Crónicas
Larkin Poe + The Sheepdogs: Alumnas privilegiadas de la mejor escuela de rock clásico
«Larkin Poe se nota que disfrutan de lo que hacen, transmiten mucho sentimiento cuando tocan y contagian ese entusiasmo, esa ilusión y esa energía propia de las grandes artistas. Sin duda, volveré a verlas. Y confío en que sea muy pronto»
8 noviembre 2023
La Riviera, Madrid
Texto: Mariano Muniesa. Fotos: @DaraChriss
No me importa reconocer que me gusta mucho el estilo, la naturaleza y la forma en que estas dos hermanas norteamericanas hacen ese “retro rock” –yo prefiero llamarlo simplemente rock clásico o, como ellas mismas dicen, música con raíces- y que tenía muchas ganas de verlas por primera vez. No me defraudaron. Me pareció un show sólido, convincente, potente, con un ritmo bien estructurado, con una banda muy básica –dos guitarras, bajo y batería- pero que sonó muy bien y dos mujeres al frente que se reparten bien los papeles.
Rebeca Lovell hace, digamos, de frontwoman, es quien habla con el público y presenta los temas, mientras que Megan, más en segundo plano, se centra más en sacar todo lo que puede de su slide, en apoyar la banda y en ser el complemento perfecto para su hermana.
Abrían para ellas The Sheepdogs, un grupo que en disco me habían parecido una buena banda, competente y con buen gusto, pero simplemente discreta, de las muchas que hay en esa escena del rock sureño clásico americano, sin nada especialmente distinto de otras. Sin embargo, debo decir que en directo demostraron ser un pedazo de grupo espectacular, infinitamente mejor que en disco, mucho más fuertes y más duros y, sobre todo, con unos guitarristas que hicieron un trabajo sensacional.
En esa línea, en ese sonido y esa personalidad que se sitúa entre The Allman Brothers Band y Lynyrd Skynyrd, sobre todo en la parte final del concierto, temas como “Find The Truth”, “Scarborough Street Fight” y en el apoteósico cierre final, “Nobody”, dejaron un excelente sabor de boca en la concurrencia que estuvo cerca de llenar la Riviera.
Usar como intro un tema de Cream ya hacía prever que íbamos a disfrutar de una noche de rock clásico sensacional, y creo que nadie salió descontento. Larkin Poe, todos ellos y ellas vestidas de blanco inmaculado, salió a escena y lo hizo dejando claras las cosas.
“Strike Gold” y, muy especialmente, “Kick The Blues”, una de las canciones más rockeras y directas de su último disco, ‘Blood Harmony’, elevaron considerablemente la temperatura del recinto, poniendo toda la carne en el asador y despertando ovaciones llenas de entusiasmo. En mi caso, recuerdo perfectamente cuando pude hacer una entrevista con ellas para el pasado número de La Heavy, cuando les pregunté por otra de mis favoritas de su nuevo disco, “Summertime Sunset”, acerca de si la tocarían en directo y me dijeron que sí, me dije: “¡Yeah!”.
No me vendieron ninguna moto sin matrícula: esta maravilla sonora fue la tercera del set, que además fundieron con una versión de “Jessica” de los Allman Brothers abreviada pero intensa, llena de feeling y, como podéis imaginar, fue aplaudidísima.
Otra buenísima versión que Rebeca presentó, además contando la historia sobre la que montó una versión especial, fue “Georgia Off My Mind”, recordando la estrofa que dice: “Tennessee, mantén a Georgia fuera de mi mente”, que se convirtió para ella en una canción de amor para el tramo de la interestatal que conecta Atlanta y Nashville, un viaje que afirmaba haber hecho miles de veces. Con dedicatoria a dos chicas jóvenes que a Rebeca le llamaron la atención en las primeras filas, “She's a Self Made Man” marcó otro momento especialmente emotivo del show.
“Bleach Blonde Bottle Blues” y “Blue Ridge Mountains” dieron paso al set acústico de la noche, otro momento realmente hermoso que hasta el final conservé la esperanza de que hicieran su magistral versión del “Ramblin' Man”, pero no pudo ser.
Rebeca también pidió – ¡y logró!- que toda la sala permaneciera en silencio, porque nos explicó que esas canciones en formato casi bluegrass surgían de un sentimiento muy íntimo que quería compartir con todos nosotros y todas nosotras en un ambiente más relajado.
“Might as Well Be Me”, la fabulosa “Southern Comfort” y su versión del “Crocodile Rock” de Elton John completaron ese momento tan especial de su set.
El resto del concierto volvió a un ritmo más intenso, más fuerte, hasta llegar al final, del que personalmente me quedo con “Holy Ghost Fire”, con una intro de Megan de “Rumble” de Link Wray magnífica, y en el cierre, “Bolt Cutters & The Family Name” y “Deep Stays Down”.
Larkin Poe se nota que disfrutan de lo que hacen, transmiten mucho sentimiento cuando tocan y contagian ese entusiasmo, esa ilusión y esa energía propia de las grandes artistas. Sin duda, volveré a verlas. Y confío en que sea muy pronto.
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2 comentarios
Pedazo de resumen hacia el gran concierto formado por estas hermanas bajo el nombre de LARKIN POE presentando su nuevo álbum en la mejor sala rockera de Madrid como es La Riviera que junto a THE SHEEPDOGS como teloneros lo bordaron.
Ellas son mujeres de blues no son rokeras