a unos himnos cada vez más oscuros y densos; en ellos el Death, el BlackMetal y el Black Rock muestran una originalidad casi sin precedentes. Los coros pregrabados crean un ambiente cavernoso y barroco a la vez que enervan la actitud de un público que se desprende de cualquier atadura y se sumerge en las profundidades del averno griego, el reino de Hades, resultante de la efectividad de temas como “Transform All Suffering Into Plagues”, “Societas Satanas”, “In Yumen Xi-laba” o la imponente “Chaos Geneto”. Sinceramente, me alegré de que Coal Chamber tocasen a la hora que debía hacerlo Soulfly.

Hace años, en el 2008, Mayhem actuaron en el Atarfe-Vega Rock. En aquella ocasión su show fue muy visual, pero musicalmente fue escandalosamente horrible. Bueno, pues dicen que  no hay dos sin tres, aunque esta vez su espectáculo fue menos visual y, al menos, la banda parecía no haberse destrozado a golpes como en el Atarfe. Fotos y a cenar…

JOSEP FLEITAS

Y con Korn, se inició una lluvia que nos acompañó todo lo que nos quedaba de festival, pero eso no impidió que Jonathan Davis nos ofreciera un concierto de primera. La banda californiana comenzó con “Blind”, y de entrada, buen sonido, buena voz, buena comunicación, y un Jonathan Davis al que no le importo mojarse con nosotros.  Un set list repleto de grandes temas como “Twist”, “Here to Stay”, o “Get Up”, muy acertadas para la ocasión, ya que el público mostró buena aceptación a  la propuesta de una banda que no se salió de su línea habitual; bases pregrabados, guitarras samplerizadas y una batería que marcaba enfáticamente cada una de las partes de un set comercial y efectivo. Korn dieron fin a su actuación en Graspop 2013 con el doblete  “Gotthelife” y “Freak On A Leash”, dejándonos siempre con ganas de más.

YOLANDA GONZÁLEZ

Ahora sí, era el turno de los Soulfly de Max Cavalera. Hacía ya mucho que no coincidía en concierto con Max (desde su actuación como teloneros de Black Sabbath en Anoeta) y me alegré del reencuentro. El concierto de Soulfly tuvo altos y bajos, el inicio fue enfático “Prophecy” no sonó bien, pero tuvo la efectividad de una carpa llena a rebosar de fanáticos ávidos de ese Thrash con sello propio. Max estuvo expeditivo, comunicativo, y repartió simpatía y agresividad por igual. Su set list fue igual de expresivo, dando un repaso a su discografía, parándose apropiadamente en más de un recuerdo de su paso por Sepultura, como no podía ser menos. En ese sentido “Refuse/Resist”, “Arise/Dead Embryonic Cell”, “Straighthate” y “Roots Bloody Roots” nos apabullaron tanto como “Back To The Primitive”, “Seek ‘n’ Strike”, “Revengeance” o “Eye For An Eye”. La guitarra de Max sonó algo floja, pero con la expresividad del público eso fue lo menos importante de un concierto que en breve se repetirá en su gira española, espero que con el mismo éxito. Tras la actuación de Soulfly y al paso por el exterior de la carpa del Marquee I, donde nos detuvimos a disfrutar desde la entrada de un tema de Kreator, “Violent Revolution”, nos apresuramos a llegar al espacio del escenario principal, donde la fiesta iba a ser enorme.

El tiempo había tenido momentos de todo, lluvia suave, viento moderado, nubes, sol… Pero éste estaba esperando a la actuación de Twisted Sister para intentar fastidiar la fiesta. Imposible, a Dee no le para nada. Ni la lluvia, ni el cansancio, ni el desánimo por la operación de urgencia que tuvo Animal Mendoza… Dee es una fiera de escenario, un luchador del Rock n Roll, un leñador infatigable, que a golpes de nervio, rabia y entrega nos fundió a todos. En esta ocasión, como ya viene siendo habitual en su actual gira, Twisted Sister no vistieron su indumentaria Glam, ni tuvieron el soporte de la pirotecnia, ni de efectos visualmente atractivos para llenar el enorme escenario que sólo a De ese le quedó pequeño. Muchos piensan que Twisted Sister viven del cuento, de las rentas que sus clásicos les dejó en su día, pero paso a paso, año tras año, y actuación tras actuación, Twisted Sister siguen demostrando que pueden blandir sus himnos con la cabeza erguida, pueden hacerlo con orgullo y sacando pecho.

La lluvia era tenue, justo hasta la salida de Twisted Sister sobre el escenario, a partir de ahí esta cayó en progresión hasta que al final la corina de agua era casi tan densa como la energía que nos había inyectado Dee Snider.

El concierto, se inició con un enervante “You Can’t Stop Rock n Roll” en el que Dee Snider ya estaba exultante, rebosante de una energía que se contagiaba a cada gesto, a cada envite de una bestia indomable. Ahí ya pude comprobar la falta de Animal Mendoza al bajo… fue una sorpresa, pero algo más tarde Dee y JayJay nos aclararon que su ausencia fue algo fortuito, le habían tenido que operar de urgencia (¿?). Cosa extraña, a día de hoy ni en la página de TS ni en la de Dee, se habla de la operación de Animal, ni de su sustituto  (perdonad que no  me quedase bien con el nombre), que extrañamente cuadró a la perfección las bases de todos los temas en esta su primera actuación… El concierto siguió con un marchoso “Shoot’ Em Down” y un rabioso “Stay Hungry”. Tras el desaforo inicial, Dee mira al cielo y le habla a la madre naturaleza, diciendo que sus designios son caprichosos, a veces les favorece y a veces les desprecia, pero vuelve a agradecer que les permita seguir haciendo lo que les gusta. A partir de ahí, Dee se pone a nuestra altura, en cuanto a mojarse, y no duda en plantarse frente al escenario para iniciar una arrolladora “TheBeast” a la que le sigue una penetrante “The Kids Are Back” que resuelve Eddie Ojeda con un buen e intenso solo… De nuevo referencias a la lluvia, Dee entona las primeras estrofas del clásico de Jamie Cullum y que en su día popularizaron Gene Kelly y Frank Sinatra, “Singing In The Rain”, al puro estilo cabaretero que Dee nos muestra en su obra ‘Dee Does Broadway’. Bromea, pero sigue al tajo, furioso “I Believe In Rock n Roll” rompe nuestras gargantas, no la de él que está dispuesto a dejarnos KO de una sólo golpe… “We’re Not Gonna Take It” nos deja sin aliento, pero no nos tumba. El himno más popular de Twisted Sister se repite casi en dos ocasiones, hasta que Dee pide un poco de atención. Ja y Jay presenta a una pareja de emocionados novios, él a duras penas consigue articular palabra y Dee y JayJay le ayudan… el resultado el previsto, un Sí y la emoción del momento se torna en pasión ante la explosividad de “The Fire Still Burns” en el que sobra el imberbe solo de batería de AJ Pero.

Suena la campana, un respiro, es un decir, ya que “The Price” nos deja relajar el cuerpo, no nuestras gargantas. Para entonar el tema, y a pesar de la lluvia Dee pide que se enciendan los mecheros y los celulares. En las pantallas el ambiente es emotivo, al igual que el tema, feeling que se diluye tras un “I Wanna Rock”  que cuenta con la inesperada ayuda de unos Asking Alexandria que apoyaron el tema, destacando la buena voz que demostró su cantante, Danny Borsnopp, que se puso a la altura de Dee. Tras la despedida de Asking Alexandria, vuelve a sonar la campana y nuestra batalla contra la lluvia y el frío encuentran en “Burn In Hell” al mejor aliado. Dee ilumina su cara, que se tiñe de rojo, al igual que lo hacía el añorado Ronnie en “Heaven&Hell”, para crear ambiente. Tras la pasión del momento, otro parón -lo único reprochable del concierto, además del insulso solo de batería-, “It’s Only Rock n Roll (But I LikeIt)” de los Rolling Stones se alargó en demasía, acababa y volvía a empezar, de forma marchosa, pero repetitiva. Mientras sonaba el tema los fuegos artificiales iluminaban la parte trasera del festival. Pero el concierto aún estaba por acabar. La banda se despidió, pero no engañó a nadie… “Come Out And Play, Twisted Sister…” y la banda sale en estampida, levantándonos de nuevo, haciéndonos saltar y aguantando como podíamos. Dee no paró ni un momento en todo el concierto, corrió saltó, bailó, se mojó, se arrastró… Pero nosotros seguíamos en pie y él lo agradeció dedicándonos un último himno “SMF”. ¡Qué pasada de concierto! Nada mejor para acabar un día lleno de emociones y de abrumadora actividad.

El regreso al camping fue una lenta procesión por un camino embarrado. Cansados, pero felices, nos metemos en el saco esperando que el día siguiente nuestro cuerpo aguante…

JOSEP FLEITAS

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