Crónica de Sôber + Belo Susodicho + Kaxta (Presentación Shikillo Festival): Gran aperitivo

13 junio, 2016 1:44 pm Publicado por Redacción – Deja tus comentarios

Sala Penélope, Madrid

Los días 4, 5 y 6 de agosto se celebrará en la preciosa localidad de Candeleda (Avila), en pleno Valle del Tiétar y en el sur de la Sierra de Gredos, una nueva edición del Shikillo Festival. Este fin de semana tuvimos la presentación en Madrid, con las actuaciones en semiacústico de Kaxta, Belo y los Susodichos y Sôber. Un gran ambiente en la sala, con mucha gente joven con ganas de pasarlo bien.

Los pacenses Kaxta, con sus miembros sentados en unas banquetas, iniciaron su set con "Sabio el pastor", de su primer disco 'No soy un bicho raro', entrelazándola con "Y que dirán las flores", de su siguiente 'Arremeto'. Deudores, además de paisanos extremeños, de la escuela Extremoduro y Sínkope, Kaxta caminan por su décimo aniversario con muchas cosas que contar a través de la voz de Isidoro Gil "El Isi" y de sus tres álbumes en el mercado. Alternaron cortes de su último trabajo 'Centro de intoxicación' como "Entre cuatro paredes", con otros anteriores como "Princesa" o "Los pájaros de mi cabeza", para cerrar con "Explosión" y "Corazón". Poco más de media hora, con una actuación más intimista de lo habitual, pero que dejó muy buen sabor de boca.

Kaxta

Turno después para el asturiano Belo, esta vez sin los Susodichos, aunque acompañado a la guitarra acústica por Juan Diego. Su actuación se basó en su último trabajo 'Pan y circo', empezando con el que fue su single de adelanto "Al otro lado del infierno", siguiendo con el magnífico tema que le da título y presentándonos uno nuevo titulado "Despierta".

"Mariposas de papel", que ya habíamos visto en acústico como adelanto del crowdfunding de 'Pan y circo', nos volvió a mostrar el talento que Belo tiene como letrista, que le llevó a ganar el premio AMAS de la música asturiana al mejor letrista en 2012, consiguiendo plasmar un caudal de sentimientos y emociones. Una excelente "Golfo y Manuel", dedicada a las personas que duermen en la calle, vino a continuación, para llegar a su autorretrato sonoro con "Breve descripción de mi". La conclusión llegó con "Volveré". No se pueden contar más cosas mejor y en menos tiempo.

Belo

En plena fase de grabación de su nuevo álbum, y entre festival y festival, los madrileños Sôber cerraron esta previa del Shikillo Festival con una actuación en electroacústico, directa, sin concesiones, y tirando de grandes éxitos.

Con "Sombras" del disco 'De aquí a la eternidad' dieron el pistoletazo de salida, pasando por su etapa pretérita con dos magníficas perlas como "Eternidad" y "Paradysso"; la vuelta a la actualidad llegó con otro gran corte como es "Blancanieve".

Se notó en la sala la presencia de miembros de su club de fans, convirtiendo la sala por momentos en un gran karaoke; y es que Sôber en sus más de veinte años de historia con esa pequeña desconexión de un lustro, ha sabido enganchar a nuevos seguidores con cada disco y cada concierto.

Sôber

Con un temazo como "10 años" pudimos constatar que, aunque no suenan nada mal en acústico (como pudimos apreciar también en el fan day de la desaparecida We Rock), la fuerza que le imprimen esas guitarras eléctricas se echan en falta para la transmisión de sensaciones. Quizás el sonido del bajo de Carlos sea el que menos se aleje de sus conciertos enchufados.

Tiempo después para "La prisión del placer", el emblemático "Arrepentido" de aquel 'Paradÿsso' y un intimista "Náufrago", que en formato acústico se mueve en un escenario más natural. La parte final fue con canciones que tienen mucho tirón entre sus seguidores como "La nube", la magnífica "El hombre de hielo", la desgarradora "Tic Tac", y la efectiva y resolutiva "Loco", que siempre es ideal para cerrar sus actuaciones.

La noche de Penélope fue un gran aperitivo de algunas de las diversas propuestas que podremos encontrarnos en un evento multicultural como el Shikillo Festival, que se desarrolla en un entorno privilegiado y que va consolidándose con el paso del tiempo.

Texto: José Luis Martín.
Fotos: Alejandro García