Crónicas

Scorpions + Dirty Honey en Pamplona: Energía, nostalgia y un viaje de 60 años

«No es cuestión de decir que a por otros 60 años, pero sí que el escorpión aguante todo lo que pueda, que la gente lo seguirá disfrutando con ganas mientras decida seguir caminando»

15 julio 2025

Navarra Arena, Pamplona

Texto: Diego M. Roig. Fotos: Iñigo Malvido

Pamplona todavía olía a fiesta. Hacía apenas unas horas que habían terminado oficialmente los sanfermines, pero para la comunidad rockera todavía quedaba una gran cita: la visita de Scorpions al Navarra Arena. Después de 28 años, los alemanes volvían a Iruña para celebrar seis décadas sobre los escenarios, que se dice pronto.

Scorpions

Resultaba chocante ver a la gente a las afueras del recinto, ya que en apenas unas horas, la indumentaria blanca que inundó durante más de una semana las calles festivas de Pamplona, había cambiado por el negro de las camisetas con el dibujo y las míticas letras del escorpión. Se podía ver gente de todas las edades dispuesta a pasar una velada de rock.

A las 19:00 se abrieron puertas, y a las 20:15, sin más preámbulos, los californianos Dirty Honey, abrieron la noche. La mezcla de rock clásico y sonido y energía contemporánea fue el entrante perfecto para lo que se avecinaba. Con una entrada ya muy digna, se ganaron al público con temas como "When I´m Gone", "Won´t Take Me Alive" o "California Dreamin”.

En apenas media hora dejaron claro por qué fueron la primera banda independiente en alcanzar un número 1 en la lista Mainstream Rock Songs de Billboard.

Dirty Honey

Un poco antes de las 21:30, y tras un emocionante vídeo que repasaba la trayectoria de Scorpions, aparecieron Rudolf Schenker, Matthias Jabs, Pawel Maciwoda y Mikkey Dee junto a Klaus Meine, que arrancaron con “Coming Home”. Se nota el estado de salud frágil de Klaus Meine, cuya movilidad a sus 77 años no es la misma que la de hace apenas diez años, pero es lo normal a esa edad. En todo caso, defendió de forma digna, y cumplió expectativas. Y si en algún tema su voz no llegaba de forma correcta, ahí estaban los técnicos y la banda detrás, que ejercieron de colchón y apoyo, con una contundencia sonora excepcional.

Scorpions

Como dato curioso, decir que en “Make It Real” apareció en las pantallas una enorme bandera rojigualda que fue recibida con no demasiado entusiasmo y bastantes abucheos por parte del respetable público. Uno de los momentos más interesantes de este comienzo fue la interpretación de “Top Of The Bill”, “Steamrock Fever”, “Speedy´s Coming” y “Catch Your Train”, temas de los años 70, en forma de medley. Tras él, “Bad Boys Running Wild”. Esta sí, fue recibida con cierto frenesí por un recinto lleno hasta la bandera.

La noche comenzó a adquirir por momentos tal grado de tensión y de emoción que explotó con las acústicas preparadas para acometer “Send Me An Angel”. Comenzaba uno de los momentos más lindos de la noche con esa delicadeza que Scorpions siempre ha tenido hacia las baladas.

Scorpions

Sin embargo, las 12.000 almas del Navarra Arena se emocionaron cuando sonó el mítico silbido de “Wind Of Change”. Fue un canto colectivo, todavía de esperanza, para pensar en un mundo mejor. Parecía una cápsula emocional que nos transportó a las miles de personas que ahí nos congregábamos a un tiempo en el que la música realmente parecía tener la capacidad de cambiar el mundo.

Sonaron “Loving You Sunday Morning”, “I'm Leaving You” o “New Vision” antes de que Mikkey Dee hiciera un solo épico y memorable, de lo más comentado de la noche, que además fue acompañado de un juego de ruleta sobre la pantalla central que recordó a sus Motörhead. Fue uno de los momentos cumbres del concierto. Técnica y potencia a partes iguales. Impresionante.

Scorpions

Tras el solo, “Tease Me Please Me” y “Big City Nights”, otro momento de regreso al pasado, a esos años 80 que marcaron este sonido tan característico y que tantos himnos dio a la historia del rock y de la música. He de decir que quizás en 2025 ya no sea necesario mostrar esos cuerpos cosificados de mujer objeto que tanto llenaron portadas y videoclips en aquellos años, cosa que hoy, en pos de la igualdad, ya hemos superado… o eso parece.

“Still Loving You” parecía poner el broche final a un repaso a 60 años de la historia del rock. Sin embargo, todos sabíamos que el final, a pesar de la belleza de la canción, no podía ser este. Se despidieron. Sin embargo, Mikkey Dee, con su buen humor, se esforzó por incitar al público a que pidiera alguna más. Y así fue… “Beste bat, beste bat…”, “una más, una más…”. A partir de este momento, un escorpión gigante iba a salir al escenario desde la parte de atrás en un juego espectacular de tramoya y luces.

Scorpions

“Blackout” y la archiconocida “Rock You Like a Hurricane” pusieron el broche final para una despedida triunfal.

Ahora sí, se marcharon, aunque parecía que Klaus Meine, no quisiera dejar el escenario, siendo el último en salir y despidiéndose dando las gracias al público de Pamplona por haber dado una respuesta tan bestial.

No es cuestión de decir que a por otros 60 años, pero sí que el escorpión aguante todo lo que pueda, que la gente lo seguirá disfrutando con ganas mientras decida seguir caminando.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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