DEBRUCES + DISCORDIA + SURKO: Y QUE NO BAJE LA FIEBRE

Gruta 77, Madrid
(05/11/2010)

“Parezco nuevo”, pensé al encontrarme sus puertas cerradas. La madrileña Gruta 77 no se caracteriza por cumplir los horarios de las actuaciones que en ella se celebran. En ese momento sólo tenía dos opciones, esperar en la calle o tomar unas cervezas hasta que la sala abriese sus puertas. ¿Qué decidí hacer? Fácil de adivinar, ¿verdad?

Hora y media más tarde volvía a presentarme allí, acompañado esta vez por una pareja de buenos amigos que me encontré por sorpresa en el bar donde estaríamos “calentado motores” antes del concierto que iban a ofrecer Surko, Discordia y Debruces. Mis colegas no habían escuchado nunca a ninguno de los tres grupos pero tenían interés en conocerlos, todo un ejemplo a seguir.

SURKO eran los primeros en subir a las tablas. Y tablas es lo que tienen, muchas, sí señor. Llevan años sin parar de tocar y este último han compartido escenario con veteranos como Transfer. Con este bolo se despedían temporalmente de nosotros para centrarse en la grabación de “algo en condiciones”, como ellos mismos comentaron. Les costó un par de temas hacernos conectar con ellos hasta que canciones como “La primavera” y la acelerada adaptación de “El sitio de mi recreo” del genial Antonio Vega consiguieron despertarnos. “Currando en el ladrillo” hizo bailar y “Paso a paso”, medio tiempo increíblemente hermoso, logró emocionar. Estupendos.

A continuación llegaba el plato fuerte de la velada, los murcianos DISCORDIA. Venían a presentar en el foro su disco “Fiebre”, abriendo con una de las piezas incluidas en él, “Ojos que no ven”. A partir de ahí, combinaron de manera efectiva material nuevo y veterano, aunque el sonido deslució algo la actuación. La banda, si bien se sentía algo incómoda por esa situación, desató brillantemente a la peña no sólo al compás de “Con el filo de la lengua”, “Sopla del Sur” o “C’est fini”, tonadas ya conocidas, sino también con las recientes “Dime qué es esto”, “Intromisión” y el single “Acorralado”. Imagino que esa respuesta de la gente tuvo que calar hondo en el grupo. El compadreo rockero se demostró al unirse a ellos Óskar, voz en Debruces, y todos los congregados allí nos convertimos en uno sólo dejándonos la voz con “Canciones”, la despedida o, mejor dicho, el “hasta pronto Madrid”. Ojalá visiten muchas otras ciudades porque son de lo mejorcito que tenemos en nuestro punk-rock.

El broche final a esta noche de rocanrol corrió a cargo de los DEBRUCES. Nacidos hace relativamente poco, sus componentes vienen de otras formaciones como Encrudo, Atake Urbano o Delito y Medio (el cantante Óskar, a quien mencioné antes, militó en estos últimos). Se notó que aún les falta cierto rodaje, pero no son unos principiantes así que estoy seguro de que darán que hablar. A base de composiciones propias, algún recuerdo a anteriores proyectos (como “La farola”, de los Delito) y homenajes a Reincidentes y Porretas nos contagiaron la alegría que ellos manifestaban sin tapujos. También sufrieron problemas con la acústica, pero no se amilanaron.

A las tres y pico se encendían finalmente las luces y llegaba el momento de comentar lo visto y escuchado, en la barra o de camino a casa. ¿Sabéis dónde me quedé yo? Exacto.

Hago una (dulce) reflexión: estuve atento a la gente congregada en el Gruta, y observé cómo muchos cantaban emocionados, conociendo no sólo estribillos sino letras completas, prueba de que el Rock Estatal se renueva. Brindo por ello, ¡salud!

Texto y fotos: FÉLIX EL DUENDE