Crónica de Rock En Seine 2016: Iggy Pop, Sum 41, Bring Me The Horizon, L7, Clutch...

8 septiembre, 2016 10:08 am Publicado por  1 Comentario

Domaine National de St. Cloud, París

Acabar el verano yendo a París en coche y disfrutar de 3 días de música junto al Sena ha sido una experiencia inolvidable. El destino marca las directrices de tu camino; está en nuestras manos seguirlas o hacer oídos sordos a sus reclamos.


Buscando información y rebuscando entre mails he encontrado mis intentos de 2006 y 2009 para asistir al festival francés, pero 2016 se ha convertido casi sin quererlo en el año.

Si en 2009 estallaron por todo el mundo porque allí Oasis se separó definitivamente en 2016 se han consagrado como un referente por la ciudad donde se hace (París), por el emplazamiento (Domaine National de St. Cloud), por los grupos que tocan y por las temperaturas registradas. El último festival del verano nos permitió rescatar joyas de nuestro propio baúl de los recuerdos y nos hizo saborear las mieles de un evento musical bien realizado. Volveremos.

Viernes 26 de agosto

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Clutch. Foto: Olivier Hoffschir

Llegamos el viernes desde Limoges con mi coche particular y nos recibió la Tour Eiffel y un calor bochornoso que nos acompañaría todo el fin de semana. Mi primera apuesta fue Slaves en el escenario 4 (Scène Pression Live). Un duo punk de Kent con tan solo 4 años de existencia. El próximo 30 de septiembre sale su segundo disco de estudio ‘Take Control’ y su set, de apenas 50 minutos, calentó el ambiente de la primera jornada. Laurie Vincent se encarga de las cuerdas (6 o 4) e Isaac Holman es el Hulk del combo. Su batería y chillidos no dejan a nadie indiferente. Destacaron ‘Spit It Out’ y ‘Cheer Up London’. Tras ellos fuimos a catar al número 3 (Scène de L’Industrie) a los controvertidos The Brian Jonestown Massacre que casualmente esta semana visitan nuestro país. El combo mantiene un espíritu vintage remarcable pero quizás la actitud de Anton Newcombe, su líder, en ciertas ocasiones resta potencial a su propuesta.

Llenaron el escenario pero antes de acabar su escasa hora de set nos decidimos a probar suerte con Bastille en el escenario 1, el principal (Grande Scene). Los autores de "Pompeii", un tema escuchado en Spotify la friolera de 383 millones de veces, encandilaron a los franceses con su desfachatez y comercialidad. Dan Smith hizo disfrutar al personal con el partido casi ganado. Los londinenses nos sirvieron de despedida del escenario principal y de camino al 4 nos cruzamos con los dos últimos cortes de Damian ‘Jr Gong’ Marley que acabó su show en el escenario 3 (Scène de la Cascade) con dos piezas de su padre. El público coreó y nosotros nos dirigimos al multiinstrumentista Jack Garratt. Nos dejó pasmado. Salió solo a escena con batería, teclados y voz. El silencio del público se mezclaba con su propuesta polisónica. Temas como "Far Cry" hicieron gala de su potencial. Merece tocar en nuestro país.

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Royal Republic. Foto: Olivier Hoffschir

De camino a Two Door Cinema Club quisimos ver las lindezas de Clutch que ya han confirmado su gira española para diciembre. El escenario 3 se les quedó pequeño tanto por sus riffs como los decibelios que salían de sus amplificadores. Tras ponerme los tapones pude sobrevivir a esa máquina apisonadora llegada de Germantown, Maryland. Corrimos para ver los minutos finales de TDCC y tuvimos la suerte de disfrutar de un espectáculo sonoro digno de las grandes ocasiones de festivales como Sónar o FIB. Pop bailable de factura perfecta. Con "What You Know" nadie se quedó quieto. Miles de personas bailando sin parar y cierre digno de los mejores festivales de UK. Para seguir con el calentón y las altas pulsaciones recorrimos el festival de punta a punta para disfrutar de la propuesta de los suecos Royal Republic en el escenario 4. Los de Malmö beben de las lindezas de The Hives y su rock desenfadado nos devolvió recuerdos de grandes noches con Danko Jones o bandas similares. Escuchad "Tommy-Gun".

Un concierto non stop que nos puso a punto para los cabezas de cartel de la primera jornada. El mundo se paró y todos los asistentes ocuparon posiciones para disfrutar con The Last Shadow Puppets, Miles Kane y Alex Turner de Arctic Monkeys, la versión para todos los públicos de los twins malos que han surgido en la historia musical. Es muy complicado perder un partido cuando juegas con ventaja, gente llegada de toda Europa para verlos en vivo. Cada canción se convertía en ovación. Cada frase cantada por Turner era un griterío femenino constante. Pero nadie puede criticar un acierto como ‘The Age Of Understatement’. Debes rendirte cuando se sacan de la manga una versión de "Le Cactus" de Jacques Dutronc y acabas tu show con "Moonage Daydream" del desaparecido David Bowie. En el Primavera Sound me parecieron aburridos y descarados; ahora me gustaron para cerrar la primera noche.

Sábado 27 de agosto

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Bring Me The Horizon. Foto: Christophe Crénel

Las altas temperaturas nos dejaron deshidratados todo el fin de semana y, en ese sentido, el Rock En Seine le ganó la partida a los ingleses Reading y Leeds. Fue muy atrevido empezar la jornada a las 15:30h con Beach Slang en el escenario 1 (los números responden a importancia y envergadura de escenario), pero valió la pena. Afortunadamente mis plegarias se han hecho realidad y en noviembre los tenemos en España. Para fans de The Gaslight Anthem. Se comieron el escenario más grande. Seguidamente nos escapamos a la zona VIP para entrevistar a Donita Sparks. Tras la experiencia de charlar con la líder de L7, regresamos al principal para reconciliarnos con Wolfmother. Los años han pasado para los australianos liderados por Andrew Stockdale. Ha llovido mucho desde aquel perfecto debut homónimo. La esencia ha quedado, pero quizás el carisma que les hizo telonear a Pearl Jam se ha perdido por el camino. La actuación y sobretodo los hits reforzaron la teoría del "Quién tuvo, retuvo". El sábado fue el de más afluencia y eso se notaba en las actuaciones principales. El triunvirato del día lo remataron Bring Me The Horizon. Una auténtica locura. Público entregado y fans hasta la médula. Gran set pese a la baja de su teclista habitual, Jordan Fish. Tras el choque emocional y sónico, descansamos lo justo para retomar nuestras posiciones en el tercer escenario y contemplar la propuesta de las recuperadas L7. Las iniciadoras del movimiento riot. Real deal. Esperamos que en breve alguien las traiga a España. Yo de momento he hecho lo propio en la plataforma Cooncert.

Antes de asustarnos con la expectación creada por los islandeses Sigur Rós (los he visto 3 veces en esta gira: Primavera Sound, Dublín y Rock En Seine) tuvimos tiempo de disfrutar del hit atemporal de Edward Sharpe & The Magnetic Zeros. Terminamos en el Pression Live (número 4 y uno de los mejores escenarios) disfrutando de The Temper Trap. Ver a los australianos fue un auténtico lujo. Escuchad "Sweet Disposition". Son un portento de los que habitualmente no pisan nuestros escenarios. Un lujo que nos vino genial para acabar la velada con la maestría contrastada de Massive Attack en el Grande Scene. El setlist y el espectáculo escenográfico no difirió mucho del presentado en el Sónar de 2014, pero la sorpresa fue recuperar a Tricky para "Take It There" y desestimar la interpretación de "Teardrop". Terminaron con "Unfinished Sympathy". Una noche memorable. Ahora la banda está en boca de todos porque se teoriza con el hecho que su líder Robert Del Naja podría ser en realidad el artista Banksy.

Domingo 28 de agosto

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Sum 41. Foto: Olivier Hoffschir

El domingo nos tocaba acercarnos a la catedral parisina. No fuimos a misa pero poder ver de nuevo a Sum 41 y escuchar a Iggy Pop tocar nuestro hit personal eran suficiente motivación y casi una experiencia religiosa. El cansancio ya se notaba y el calor no disminuya pero las ganas y de Pop y el morbo de experimentar el regreso de Deryck Whibley un factor determinante. Llegamos a las 17h para Sum 41 que en breve sacan disco nuevo (‘13 voices’ con Hopeless Records para octubre) y en exclusiva tocaron su segundo single "Fake My Own Death". Era el regreso oficial del guitarrista Dave Baksh desde que dejará el combo en 2006. También presentaban nuevo escenario y batería. Ahora las baquetas las lleva Frank Zummo tras la marcha de Steve Jocz. Echaron mano de su mejor catálogo e hicieron versiones de Queen, Green Day y The White Stripes. Me recordaron a las últimas giras de Green Day donde empezaban a introducir intervalos de jueguecitos inútiles en detrimento de su quehacer más punk. Fue curioso verlos de nuevo y en plena forma. Seguidamente inauguramos el quinto escenario, diminuto pero acogedor. El Scène Île-de-France nos brindó una de las actuaciones más concurridas y locas del festival. Apunten este nombre. Pogo Car Crash Control. Parisinos pre-púberes con ganas de destrucción masiva. Energía, nervio y savoir faire. EL calentamiento perfecto para afrontar la maestría del superviviente por excelencia Iggy Pop.

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Iggy Pop. Foto: Olivier Hoffschir

Un concierto de la Iguana que empieza con "I Wanna Be Your Dog", "The Passenger" y "Lust For Life" es imposible que acabe mal y menos que tenga momentos bajos. El listado de canciones quita el hipo aunque la leyenda empieza a mostrar signos de cierto reposo. Sonaron The Stooges hasta tres veces ("1969", "Search And Destroy" y "Down On The Street"). Incluso rescató "Skull Ring" de su disco de colaboraciones y la reciente "Gardenia" del disco que ha hecho junto a Josh Homme, ‘Post Pop Depression’.

Quedamos estupefactos y no reaccionamos hasta que salieron a escena Foals que venían de triunfar en el binomio Reading/Leeds. 90 minutos con el público metido en el bolsillo. Final de una etapa y agradecimiento por tenerlos allí. Comunión masiva y buen rock de factura venida de Oxford. La perfección sus hits (sonaron "My Number" y "Spanish Sahara") y los sólidos cuatro discos que han publicado han convertido a Yannis Philippakis y los suyos en una apuesta segura. Yo sigo prefiriéndolos en conciertos de sala con capacidad reducida.

De camino al hotel, reflexionamos sobre la actuación cancelada de Oasis en 2009 que puso el festival en el mapa mundial. Las míticas actuaciones de System Of A Down o Faith No More de pasadas ediciones y, entonces, me di cuenta que finalmente no pudieron tocar ni Sharon Jones ni The Shins. Pese a las eventualidades, su acercamiento a la perfección con 110.000 asistentes conseguidos merece sacarse el sombrero. Después de 13 ediciones no necesitan demostrar nada. Repetiremos.

Texto: Pau Peñalver

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