Afrontamos la última jornada con la amenaza de lluvia constante. Salimos de casa sin muchos planes. Iríamos moviéndonos según las circunstancias nos lo permitiesen. El plan inicial seguramente cambiaría con el paso de las horas y lo que ocasionara la maldita lluvia en los recintos y en nuestro cuerpo. Y es que tras tres jornadas calzado con katiuskas, los pies no eran los mismos. Las plantas se resentían. Llegaríamos hasta donde el dolor lo permitiera. Wacken Open Air llamaba una jornada más. Puedes leer las crónicas de las jornadas anteriores en este enlace la del miércoles con Lita Ford o Beyond the Black, en este la del jueves con Guns N’ Roses en cabeza, y aquí la del viernes con Dirkschneider o Papa Roach.

Vulvarine
Me hicieron madrugar y acudir al Bullhead (la zona de los escenarios principales), que era un mar de barro. Las vi a distancia, sobre el suelo firme de una de las barras. Demasiado temprano para chapotear. Eran las 12 del mediodía y acudí a ver al femenino combo para tomar nota de lo que se nos viene encima dentro de unos meses en Asturias, pues estarán en otoño en Avilés.
Desde el principio, con “The Drugs, the Love and the Pain” ya me gustaron. Es lo que tiene el buen hard rock, que enseguida te enganchas sin falta de conocer las canciones. “Good Time” fue la siguiente en sonar en el arrozal. Estábamos casi en familia. Pensé que aquello mejoraría, que acabaríamos siendo más, pero la asistencia no fue a mejor. Demasiado temprano, demasiado barro. Y sí, volvió a llover. Llevaron el “Cheri Cheri Lady” de Modern Talking a su terreno y fue la más coreada. Cerraron con “Rock Bottom” (nada que ver con el clásico de UFO). Me gustaron.

Majestica
No nos movemos del Bullhead. Cambio de escenario, del Headbangers al Wet, para ver a Majestica. Arrancaron con “Power Train” y un chorreo de guitarras al ritmo de la lluvia. Tommy Johansson (ex-Sabaton) lleva la batuta de la banda de power metal sueca con maestría. Es líder sobre el escenario y fuera de él, y el mejor ejemplo de cómo hacer las cosas bien.
La banda es un gustazo en vivo, con sus ritmos frenéticos, sus solos veloces y esos agudos en la voz que te hacen pensar si serán posibles con el paso de los años. Para ser power metal, sonaron más orgánicos de lo que yo me esperaba. Vale, llevan coros sampleados y también algunos teclados, pero no son Wind Rose, y canciones como “Thunder Power” son muestra de la máquina de precisión que pueden llegar a ser.

Además, tienen canciones como “No Pain, No Gain”, que te vuelan la cabeza. Salí con ganas de llegar a casa y escucharlos. Suelo renegar mucho del power metal, quizás no estoy escuchando a los mejores. Bolazo.
August Burns Red
Cambio de estilo y de escenario para ver a otra banda que no había visto nunca en vivo hasta ahora. Iban tres de tres en la matinal de la última jornada de Wacken Open Air.
Hay gente que dice que no le gusta el metalcore, quizás sea que no han oído lo suficiente o no han escuchado a los buenos. August Burns Red lo son. Salidos de Lancaster, Estados Unidos, y con más de veinte años de trayectoria ya a sus espaldas, tenían mucho que decir en su primera visita a Wacken tras ocho años sin pisar suelo teutón.
No es habitual arrancar con una versión. Ellos sí lo hicieron. Por la PA de Wacken sonaba fuerte el “Chop Suey” de System of a Down a modo de intro. Ellos la continuaron dándole su toque personal. Todos de negro, su puesta en escena fue muy elegante y potente. Sólo el barro impidió que que el Faster fuera el paraíso del surfer, porque de haber estado el terreno en condiciones, yo mismo me habría sumado a la locura. Increíbles. No me dolió perderme a Destruction.
Floor Jansen

Estuvo descafeinado el concierto de Floor Jansen. Fue una pequeña decepción un show en el que da repaso un poco a toda su trayectoria, haciendo sonar canciones de todos sus proyectos.
En el fondo, solo parece arrancar y gustar cuando caen los highlights en modo de canciones de Nightwish. Hasta cinco llegaron a sonar, siendo “Noise”, “Amaranth” y “Nemo” los mejores momentos. Sin magia.
W.A.S.P.
En los últimos tiempos, no he visto más que ataques contra la formación norteamericana. Que si playback que si historias. Sé que los coros iban grabados, puede que algunas de las voces de Blackie también, pero a mí, me dio igual.

Concierto de clásicos de principio a fin. Canciones que traen la nostalgia de la banda sonora de mi vida, que me recuerdan a situaciones vividas que fueron pura gloria y a gente que ya no está, porque algunos se quedaron en el camino o simplemente se hicieron a un lado y andan por ahí con lo de “yo era heavy”.
Desde la inicial “I Wanna Be Somebody” a la final “Blind in Texas” fue un no parar. El espectáculo visual en la enorme pantalla del fondo fue también sobresaliente. Llamó la atención el ver a Hitler durante “The Headless Children”, ya sabéis de qué va la letra, pero pensé que algo así no podía producirse en Alemania.

Había visto años atrás a la banda en le mismo escenario, en el Faster, y fue otra cosa. Esta vez me divertí de lo lindo viendo además a mi adorado Aquiles Priester en la batería.
Within Temptation

Llegó la hora de la maravillosa Sharon den Adel. Media tarde, horribles circunstancias climatológicas, y un Infield con menos de la mitad de gente a la que nos tiene acostumbrados.
Algunos metalheads, hartos de barro, empezaban a abandonar el festival, y creo que fue en la actuación de los holandeses cuando empezamos a echar de menos a tantos compañeros.

El concierto fue magnífico, y llegó cargado de gestos contra la invasión de Ucrania desde el primer momento con el arranque de “We Go to War”, canción con la que la siempre espectacular vocalista lució una llamativa máscara. Más tarde me fijaría que en su brazo llevaba pintada la bandera de Ucrania.
No faltaron hits que corear: “Faster”, “Stand My Ground”... Pero ahí me fui. Demasiada lluvia y barro. Si quería ver a Exhorder, tenía que ir tirando rumbo al Bullhead.

Exhorder
Habían anunciado su show como un especial “Slaughter in the Vatican Show”, pero no fue así del todo. No tocaron el disco entero y por orden, como cabría esperar, como hizo Dirkscheneider con ‘Balls to the Wall’ dos días antes.
De hecho, ya de primeras atacaron con “My Time”, de su ‘Mourn the Southern Skies’, y después sí que sonaron temas como “Desecrator” o las mismísima “Exhorder”. Una vez más, se puso a llover, y la verdad es que fue un enorme bajón ver a la banda en aquellas condiciones, con un barro que pasaba por encima de nuestros tobillos y totalmente líquido, lo cual hacía tedioso simplemente mantener el equilibrio. No acabé de ver la actuación. Salí frustrado, triste y maldiciendo. Deseando llegar al hotel. Quedaba en mi lista Machine Head, pero, de verdad, ya no me apetecía. Aún así nos quedamos una hora y pico más.
Un día menos para la edición de 2026
Los jefes de Wacken aparecen en escena con el lanzamiento de un cohete que creo que no funcionó como debiera. Y es que la temática de este año 2025 fue entorno al espacio, y pudimos ver ovnis en el cielo, cohetes por todas partes, y hasta hubo charlas del tema con astronautas presentes. La verdad que, a mí, todas estas historias me parecen chorradas superfluas. El rock es rock.
Tina Guo, con su cello eléctrico, centró la atención musical mientras el ejército de drones iba formando figuras en el cielo con el logo de Wacken 2026, el Toro, etc. Luego se proyectó un video en el que se simulaban videollamadas de los más grandes artistas de las 35 bandas que fueron anunciadas. Def Leppard, Savatage, In Flames y Powewolf son de momento algunos de los grandes nombres que estarán en la próxima edición. Todo terminó con un castillo de fuegos artificiales. Media hora que se hizo larga, sobre todo porque estuvimos en todo momento bajo la lluvia.
Machine Head

Exhaustos, cuando Robb Flynn y los suyos saltaron al Faster llevábamos casi once horas de pie sobre el barro. Estábamos allí como si fuera por compromiso. Así es imposible disfrutar de nada. Era la tercera vez que me pasaba con Machine Head en Wacken. Es como una maldición, si están ellos en el cartel, diluvia.
Me pasó en 2005, la primera vez que fui. Aquel año no paró de llover en los tres días de festival, con mucho frío además. El chocolate caliente de un puesto del pueblo nos mantuvo vivos aquel año. En 2015, lo mismo. Barro por todas partes, desesperante. 2025, la misma pesadilla. Vienen cada diez años y parecen maldecir al festival. Sé que no es su culpa, pero dejad que expulse la frustración de alguna manera. Les ha tocado a ellos.
Saltaron con “Imperium”, continuaron con “Ten Ton Hammer” y cuando llegó “Now We Die” me dije que ya estaba bien.
Pasamos a recoger las cosas de la taquilla y nos subimos al autobús antes de que la cola se hiciera eterna. El Wacken 2025 ha sido al final el más duro de los vividos en 20 años, sin duda alguna. Ha superado con creces a 2023, donde llovió antes del festival pero acabamos quitando las botas de agua, y por supuesto a 2005, 2015 y 2016, que fueron duros, pero una broma al lado de esta edición.
Seguramente yo ya esté también mayor, pero nunca vi el terreno del festival en tan mal estado. Este año no hubo “rain or shine”, solo “rain”. Aún así, no hay nada mejor en la vida.
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3 respuestas
Pedazo de resumen hacia el pasado Sábado con las enormes actuaciones de unos históricos del Groove Metal como MACHINE HEAD a través de tan conocidos clásicos junto a los holandeses WITHIN TEMPTATION y otros históricos como WASP para cerrar a lo grande otra edición del mitico WACKEN OPEN AIR germano.
No hay crónica de King Diamond, lástima porque lo disfruté mucho, pena de puta lluvia, no parecía haber la cantidad de gente que merecía, y sí, desde casa me pareció que Within Temptation tocó con el peor tiempo.
Me gustaría preguntar si sabéis quiénes son esa gente que tanta mierda echa año tras año sobre el Wacken y los metaleros, según parece son alemanes verdes de izquierdas, y es que no entiendo el por qué de tanto odio.