Crónica de The Dillinger Escape Plan: Sentimientos encontrados

13 febrero, 2017 7:27 pm Publicado por Redacción – 1 Comentario

Sala 013, Tilburgo (Holanda).

Llegué a los Países Bajos con sentimientos encontrados. Por un lado, me alegré de ir al concierto de una de las grandes bandas del metal progresivo, pero por otro me di cuenta de que sería una de las últimas oportunidades que tendría de verlos en directo, ya que los estadounidenses están poniendo punto final a sus veinte años de historia.

Una hora antes de que abrieran las puertas ya estaba en la puerta de la sala 013, en la ciudad holandesa de Tilburgo. Para mi gran sorpresa, soy el primero en llegar a la sala cuando por lo general suele haber algunas personas y sobre todo cuando las entradas llevan agotadas desde hace un tiempo. En esos momentos temí que hubiese una cancelación.

Después de haber consultado la página web del lugar me di cuenta de que Bong-Ra iban a ser teloneros en los dos espectáculos de los Países Bajos y en Hamburgo (Alemania). Sin embargo, hasta esa noche no había escuchado mencionar nada de unos invitados, aunque había rumores de que Shining iba a telonear durante la gira europea. Por desgracia, quedaron en rumores.

De Bong-Ra nunca había oído hablar. Después de una pequeña búsqueda veo que es un DJ que ha estado activo durante diez años dentro del raggacore, una mezcla de diferentes géneros hiperactivos. Una opción algo para para calentar a la audiencia para The Dillinger Escape Plan, puesto que no es exactamente una banda que se asocie a un set de DJ. Pero me sirvió para comprender por qué había tan pocas personas presentes en la puerta.

Dan las siete cuando proceden a la apertura y 15 somos los que ya estamos listos para entrar. La sala está lejos de estar llena cuando Bong-Ra comienza a las ocho, provisto de un MacBook Pro en su mesa y dos calaveras de metal en las que se disponen los controles. El DJ holandés con rastas tiene en su poder el talento de mezclar todo tipo de música. Lanza su set con hardstyle, con un fuerte sonido de bombo e intensas líneas de bajo. En silencio, espero que caiga algo más metalero o al menos rockero en sus mezclas, pero por desgracia sigue siendo música electrónica muy industrial llena de samples a velocidad muy alta durante una hora completa. Aquí y allá veo a mi alrededor a algunos mover el cuerpo o la cabeza pero por lo demás la gente está ocupada con sus móviles.

A las 21:30 llegó el momento de The Dillinger Escape Plan. Desde el primer segundo se lanzaron con un set muy enérgico en el concierto de despedida en los Países Bajos. El primer tema que nos presentaron fue “Limerent Death”, canción y sencillo de su último disco 'Dissociation'. No tardó en formarse un círculo con pogo en el medio de la sala. Durante la hora y media que sigue gran parte de la audiencia no paró de hacer crowdsurfing y de tirarse del escenario al público. Los miembros de la banda tampoco se quedaron quietos ni un momento.

El fundador de la banda, Ben Weinman, primer guitarra y autor intelectual de la mayoría de los temas, se atrevió con saltos desde una caja a un amplificador, a tirarse por el suelo para seguir tocando allí, a voltear su guitarra alrededor de su cuerpo o a lanzarse al público con el instrumento alrededor del cuello. Hacia el final del set, el mismo nos ofreció un solo de guitarra desde encima del bombo de Billy Rymer mientras este último continuaba tocando.

La energía irradiada por la banda no tiene límites y es algo que se transfiere a los espectadores. Móviles y monedas perdidos, gafas rotad... Hay de todo en el escenario. En algunos momentos Greg Puciato trató de hacer cantar al público con un resultado positivo y animó a más personas a lanzarse del escenario. A pesar de toda esta fuerza que consume la banda siguen tocando divinamente, a excepción de los pequeños problemas técnicos que tuvo el bajista, Liam Wilson. Estos fueron corregidos y el setlist pudo continuar a la velocidad del AVE. Tras un conjunto de quince canciones el conjunto salió del escenario.

Mientras que la primera parte fue muy rápida, la segunda fue un pelín más lenta con algunos temas que más dejan ver las melodías, como "Happiness Is A Smile", corte que tocaron por primera vez esa noche en vivo durante la gira europea. Pero tocar con el piloto automático, no hay duda, no es cosa para The Dillinger Escape Plan. ¿Y del último adiós? ¡Ni una palabra!

La ronda de bises arranca con “Mouth of Ghosts” con Ben Weinman en los teclados, una canción que comienza tranquila para crecer a un clímax épico. El público sigue saltando, surfeando encima de la marea de gente y no puede parar. Durante la última canción, “43 % Burnt”, Greg Puciato arrastró a casi todos los monitores delante del escenario para permitir a quien lo quisiera subir al escenario.

Así el concierto termina con un escenario lleno de gente, todos satisfechos y felices, aunque me quedó cierto sentimiento amargo. ¿Por qué no seguir adelante con la energía que todavía poseen y el poder que aún conservan de componer excelentes temas?

Durante el verano que viene habrá alguna oportunidad de ver esta maravillosa banda en varios festivales para más tarde poner el punto final a su historia. Todavía no ha acabado y ya espero una reunión dentro de un par de años, aunque me temo que esto no llegará. y luego pondrán el punto final.

Texto: Hughes Vanhoucke
Fotos: Yngwie Vanhoucke

La formación iba a pasar por Barcelona y Madrid los próximos 25 y 26 de febrero, pero por desgracia un accidente de autobús les ha obligado a cancelar el resto de la gira europea en la que estaban inmersos. Puedes ampliar la noticia haciendo clic sobre estas palabras.