Crónica de Marillion: Progresivo evocador y emocional

14 julio, 2016 10:30 am Publicado por  Deja tus comentarios

Noches del Botánico. Real Jardín Botánico Alfonso XIII, Madrid

Me encuentro sentado delante del ordenador intentando encontrar un punto de partida para mi crónica; intentando encontrar las palabras y frases apropiadas para poder transmitir algo de las sensaciones vividas anoche... pero no lo consigo. Me es imposible mantener una posición de observador frio y objetivo a la hora de hacer esta crónica, simplemente porque creo que hay veces que no es de recibo poner en palabras algo que sólo se entendería con los sentimientos.

Quizás lo que estáis leyendo os parezca hasta empalagoso o una excusa para no incluir muchos detalles, pero sinceramente creo que no haría justicia a lo vivido anoche. Los que ya están familiarizados con la música de los ingleses, saben lo que significa escuchar a temas como “The Great Escape” o “Afraid of Sunlight”; cortes que te transportan a otros lugares etéreos, oníricos, melancólicos; refugios emocionales impenetrables y hechos para ser disfrutados en soledad y en la oscuridad. Admito que no soy fan de toda su discografía, cosa harto difícil además con 18 discos en sus espaldas, pero los temas suyos que me llegan lo hacen de verdad y, aunque dejaron en el tintero muchos favoritos míos, eso no restó nada de la magia vivida anoche. Como ya dije en mi crónica de Alan Parsons, este recinto, que sólo se monta durante el verano para albergar el festival ecléctico “Noches del Botánico”, es toda una garantía a nivel de sonido y anoche no fue una excepción. Pocas veces he disfrutado con un sonido tan nítido y potente; una autentica gozada.

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La banda por su parte nos ofreció una puesta en escena la mar de cuidada, con un juego de luces resultón y una enorme pantalla LED que, a lo largo de todo el concierto, proyectaba imágenes oníricas y, a veces, acordes con la temática de los temas, como en el caso de la nueva canción ‘The New Kings’ (que se incluye en su nuevo disco de estudio ‘F.E.A.R.’, que sale en septiembre), con capturas que aluden al mundo de los banqueros, las grandes corporaciones y su codicia.

Su empeño de ofrecer un show tanto sonoro como visual se hizo patente desde el inicio. Por ejemplo, Steve Hogarth cantó la primera parte del tema de apertura “The Invisible Man” desde la pantalla (una parte grabada, supongo), para aparecer en el escenario posteriormente ataviado igual que en el video, finalizando el tema en directo. Hogarth se mostró totalmente entregado y se movía de manera teatral arriba y abajo del escenario mientras que su voz seguía teniendo la buena forma de siempre. Aquí sólo añadiré una impresión: cuando cantó los dos temas de la época con Fish, con los que cerraron el concierto, parecía un poco socarrón como en plan: “hala, os hago el favor de tocar estos dos temas pero me los vais cantar enteritos vosotros”. Repito, es una impresión mía y no pretendo generar polémica, ya que hay fans todavía que siguen divididos entre los dos vocalistas.

Poca cosa se puede añadir acerca de la eficiencia de la base rítmica del batería Ian Mosley y del bajista Pete Trewavas, quienes están más que contentos para proveer la base donde el teclista Mark Kelly siembra sus líneas imaginativas de teclados; desde luego un artífice importante del sonido Marillion. Sin embargo, y allí ya entramos a gustos personales, su sonido no sería lo mismo sin los riffs de Steve Rothery, alumno aventajado de David Gilmour. No es un virtuoso, pero sabe tocar las notas perfectas para hacer que su música llegue al alma. Escuchar sus riffs espaciales y cavernosos en temas como “Neverland” o su archiconocido “Kayleigh” es toda una lección de cómo usar los efectos y varias capas sonoras para crear atmosferas evocadoras. ¿Quién sabe cómo sonaría si tocara blues?

Si hay que ponerse quisquillosos, podría decir que eché de menos algún que otro tema que a mi parecer son incluso mejores de los del setlist. Por ejemplo, en lugar del “This Strange Engine” o “Quartz”, de su época cuando querían emular a unos Radiohead, podrían haber tocado algunos de sus temas cumbre, como “Ocean Cloud” o “Out of This World”, acaso sus temas más influenciados por Pink Floyd; pero repito, siguen siendo gustos personales. Su actuación fue una delicia de principio a fin. No me sorprende el hecho de que se hayan convertido en una de las mayores bandas de culto, junto a los Rush, dentro del rock, y que haya gente que les sigue de un recinto a otro viajando grandes distancias. Si no les habéis visto en directo, no os perdáis la oportunidad de ver a una banda con clase y buen hacer.

Texto: Yorgos Goumas
Fotos: Alfonso Dávila

Setlist: The Invisible Man / The Great Escape / Power / Fantastic Place / The New Kings / Goodbye to All That (Wave/Mad) / Afraid of Sunlight / Quartz / Neverland. Bis: This Strange Engine Bis 2: Kayleigh / Lavender

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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