Crónicas
Scorpions + Phil Campbell & The Bastard Sons: Reviviendo la historia con una clara mirada al futuro
«Esta noche, Scorpions demostraron en su concierto de Madrid que siguen siendo plenamente capaces de defender un repertorio exigente, hora y media de show, con energía, solvencia y arrancando de quienes llenamos el recinto momentos de una emoción incontenible»
16 julio 2024
WiZink Center, Madrid
Texto: Mariano Muniesa. Fotos: Alfonso Dávila
Noche emotiva, intensa y en la que los de Hannover brillaron con luz propia en un concierto en el que, como sucedía hace algunas semanas con Judas Priest, sin lugar a dudas, el recuerdo de las impresionantes descargas de sus mejores años de los 80 y 90 estaba ahí. Aquellos Scorpions no van a volver, pero hay que decir con toda objetividad y sinceridad que para la edad que tienen, y muy especialmente tras la intervención quirúrgica a la que tuvo que someterse Klaus Meine a comienzos de año y que obligó a la banda a cancelar su actuación en el festival Vive Latino de México, están en un excelente estado de forma. Esta noche demostraron en su concierto de Madrid que siguen siendo plenamente capaces de defender un repertorio exigente, hora y media de show, con energía, solvencia y arrancando de quienes llenamos el recinto momentos de una emoción incontenible.
Previamente al concierto de los Scorps, abrieron la jornada Phil Campbell & The Bastard Sons con un show en el que para el público madrileño presentaban a su nuevo cantante, Joel Peters, y su último trabajo de estudio, ‘Kings Of The Asylum’, de 2023. No sé a ciencia cierta si a ellos les sucedió lo mismo en el escenario, pero desde donde estaba -parte derecha del escenario- yo escuché los dos primeros temas con poca fuerza, poco volumen, y me daba la impresión de la banda trataba como podía que aquello sonase mejor.
No fue hasta el tercer tema cuando el sonido sí adquirió una dimensión y un empaque acorde con cómo debe sonar una banda de esa potencia en un escenario de tales características. Coincidió con uno de los momentos clave del show, su versión de “Born To Raise Hell” de Motörhead, que alargaron en varios minutos bromeando y vacilando con el público. A partir de ahí, Phil Campbell & The Bastard Sons sí que sonaron con la contundencia que cabía esperar de ellos, y junto a temas como “Hammer & Dance” y “Maniac”, cerraron a lo grande con una versión demoledora de otro clásico de Motörhead, “Ace Of Spades”.
La puesta en escena de Scorpions en recintos en los que pueden desplegar todo su espectáculo está muy bien estudiada y es muy impactante. Desde que se apagan las luces del Wizink Center, las imágenes y la cálida pero tensa y electrizante parte inicial de “Coming Home”, durante la cual Klaus Meine sube lentamente al escenario cantando las primeras estrofas, desemboca en un fabuloso estruendo de ovaciones y aplausos cuando Mickey Dee empieza a golpear su batería, toda la banda entra arrasando, el escenario brilla y el tema entra en su parte más dura. ¡Buen comienzo!
Ya desde este primer tema las sensaciones son buenas. Klaus Meine no recorre el escenario de una punta a otra como antaño, pero mantiene el carisma y la presencia de todo un líder, y en cuanto a su potencia de voz, espléndida. “Gas In TheTank”, el fenomenal trallazo que abre su última entrega de estudio, ‘Rock Believer’, no le va a la zaga y suena con toda la banda entregada a tope, dándolo todo y poniéndose a sí mismos alto el listón.
Se dirige Klaus a la banda después de que por la pantalla led situada en la parte de atrás del escenario apareciera ondeando una bandera del estado español y nos da la enhorabuena por el triunfo de nuestra selección en la Eurocopa de selecciones de fútbol masculino. El ambiente no puede ser mejor y va a continuar con tres clásicos de los que no pueden faltar en ninguna de sus descargas: “Make It Real”, “The Zoo” y “Coast To Coast”, momento para Rudolf Schenker, que recorre la amplia pasarela que sale desde el centro del escenario hasta la mitad de la pista y se luce en plan “guitar-hero”.
A continuación, y a pesar de que no tocan juntos ni en orden todos los temas del álbum cuyo 40º aniversario se celebra y conmemora en esta gira, ‘Love At First Sting’, dedican ahora un amplio bloque del concierto a esas históricas canciones. “I'm Leaving You” y “Crossfire” son una muy buena introducción para un “Bad Boys Running Wild” que, como era de esperar, pone la temperatura del WiZink Center más calurosa si cabe que la asfixiante atmósfera que se respiraba por la tarde en Madrid rozando los 40 grados.
“Send Me An Angel” y “Wind of Change” marcan el momento de bajada del pie del acelerador, dos baladas muy agradecidas también por un público en el que, creo que merece la pena comentarlo, si bien había mayoría de gente de mi generación, viejos rockeros de los 80, había mucha, muchísima gente de apenas 20 años cumplidos y que no iban precisamente acompañando a sus padres. Un grupo de casi adolescentes vieron el concierto a mi lado y, muy cerca, una chica muy joven, de rasgos orientales y con la cabeza cubierta con el pañuelo como es preceptivo en las mujeres musulmanas… bailaba como una loca. El rock, el heavy metal, la música, la cultura, cada día estoy más convencido, son un arma fundamental en derribar prejuicios, unir pueblos y combatir el odio.
El ritmo del concierto vuelve a acelerarse y entramos ya en la recta final del show. Entre las más potentes, “Tease Me, Please Me”, “The Same Thrill”, “Blackout” y “Big City Nights”, sin obviar tampoco un brutal solo de batería de Mickey Dee, muy del estilo del que grabó en su día Herman Rarebell en el directo de 1978 ‘Tokyo Tapes’, nos llevan al final antes de la habitual pausa para volver a los bises, que, como no podía ser de otra forma, son “Still Loving You” y “Rock You Like a Hurricane”.
La última vez que vi a Scorpions, en el festival Rock The Coast de 2019, debo decir que estuvo lejos de ser de las mejores que he vivido con ellos, y no guardo un muy buen recuerdo de ella, con unos Scorpions poco motivados, en una actuación en la que no echaron toda la carne en el asador y que por momentos adolecieron de la falta de garra habitual en ellos. Hoy mi impresión es radicalmente diferente: una banda llena de fuerza, que defiende su histórico pasado con una dignidad encomiable, profesional y capaz de ofrecer un espectáculo sensacional. Madrid fue testigo de ello.
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3 comentarios
Extenso resumen hacia el gran concierto que se curraron los históricos SCORPIONS a través de estos clásicos junto con algunos temas de su última placa de estudio junto a PHIL CAMPBELL AND THE BASTARD SONS en el histórico Palacio De Los Deportes de la rockera y bella Madrid.
Menuda crónica .... Ayer en Madrid la temperatura no superó en ningún momento los ,30 grados.
Se dice España . Estado español ... Se puede ser más cursi.
Lo de la mujer asiática con el pañuelo me parece cojonudo. Seguro que no era ni palestina , ni iraní, ni paquistaní... Igual lo llevaba por qué le salía de las tetas , pero ahí estás tú para soltar tu basura podemita.
Muy buena crónica,yo también opino lo mismo, esperemos que vuelvan al estudio después de esta gira y quien sabe si de nuevo saldrán a la carretera.
Up the Scorpions Forever!!