Crónica de Viga: Cultura de garito
18 mayo, 2016 1:29 pm Deja tus comentariosLa urbe del Kas, Madrid
La banda madrileña Viga presentaba en directo a su nuevo vocalista, Danny Fernández, en la Urbe del Kas, y quien escribe ya iba a la sala barajando títulos de cara a esta crónica. Los había evidentes: “Siguen construyendo rock and roll”, “Un piso mas en el edificio”…, pero está claro que no hay nada como vivir la noche de la que vas a hablar para que te salga el título solo… ¡y salió!
Grandes amigos, uno de los muchos tesoros que con mimo guardan los Viga, se iban acercando a la Urbe. Estaban Pepe Mari de Bella Bestia, que nos contaba cuando “en el año la torta” había pasado noches salvajes en ese mismo lugar y sonreía con esa risa pícara que tiene; SAKE MATE, una banda emergente que miraba y remiraba la sala mientras decía: “así que aquí se hacen bolos…” – imagino que tramando poder tocar ellos ahí –; Joaquín Arellano “El Niño”, batería eterno de nuestro rock actualmente en Universa pero al que basta mirar la espalda de su chupa de cuero para saber su curriculum, que acudía feliz a un garito “como en los viejos tiempos”; o nuestro compañero de batalla Juan Destroyer, que iba a presentar el evento y con quien amenizamos la espera con esas charlas que solo en esos garitos son posibles. Esta claro que si hace un año, el saludo que se puso de moda era el “hola que ase”, en al menos un mes o dos, entre los rockeros deberíamos saludarnos con un “hola que AXL”, porque de eso fue mucho tiempo la conversación. Pero también se habló de cultura del rock, y cuando salen cosas interesantes, deben ser difundidas. La sabiduría del Destroyer nos descubre un libro que yo a su vez os transmito, “Fargo Rock City” de Chuck Klosterman. Si él lo recomienda…
Así se iba caldeando la noche, así son las noches de garito, nada que ver con los conciertos en “salas prestadas”, donde la cosa apenas tiene ya ritual. Y es tan necesario el ritual, es tan necesario que nuestros garitos recuperen su esplendor para que, a su vez lo recupere el rock; que por eso me he decantado por este titular, “Cultura de garito”, y por eso me pareció un gran acierto el de Viga dar ahí el bautismo de rock a Danny.
Despegó la noche con la siempre acertada presentación del Destroyer. Jugó con la V de Viga para describirles con palabras como Vigor o Valor, que describían al combo madrileño en su arenga hasta que consiguió calentar el delicado motor de un gran concierto de rock. Cuando el ronroneo del motor fue el ideal, saltaron los Viga a comerse la Urbe. Era una noche emotiva en la que Isaac Palón (vocalista de la banda desde 2007) entregaba el testigo a Danny. El nuevo cantante compartía una banda tributo con el batería Luis, Born Wyld (que sigue activa y que el 20 de mayo tiene un concierto benéfico de cuyo fin puedes enterarte aquí.
Cuando Isaac se incorpora a Universa se convierte en el relevo natural, sin aspavientos, sin malos rollos. Unos, los Viga, encantados por su amigo. Otro, Isaac, emocionado y en primera fila, cantándose todos los temas (le miré varias veces, se estaba cantando todos). Todo como una gran familia.
Todas las miradas estaban sobre Danny; su micro – el más clásico del rock – y su pañuelo negro le arropaban. También sus gafas de sol y, cómo no, los temas de Viga que soltaban enlazados para acabar de caldear el ambiente. Fue significativo el que abrió la noche, “Viejo bar”, como si Chechu y los suyos hubiesen adivinado que la noche, además de presentar a Danny, iba a convertirse sin querer en la reivindicación de la cultura de garito. “La voz de tu conciencia” y “Maldito héroe” relajaron las atenciones puestas en Danny para hacer que nos entregásemos, una noche más, a VIGA. Danny ya es uno más, Danny ya es un puto VIGA. Su voz es distinta a la de Isaac, pero muy válida para el combo. Puede ser un revulsivo, puede dar una nueva etapa de esplendor a los chicos. Hasta él lo percibe, pues, si bien al principio podría intuirse algún nervio, ya se había soltado la melena. Ya se había despojado de las gafas de sol y movía sus rizos y pedía más leña al público. Hasta vi un golpecito cómplice de Chechu en su pierna y un gesto de aprobación como diciendo: “lo has hecho, vamos a muerte”.
Chechu comanda a los suyos sin olvidar detalle. Me mola cuando, al ver que el espacio del escenario es reducido (cultura de garito, hermanas y hermanos), se aparta y pide a Mariano, el eterno bajista compañero de mil batallas, que adelante su posición y ocupe la vanguardia que la batalla la están ganado entre todos. Sí señor.
Viga es eso, eso y rock, ROCK con mayúsculas, qué hostias. “Salvaje” lo demuestra. Temazo que Luis, desde la retaguardia a la que la batería le tenía sujeto. No dejó de aportar dinamita. Éste si que sabe de cultura de garito. En cuántos conciertos de éstos, incluso en este mismo garito, La Urbe, he compartido noche con él. Momento hasta para que mis recientes recuerdos me hagan sonreír. Había estado charlando con Josete, el otro de los hachas de VIGA, antes del bolo. Hablábamos de todo un poco y de cómo a veces nos sacan unas fotos que no nos molan en los conciertos. En sus propias palabras, coño, que cuando el Leyendas (ahí tocaron en 2013) me sacaron una que parecía que estaba giñando. Josete, no te quité ojo. Te entregas, lo vives, tocas de lujo, por cierto, y, en esa entrega, apretaste el gesto mas del 70 % del tiempo. Sonreía para mis adentros pensando: o anda fino el Destroyer con la cámara (compañero de faena, tiene tiempo para buscar la foto después de presentar, ¡grande!) o tenemos otra “giñafoto” del Josete.
La noche estaba siendo como, creo, la habían soñado: buen sonido, buenos temas, buenos amigos entre el público y buen debut del Danny. Faltaba la guinda y después del tema que Danny nos confiesa es su favorito, “Corruptor de almas”, llamaron a Isaac que, emocionado y feliz, sube con los suyos – siempre será un Viga – para hacer “Rey sol”.
Tiempo de darlo todo y de que los chicos me concedan el honor de invitarme para hacer “Los rockeros van al infierno” (Barón Rojo), cosa que hice encantado y agradecido. Gracias por dejarme ser parte de esta noche tan especial y tan vuestra. Danny ya no me dejaba bajar. Volvió a llamar a Isaac y convertimos a todo el público en los coristas de VIGA. “Llama a los Viga” cerró la noche en una comunión perfecta de banda, público y garito, en una comunión perfecta de rock.
No había prisa por dejar La Urbe, estábamos en uno de nuestros garitos. Danny puso la guinda a una noche como esta, por supuesto, con unos chupitos con los chicos de la barra; no puede ser de otra forma. Como tampoco puede de ser de otra forma el brindis que precede a ese trago rápido con el que un chupito debe ser liquidado: “¡Por los putos Viga!”
Concierto de diez para presentar “al nuevo”, ambiente de diez para recibirle. Charlas en los rincones de la Urbe mientras los chicos iban de vez en cuando al cuartito de la zanahoria a hacer más sitio a otra birra y las chicas, al del conejo. Como en los viejos tiempos. Como será en los nuevos. Hemos de recuperar la cultura de garito, dar esplendor a la cultura del rock. Nos perdimos. El VKAOS, el Jimmy, el Cathouse… más garitos recibirán a “los chicos del rock” en esta noche mágica en la que Viga abrió la puerta del pasado para conectarnos al futuro.
No me lo puedo quitar de la cabeza, la canción sigue machacona en mi cerebro, “Llama a los Viga, los putos Viga, vas a flipar…” ¡QUE GRANDE ES EL ROCK CUANDO SE VIVE!
Óscar Lujuria
¡Por el puto rock and roll!
Fotos: Juan Destroyer
@juandestroyermr
www.facebook.com/juandestroyeroficial
Set-list:
Viejo Bar/ La voz de tu conciencia/ Maldito héroe/ Amaneció gris/ Al fin juntos/ En busca de mis sueños/ El hijo prófugo/ Salvaje/ Algo me empuja/ Corruptor de almas/ Rey sol/ Los rockeros van al infierno/ Llama a los Viga
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