Crónica de Metal For Emergency 2017: Eluveitie y el mejor talento italiano
9 agosto, 2017 11:08 am Deja tus comentariosFilagosto, Filago (Italia).
Y por fin hemos llegado a la decimotercera edición del Festival Metal For Emergency. Este año cambia el esquema y la ubicación (un solo día en lugar de dos, Filago en lugar de Cenate), pero no varía el resultado final: un éxito rotundo y una asistencia que superó todas las expectativas. Sin duda, cuenta el factor de que la entrada, como costumbre, es gratuita. Sin embargo, este hecho no justifica por sí sola la repercusión del evento. Un dato: la apertura de puertas fue a las 17:00 y la temperatura exterior alcanzaba los 38/39 grados. También es necesario remarcar que el cartel, si lo comparamos con el de años anteriores, no tiene mucho impacto. Pese a esto… ¡la fiesta salió de maravilla!
Bonito el mercadillo con los puestos de vinilos y CDs; chulos los de ropa metálica, étnica y de gadgets. Curioso y divertido poder asistir y participar en combates con espadas ligeras y protecciones, organizados por una antigua esculea de armas. Y fundamentales y óptimas las cervezas, gran parte de ellas artesanales, y la oferta gastronómica, siempre a precios asequibles. Grande el espacio, pero también muchísima la gente, originando en algunos momentos largas colas en las cajas, que posiblemente no se esperaban una afluencia tan masiva.
Con excepción del cabeza de cartel, todas las bandas de hoy son italianas y le toca a Norsemen inaugurar el festival. Tocan un viking metal con influencias black/death y se inspiran a la tradición y mitología nórdica. Tienen cortes sólidos y cuadriculados, y un buen cantante dedicado al growl, con fuerte personalidad. Pese al calor inimaginable, mucha gente asiste levantando los cuernos. Bueno el sonido y óptima la acústica que se mantendrá durante todas las actuaciones.
Nanowar of Steel
Cambio radical de género y de atmósfera con Sound Storm, ejecutores de un metal prog/power/sinfónico muy técnico y elaborado. Tienen tres álbumes editados y una considerable experiencia en vivo que efectivamente se refleja en la naturaleza y en la armonía que demuestran sobre las tablas. Muy precisos y técnicos los dos guitarristas, y verdaderamente bravo y carismático Fabio Privitera, con una voz poderosa, fuera del común. Muy apreciada la interpretación del largo corte “The Dragonfly” extraído por su último álbum ‘Vertigo’.
Volvemos al campo de batalla con el folk metal de Furor Gallico. Orgullosos de sus orígenes lombardos y apasionados de la cultura y de la tradición celta, se presentan sobre el escenario con el color azul de guerra pintado en la cara. Ellos también se presentan compactos y dan la idea de sentirse como un clan, en donde cada uno tiene su tarea por la cual depende el éxito de la comunidad.
Davide, jefe del clan, dirige con autoridad, ya sea en los cortes con letras en ingles (“The Song Of The Earth”) o en las letras en lengua madre (la espléndida “La Notte dei Cento Fuochi”), alternando con buenos resultados growl y voz limpia. Menos ruidoso pero igualmente importante es el trabajo desarrollado por Becky (arpa celta) y Laura (violín): ¡Buenas! Actuación aplauditisima y pogo grande.
Otro cambio radical de género hacia el metal demencial con Nanowar Of Steel; desde su nombre podemos intuir de lo que estamos hablando. Ya les había visto tocar en vivo y me habían divertido: lamentablemente, su humor demencial e intencionalmente grosero me aburre a largo plazo. Evidentemente, no comparte mi opinión la multitud delirante, siempre lista para reírse a carcajadas de cualquier broma de su líder Potowotominimak (¡Menudo nombre!).
Chrigel Glanzmann, líder de Eluveitie
Tras echarnos unas risas, llega (por fin) el momento de los cabeza de cartel, verdaderos maestros del folk metal y, para mí, la mejor mejor y más representativa banda de este estilo: Eluveitie. A nivel conceptual vale el mismo discurso hecho por Furor Gallico. La formación suiza parece una comunidad en sí misma, una poderosa máquina engrasada en la que cada engranaje asegura que las cosas sigan funcionando a la perfección; nueve elementos que, sobre el escenario, se mueven al unísono dando vida a una aventura musical llena de potencia y sentimiento. Eso sí, no debemos olvidar el importante cambio de formación que sufrieron el año pasado.
Michalina Malisz, sustituta junto a Fabienne Erni de Anna Murphy en Eluveitie
Entre las particularidades del grupo, la alternancia entre las partes agresivas interpretadas por el rudo Glazmann y las más suaves y oníricas de la roja Fabienne Erni que, además de cantar, se dedica al arpa celta y a la mandolina. Sencilla y sobria, pero sugestiva, la escenografía: humo y buenas instalaciones de iluminación que producen rayos de luz roja, amarilla, verde, azul...
Glanzmann se encuentra constantemente al centro de la atención, no solamente cuando canta, sino también cuando toca su flauta o su mandolina. Bueno el setlist: además de los clásicos de siempre como “The Call Of The Mountains”, “Tegernakô” o “Helvetios”, tocan dos cortes, “Epona” y “Grannos”, que formarán parte de ‘Evocation II: Pantheon’, un nuevo álbum acústico que saldrá a la venta el 18 de agosto vía Nuclear Plast.
El público, apasionado e involucrado al cien por cien. La banda lo da todo durante toda la velada y la ovación se dirige particularmente a Glanzmann, un tío fundamentalmente introvertido que se ha confirmado como líder de gran carisma y personalidad. Conclusión escalofriante dejada a la espléndida “Inis Mona”. Emocionante.
Gran jornada de música, gran festival.
Texto y fotos: Cesare Macchi
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