Crónica de Pain Of Salvation: El dolor llegó a su fin

17 abril, 2017 10:24 am Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Bikini, Barcelona.

Pocas formaciones atestiguan un sonido tan propio como Pain Of Salvation, la creación de un genio un tanto incomprendido como es Daniel Gildenlöw. Después de rebajar un tanto sus pretensiones metálicas con sus dos anteriores lanzamientos, unos ‘Road Salt’ que exploraban una faceta más suave y pomposa de la banda, han venido este año con uno de sus mejores lanzamientos discográficos hasta la fecha, ‘In The Passing Light Of Day’, que repasa crudamente los momentos que el propio Daniel vivió en la cama de un hospital al ser ingresado por una infección en su piel que le tuvo en medicación más de medio año.

Pain-Of-Salvation-Barcelona-directo-en-vivo-17-Bikini¿Cómo? A partir de melodías mucho más duras que, obviamente, también casan con los momentos más puros de melodía tan característicos de la formación.

Con el que es probablemente uno de los discos del año bajo el brazo, se presentaban esta vez en la Bikini de Barcelona, esa sala donde precisamente tuvieron que cancelar su show 17 años atrás por la rotura de algunos de los dedos de Daniel durante su gira con Arena. No nos engañemos, su última visita a la Ciudad Condal, tres años atrás en el marco del Be Prog! My Friend de 2014, fue poco menos que decepcionante, con un sonido que no llegó nunca a estar a la altura, un sinfín de problemas técnicos a sus espaldas y, muy probablemente, un Daniel que aún no estaba del todo recuperado de la antes mencionada enfermedad. Así pues, esta era la ocasión perfecta para redimirnos del sabor amargo de ese concierto para poder ver, de nuevo, a Pain Of Salvation en plenitud de condiciones.

Antes de su actuación, eso sí, tendríamos el placer de comprobar la potencia sónica de sus teloneros Port Noir, un trío sueco que bebe de formaciones como Leprous o Agent Fresco para generar a posteriori un sonido bastante propio y fraguado en algunas bases un tanto dispares. Condimentados por samplers que dotarían de cierta profundidad a cada una de sus composiciones, sabrían calentar al creciente público que les observaba a partir de un bajo prominente que retumbaría por los cuatro costados y por la preciosa voz de Love Anderson, cuyos agudos rozarían siempre la perfección. En medio de la escena y ocupando la mayor parte del escenario que tenían disponible –pues el montaje de los cabezas de cartel les dejaba poco margen de movilidad- AW Wiberg y su infinidad de fills a la batería llenarían cada uno de los recovecos de canciones como la bailable “Neon”, la potente “Tide” o la nueva “Onyx”, que representaría brillantemente el último larga duración de la banda, un ‘Any Way The Wind Carries’ que les ha valido para oportunidades como esta. Para finalizar su escueto pero preciso concurso, dedicaron sus últimas notas a su anterior bajista tristemente fallecido, cuya fotografía se postraba enfrente de la pedalera del guitarrista Andreas Hollstrand. En definitiva, buena presentación de una banda que obedece tanto a los pasajes delicados como a los más poderosos breakdowns provenientes de sus siete cuerdas durante 45 minutos que les sirvieron para gustar a un público que haría presentar una meritoria entrada en la Bikini barcelonesa.

Unos cuantos minutos después del horario inicialmente previsto se apagaron las luces y, uno por uno, comenzaron a tomar el escenario los miembros de Pain Of Salvation. La primera en sonar, “Full Throttle Tribe”, iniciaría la presentación exprés del último disco de la banda, pues sería la divertida “Reasons” y el single “Meaningless” las siguientes en provocar la locura absoluta entre las primeras filas. Con un Daniel que no pararía de interactuar con su público y que daría su cien por cien encima del escenario, la formación sonaría perfectamente engrasada desde un buen inicio. Se demostró desde ese comienzo que las nuevas composiciones de los suecos han calado hondo en el consciente de sus fanáticos, pero aún más efusiva fue su respuesta cuando Daniel les pidió que gritaran lo más fuerte que pudieran mientras amagaba las primeras notas de “Linoleum”, uno de los cortes más laureados de Pain Of Salvation. Y es que por muy emocionales y introspectivas que sean las composiciones de estos genios, es evidente la complicidad que generan con sus audiencias, con el bajista Gustaf Hielm haciéndose fotos con un móvil en medio del concierto y con un Ragnar Zolberg –co-compositor de la banda- que impone con sus lentillas blancas y esas líneas purpuras que se pinta sobre sus ojos. Para celebrar el 15 aniversario de ‘Remedy Lane’, uno de sus álbumes más celebrados, decidieron enlazar tres canciones de su tracklist: “A Trace Of Blood”, que sonó tan contundente o más que en el propio disco, “Rope Ends”, cuyas luces iniciales casi nos dejan ciegos y “Beyond The Pale”, que invitó de forma improvisada a cantar ese pequeño punteo en su inicio. El final de este último tema se enlazó perfectamente con “Ashes” y aquello se fue de madre. ¡Qué intensidad! Encarando ya la recta final de su set principal, decidieron volver a dar cancha a su nuevo álbum y enlazaron la preciosa y delicada “Silent Gold” con la épica “On A Tuesday”, que en su tremendo final seguro puso a más de uno los pelos de punta. Daniel nos anunciaba que, desgraciadamente, habíamos llegado al final del concierto, y fue así como decidieron rescatar “The Physics Of Gridlock”, penúltimo tema de ‘Road Salt Two’, para darle ese supuesto broche de oro a la actuación.

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Como no podía ser de otra forma, volvieron. Pero esta vez lo hizo solo Daniel, perfectamente ataviado con su guitarra. Para concluir ahora sí su concierto, recurrieron a “The Passing Light Of Day”, 15 minutos de pura belleza musical que se pasaron volando, desde su tranquilo y emotivo inicio hasta su culminante y precioso final pasando por las secciones más intensas entre medio de su duración total. Los pelos de punta con ese “My lover, my best friend” final.

Necesitábamos volver a ver a Pain Of Salvation en esta versión, la tremendamente solvente y la que brinda uno de los espectáculos más intensos del panorama progresivo contemporáneo. En su máximo esplendor tanto discográfico como escénico, esperamos no tener que presenciar otra vez un despropósito como el del anterior ocasión. Porque cuando les ves como el pasado sábado en la Bikini de Barcelona te das cuenta del porqué de su importancia en el mundo musical y, sobretodo, del porqué de su capacidad de generar emociones  y sensaciones como casi ninguna banda sabe suscitar.

Texto: Víctor Vallespir
Fotos: Hughes Vanhoucke

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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